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Los puntos clave
- La felicidad implica emociones y creencias; esta última dimensión cognitiva a menudo se llama "satisfacción vital".
- La satisfacción con la vida tiene efectos más fuertes en otros aspectos del florecimiento humano que la sola dimensión emocional de la felicidad.
- El florecimiento humano, sin embargo, se extiende más allá de la satisfacción con la vida.
- La felicidad perfecta es en última instancia solo posible si todos los aspectos de la vida son buenos, y esto no es completamente alcanzable.
En esta actualización de la investigación del Human Flourishing Program en Harvard, discutimos el papel de la felicidad y la satisfacción con la vida, sus efectos en otros aspectos del florecimiento y qué es lo que estamos buscando en última instancia.
Las personas quieren ser felices. Aristóteles pensó que no era controvertido que la gente, por encima de todo, deseara "felicidad". Sin embargo, se apresuró a añadir: "Decir que la felicidad es el bien principal parece un tópico, y aún es deseable una explicación más clara de lo que es". Reconoció que somos falibles en la comprensión de lo que deseamos cuando deseamos "felicidad", y que somos demasiado propensos a confundirlo con placer. ¿Qué es la felicidad y cuál es su papel en la vida humana?
La felicidad a veces se entiende como una emoción momentánea, como cuando la gente dice: "me siento feliz". Pero la mayoría de nosotros reconocemos que esto no es todo sobre la felicidad. Esta comprensión de lo incompleto de la felicidad afectiva llevó a Aristóteles, junto con otros filósofos clásicos y medievales, a insistir en que la felicidad se entiende mejor como un juicio sobre la vida de uno como un todo. Por lo tanto, la felicidad a veces también se entiende como un estado cognitivo, como la satisfacción con la vida, como cuando la gente dice: "estoy feliz con la vida". Nuestra propia medida de florecimiento evalúa la felicidad tanto afectiva como cognitiva, pero utilizando diferentes preguntas para cada una.
Varios estudios han examinado tanto las causas o impulsores de la felicidad como las consecuencias de la felicidad para otros aspectos de la vida. La literatura de investigación es vasta. En un artículo reciente, hemos rastreado un resumen de la "historia global de felicidad", considerando cómo el deseo de felicidad, ampliamente definido, juega un papel importante en varias culturas y civilizaciones desde el antiguo Egipto hasta el Occidente moderno. En otro artículo de revisión reciente, hemos tratado de resumir algunos de los principales impulsores de la felicidad, incluidas las diversas fuerzas sociales, ambientales, económicas, políticas, conductuales y culturales que dan forma a la felicidad de los individuos y las poblaciones. El nuevo científico Investigador de Psicología de nuestro programa, Tim Lomas, también está a punto de lanzar un libro sobre la felicidad. Y, por supuesto, se ha escrito mucho más sobre el tema.
Pero también se puede dar la vuelta a la pregunta, y cuestionar cuáles son las consecuencias de la felicidad para la vida humana en general. ¿Cómo contribuye la felicidad? ¿Es la felicidad lo único que importa en última instancia? ¿Cuál es la relación entre la felicidad y el florecimiento humano? Estas preguntas tienen respuestas conceptuales y empíricas.
Los efectos de la felicidad
Hace unos años, un ensayo de alto perfil que usaba datos del estudio Million Women en el Reino Unido causó un gran revuelo en la comunidad de salud pública al proporcionar evidencia de que la felicidad afectiva (sentirse feliz) casi no tenía asociación con la longevidad. Mientras que el estudio fue criticado por usar una medida pobre de felicidad (una sola pregunta con pocas categorías de respuesta), de hecho, nuestra revisión más completa de la literatura sobre bienestar psicológico y riesgo de mortalidad encontró resultados bastante similares. De los factores evaluados, la felicidad afectiva entendida simplemente como sentirse feliz, tenía una de las asociaciones más débiles con la longevidad. El propósito en la vida, por ejemplo, parecía importar mucho más. Sin embargo, la historia con felicidad cognitiva o satisfacción con la vida era más complicada. Si bien los efectos de la satisfacción con la vida en la longevidad tal vez no sean tan profundos como lo son con el propósito en la vida, siguen siendo sustanciales y, en otro de nuestros estudios recientes, de hecho, encontramos evidencia de los efectos de la satisfacción con la vida en gran cantidad de otros resultados importantes.
