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Verificado por Psychology Today

Atención

Por qué nuestros pensamientos no son reales

Un mundo físico, pero miles de mundos interiores diferentes.

¿Han notado cómo todo lo que sucede en nuestra mente, cada pensamiento, sentimiento, sensación, todo de lo que es consciente, de hecho, está sucediendo solo en ese mundo interno privado? Los pensamientos solo nos aparecen a nosotros y nadie puede escucharlos excepto nosotros. Existe un mundo físico aquí en la tierra, pero miles de mundos interiores diferentes. Todos estamos en nuestros propios teatros separados del resto y presenciamos espectáculos completamente diferentes, y, sin embargo, nos comportamos como si fuéramos parte del mismo público y miráramos el mismo evento al que llamamos vida.

¿Por qué es importante reflexionar sobre esta verdad? Meditar acerca de esto es liberador, porque implica que lo que estamos viviendo personalmente dentro de nuestras cabezas no es real. Somos conscientes de nuestros pensamientos, así que, en ese sentido son reales. Y, sin embargo, nuestros pensamientos no existen fuera de nuestra conciencia. No existe otro lugar donde los pensamientos que estemos teniendo ese momento estén sucediendo. A diferencia de la forma en que lo imaginamos, nuestros pensamientos no son sólidos, como los árboles o las rocas que existen fuera de nosotros de alguna manera tangible. Ciertamente nunca he visto un pensamiento caminando a mi lado en la calle. Dónde, cómo y si los pensamientos existen dentro del cuerpo no está claro. Que los pensamientos aparecen de forma consciente en una gran pantalla de proyección (en donde nosotros somos el público), es todo lo que sabemos.

Digamos que en este momento alguien está pensando en una amiga y algo específico que ella hizo, y lo que quiere decirle en respuesta. Esa amiga en la que está pensando no está experimentando su pensamiento (sobre ella) en este momento. Si no se involucra o efectúa ese pensamiento, literalmente este no existirá. El pensamiento aparece solo dentro de la persona que lo piensa. Su amiga no sabe nada de eso. Y lo que lo hace aún más extraño, ni siquiera supo que la estaban llamando como "su". En lugar de eso, ¡apareció dentro de la conciencia de la persona sin que hubiera elegido o querido aparecer! Si ese pensamiento no se alimentase con atención o interés, ya habría desaparecido.

Lo que hace que un pensamiento se sienta real es la atención que le damos. Hacemos que un pensamiento se vuelva un “objeto sólido” al centrarnos en él y al relacionarnos con él como si fuera un evento que sucede en algún lugar del mundo tangible. Por lo general, en el mundo de la persona o cosa en la que estamos pensando. Vinculamos a los dos –el pensamiento y el objeto del que se trata el pensamiento– cuando, de hecho, los dos no están realmente conectados. Nuestro pensamiento no afecta el objeto de ese pensamiento a menos que creamos que sí. Cuán liberador es saber que, si no atendemos a un pensamiento, no le respondemos, no lo cambiamos, no nos identificamos con él y todo lo demás, literalmente deja de existir. Si dejamos que un pensamiento no sea nada, entonces eso es lo que será... nada.

Puede ser un poco aterrador darse cuenta de que somos los únicos que vivimos la experiencia que estamos viviendo, que lo que estamos llamando nuestra experiencia no existe en ningún sentido real, excepto por un instante dentro de nuestras mentes. Así que, también, puede ser inquietante considerar que realmente no hay ninguna experiencia compartida en absoluto. Además, no elegimos los pensamientos y sentimientos que aparecen ante nosotros, simplemente aparecen en nuestra consciencia y luego desaparecen, como las luciérnagas en la noche. De qué están hechos los pensamientos y de dónde vienen, simplemente no podemos saberlo.

Pero entonces tenemos que preguntarnos, si cada uno de nosotros está escuchando pensamientos diferentes (viviendo un circo completamente distinto, por decir), ninguno de los cuales realmente está determinado por nosotros mismos, entonces ¿para quién o qué son todas estas actuaciones individuales y por separado que aparecen? ¿Quién o qué es el público más grande, la conciencia colectiva dentro de la cual ocurren todos estos eventos individuales? Esta es una pregunta para meditar en lugar de responder.

Así que la próxima vez que un pensamiento aparezca en nuestra mente, dentro de la conciencia, recordemos que no es real en el sentido de que tiene alguna forma sólida, que no existe en ningún lugar fuera de nosotros mismos. El contenido de lo que está pensando no se ve afectado de ninguna manera por el hecho de que este pensamiento esté apareciendo dentro de nosotros, ni la persona ni el objeto están conscientes de que ese pensamiento existe. El pensamiento aparece solo ante y dentro de nosotros. Sin nuestra atención, simplemente desaparece sin dejar rastro.

Copyright 2013 Nancy Colier

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Nancy Colier LCSW, Rev.

Nancy Colier, Trabajadora Social con Licencia, es psicoterapeuta, ministra de fe y autora de Can’t Stop Thinking, The Power of Off, Inviting a Monkey to Tea, y The Emotionally Exhausted Woman.

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