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Verificado por Psychology Today

Miedo

¿No tienes hijos? 7 cosas que malentendemos sobre el remordimiento

¿No quieres tener hijos pero te asusta sentir remordimiento? No tiene que ser así.

Pero, ¿no lo lamentaré después? Si estás considerando la posibilidad de no tener hijos, sin duda en algún momento te harás esta pregunta. Muchas otras personas que están contemplando una vida así también se lo están preguntando.

Tanto hombres como mujeres se toman en serio la cuestión de la paternidad, pero las presiones sobre las mujeres para que tengan hijos son mucho más intensas. Se nos ha hecho creer que la maternidad es esencial para ser mujer. En contraste, un hombre puede arriesgarse a decir que es "todo un hombre" sin tener que ser padre.

Rachel Chrastil se enfoca principalmente en las mujeres dentro de su libro Cómo no tener hijos, y su capítulo sobre el remordimiento es una de las exploraciones más profundas del tema que he leído y podrían aplicarse tanto a hombres como mujeres.

Aquí están las siete lecciones más importantes al respecto:

1. Temerle a un remordimiento futuro por una decisión que en este momento se siente bien es desconfiar de uno mismo. Cuando tenía 37 años, tuve un problema médico preocupante que había persistido por más de un año y desafiaba todos los tratamientos disponibles. Estaba harta y quise hacerme la cirugía que había querido evitar hasta ese momento. Pero, si me hacía la cirugía, nunca sería capaz de tener hijos.

Yo nunca había querido tener hijos. Ni una vez. Ni siquiera por un momento. Y aún así, antes de hacerme la cirugía, hablé con un psicólogo al respecto. Quería saber si solo me estaba engañando a mí misma sobre no querer tener hijos y si cambiaría de opinión en el futuro.

Ojalá hubiera leído el libro de Chrastil en lugar de hacer eso (pero entonces no se había publicado). Chrastil dice que "cuando tememos un remordimiento en el futuro, desconfiamos de nosotros mismos." Describió a "lo que se arrastra detrás del temor de muchas mujeres al remordimiento futuro" como "la noción de que no se conocen a sí mismas, que sus vidas y preferencias actuales no les dan bases para saber lo que querrán en el futuro."

Yo tomé mi decisión hace casi tres décadas. Nunca he sentido remordimiento.

2. El remordimiento no se trata solamente de nuestras personalidades y elecciones individuales; es el resultado de presiones culturales para que nos sintamos de cierta manera. Chrastil destaca que "revolcarse en el remordimiento se considera natural, es algo esperado y efectivamente, normal. Nos dicen que sucede sin importar si la mujer no tuvo hijos por elección o debido a las circunstancias, o por infertilidad."

Pero revolcarse en el remordimiento no es ni natural, ni esperado, ni lo normal. Sentir remordimiento por no tener hijos no tiene nada de inevitable. Es más bien algo que se nos ha condicionado a esperar.

“A fin de cuentas el remordimiento no es el coco que podría aparecerse en momentos inesperados. Es una emoción negativa alentada y promovida entre las mujeres sin hijos a las que les han enseñado a temer un futuro de lamentos, culpa y soledad...

“Asumir que las mujeres sin hijos deben atravesar por un periodo de angustia por la decisión es una "regla de sentimientos" que refuerza la noción de que no tener hijos es universalmente indeseable y que la maternidad es tan natural que se encuentra más allá del reino del pensamiento crítico."

3. En etapas tardías de la vida, algunas mujeres mencionan sentir remordimiento por no haber tenido hijos, pero solo cuando se les pregunta específicamente.

Los psicólogos interesados en conocer cómo es la experiencia de remordimiento entre mujeres que nunca tuvieron hijos suelen preguntarles si lamentan su decisión. O simplemente les preguntan sobre lo que lamentan y esperan una respuesta.

En su revisión de estas las investigaciones, Chrastil encontró que las mujeres que se describen a sí mismas como involuntariamente sin hijos tienen más probabilidades de expresar remordimientos que aquellas que dijeron haber elegido no tener hijos. Pero eso solo pasó cuando se les preguntó específicamente si tenían remordimientos por no haber tenidotener hijos.