Nuestro estudio utilizó datos longitudinales de aproximadamente 13,000 adultos mayores en el Estudio de Salud y Jubilación, empleando nuestros diseños de amplios resultados sobre la base de los principios de inferencia causal. Encontramos que aquellos con altos niveles de satisfacción con la vida tenían un 26 por ciento menos de probabilidades de morir durante el seguimiento que aquellos con niveles bajos, incluso después de controlar una serie de variables sociales, demográficas, económicas, psicológicas y relacionadas con la salud. También encontramos evidencia de un efecto de la satisfacción con la vida en varios otros resultados, incluyendo una mejor salud autoevaluada, mejor sueño, más ejercicio, mayor propósito en la vida, menos depresión, menos desesperanza y menos soledad. Sin embargo, no observamos los efectos de la satisfacción con la vida en todos los resultados (por ejemplo, la incidencia de cáncer o enfermedades cardíacas o pulmonares, las tasas de tabaquismo o consumo excesivo de alcohol, o el tiempo que pasamos con niños, familiares y amigos). Curiosamente, ciertas evaluaciones particulares de la satisfacción con la vida, como encontrar las condiciones de vida de uno cerca de lo ideal, o simplemente decir que uno está satisfecho con la vida, eran mucho más importantes que no lamentarse, (por ejemplo, pensar "si pudiera volver a vivir mi vida, no cambiaría casi nada"). Esto tiene consecuencias importantes para la medición también, ya que incluso con la "satisfacción con la vida", esta no es una construcción monolítica única. Necesitamos evaluaciones más matizadas. En cualquier caso, el estudio proporcionó evidencia de importantes efectos causales de la satisfacción con la vida en otros aspectos del florecimiento humano.
¿La felicidad es todo florecimiento humano?
Dada su importancia conceptual y empírica, algunos podrían preguntarse si podríamos reducir toda la investigación del florecimiento a la satisfacción con la vida. Hacerlo tendría la ventaja de darnos un solo número, un solo aspecto de la vida, en el cual enfocarnos. Sin embargo, consideramos que esto sería un error. En primer lugar, oculta otros aspectos importantes del florecimiento. Por ejemplo, si bien es cierto que los países desarrollados más ricos tienen niveles más altos de satisfacción con la vida que los países en desarrollo más pobres, ocurre a la inversa que países en desarrollo más pobres reportan niveles de propósito más altos. Esto parece importante y debería suscitar preguntas sobre cómo abordar el desarrollo y el crecimiento económico de manera que no comprometa el significado y el propósito. Un enfoque exclusivo en la satisfacción con la vida perdería esto.
En segundo lugar, en algunos casos, alguien podría reportar una alta satisfacción con la vida, pero en realidad no estar floreciendo. Alguien puede, en principio, estar satisfecho y, sin embargo, ser adicto a los narcóticos, o alguien puede estar satisfecho y, sin embargo, completamente aislado socialmente por su propia elección. No diríamos que tales personas están floreciendo. Algunos estudios y clasificaciones, como los de la Informe Mundial de la Felicidad, usan lo que podría decirse que es una evaluación de la vida algo más adecuada, una que pregunta dónde se colocaría un individuo en una escalera con escalones numerados del 0 al 10, donde 10 representa la "mejor vida posible" y 0 representa la "peor vida posible" (a veces llamada Escalera de Cantril). Esto tiene la ventaja de no centrarse únicamente en la satisfacción.
Sin embargo, este tipo de evaluación general de la vida aún puede ser engañosa, si se considera que implica que el bienestar simplemente implica maximizar el puntaje promedio de evaluación de nuestra vida. Las dificultades pueden surgir especialmente con cuestiones de carácter, virtud y moralidad. Un jefe de la mafia exitoso podría reportar altos niveles de evaluación de la vida, pero ¿esta persona está floreciendo? Por el contrario, alguien que siente una obligación moral de hacer lo correcto podría tomar decisiones que la persona sabe que resultarán en una autoevaluación promedio de vida más baja en la escalera, y, sin embargo, proceder porque es lo correcto. No todo el mundo es un utilitario que busca maximizar su evaluación de vida promedio. La evaluación de la vida y la satisfacción con la vida son importantes, pero no son la totalidad del bienestar.
Las dimensiones del florecimiento
Analizar la evaluación de la vida o los resúmenes compuestos del bienestar puede ser valioso, pero en última instancia, queremos entender cómo la dinámica puede diferir entre los diferentes aspectos del bienestar. Hemos discutido en otros espacios que, como mínimo, deberíamos mirar por separado la felicidad, la salud, el significado, el carácter, las relaciones sociales y la seguridad financiera. Las causas y consecuencias de cada uno pueden diferir, como de hecho vimos anteriormente con la felicidad afectiva versus la satisfacción con la vida. Las tendencias temporales también pueden diferir entre los diferentes aspectos del florecimiento, como de hecho ha sido el caso con la Pandemia de Covid-19, que afectó la felicidad, la salud y la seguridad financiera mucho más que el significado,el carácter o incluso las relaciones. Este nivel de matices debería ser la norma.
Como otro ejemplo, un reciente proyecto en el que participó nuestro programa, reveló que un mayor florecimiento de compuestos estaba asociado con menores costos posteriores de atención médica. Es importante saber esto, pero si queremos saber qué hacer al respecto, nuevamente necesitamos examinar cómo cada aspecto del florecimiento afectó individualmente los costos posteriores.
La felicidad perfecta
¿Es la felicidad o la satisfacción con la vida todo lo que estamos, o deberíamos estar, buscando? Argumentaríamos que, en esta vida, la respuesta es "no". Hay muchos otros aspectos importantes del florecimiento que también deberíamos examinar. Nuestros sentimientos, e incluso nuestros juicios considerados, son, en el mejor de los casos, indicadores parciales de lo bien que van nuestras vidas en realidad. Desafortunadamente, las dimensiones subjetivas y objetivas del florecimiento pueden desmoronarse, al menos parcialmente.
Curiosamente, sin embargo, tanto Aristóteles como Aquino insisten en que la felicidad es efectivamente lo que en última instancia buscamos más que cualquier otra cosa. ¿Cómo se debe reconciliar esto? Aquino entendía la felicidad perfecta como la completa satisfacción de la voluntad. La única manera en que podemos estar completamente satisfechos con todo en la vida es si estamos floreciendo totalmente, es decir, si todos los aspectos de la vida son buenos. Si algo no está bien, no estaremos completamente satisfechos. Tomás de Aquino pensó que la única manera en que podíamos estar completamente satisfechos era en una visión final de, o comunión con Dios. En esta vida, estamos atascados con la felicidad imperfecta, y eso está formado por una variedad de bienes diferentes.
Mientras que la felicidad perfecta y el florecimiento eterno completo pueden, en cierto sentido, coincidir en el horizonte final, y mientras que debido a esto, también debemos evaluar aspectos del bienestar espiritual, si queremos navegar la vida aquí y ahora lo mejor posible, necesitamos examinar numerosos aspectos del bienestar. En las condiciones actuales, la felicidad y la satisfacción con la vida son aspectos importantes, pero solo parciales, de una vida verdaderamente floreciente.
A version of this article originally appeared in English.