“...cuando se le preguntaba a las mujeres en general sobre sus remordimientos, sin mencionar específicamente a los niños, no se encontraronhay diferencias entre el número total de remordimientos entre las madres, las mujeres que decidieron no tener hijos y las que no pudieron. Incluso entre las mujeres que no pudieron tener hijos, cuando se les preguntaba sobre sus remordimientos en la vida, era poco probable que mencionaran espontáneamente lamentar no haber tenido hijos, cuando se les preguntaba sobre sus remordimientos en la vida."

4. La decisión de no tener hijos es la única que cuestionamos, pero algunas personas lamentan haber tenido hijos. Imaginen a una mujer de 37 años que cree que realmente quiere tener hijos. Siempre ha querido tener hijos. Nunca lo dudó, ni siquiera por un momento.

¿Sentiría la necesidad de ir a ver a un psicólogo para asegurarse de que no se está engañando a sí misma o para considerar si essería posible que cambieara de opinión en el futuro?

Pues no. La decisión de no tener hijos es la única que cuestionamos. No nos preocupamos tanto sobre la posibilidad de lamentar haber tenido hijos.

Aún así, algunas mujeres sí lamentan haber tenido hijos. Incluso madres que aman a sus hijos. Eso es lo que encontró Orna Donath en las entrevistas que fueron la base para su libro, Lamentar la maternidad. Es un proyecto que inició cuando se hartó de que le dijeran que iba a lamentar no haber tenido hijos.

5. Temer remordimientos futuros por no haber tenido hijos es malentender la felicidad. Las mujeres que temen una vida llena de remordimiento si no tienen hijos podrían estarse tomando demasiado en serio las historias que se les venden, particularmente la que dice que "hay solo una manera de lograr felicidad personal, los niños, y si no cumplimos con esas condiciónones, entonces estamos condenadasmalditas a sentirnos insatisfechas porara toda la eternidad."

La felicidad no funciona así. Incluso cuando nos enfrentamos a decepciones verdaderas y profundas (y no solo a mandatos culturales que nos obligan a estar decepcionadaos), somos mejores en lidiar con ello de lo que esperábamos. En nuestras vidas diarias, lo que más importa suelen ser nuestras alegrías (y tristezas) actuales. Esto incluye experiencias ordinarias, como disfrutar la presencia de buenos amigos, saborear nuestra soledad o ansiar nuestros planes para el fin de semana.

6. Temer remordimientos futuros acerca de no tener hijos es subestimar nuestra sabiduría a futuro. "CuantoA más viejo más sabio" no es solo un cliché. A veces es verdad.

“El miedo a tener remordimientos futuros sugiere que no sabremos cómocomo lidiar con las decepciones de la vida, que nuestros yo más viejos no serán más sabios de lo que somos ahora, o que la sabiduría de la edad involucra un rechazo hacia la persona que somos actualmente osino una comparación hacia nuestros yo del presente."

7. Temerle al remordimiento futuro por no haber tenido hijos es abrazar una visión limitada de lo que significa ser humano. La gente que no tiene hijos no tiene que vivir con un vacío en sus vidas. Pueden construir vidas importantes y significativas. Incluso pueden encontrar oportunidades abiertas para ellos que estarían cerradas si eligieran ser padres.

Podemos tener relaciones cerradas, íntimas en nuestras vidas sin tener hijos propios. Podemos seguir nuestras pasiones y caminos en la vida que no tengan nada que ver con ser padres.

Rachel Chrastil termina su capítulo sobre los remordimientos con este consejo: "en lugar de preocuparnos por tomar la decisión correcta, deberíamos ocuparnos en aprovechar al máximo nuestras elecciones."

Imagen de Facebook: Alliance Images/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Bella DePaulo Ph.D.

La Dra. Bella DePaulo, experta en personas solteras, autora de Singled Out y otros libros. Es Afiliada Académica en Ciencias Psicológicas y Cerebrales en la Universidad de California, Santa Bárbara.

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