¿Los refrescos influyen en el suicidio adolescente?

El suicidio es la cuarta causa principal de muerte entre las personas de 15 a 29 años en todo el mundo y la segunda causa principal de muerte entre las personas de 10 a 34 años en los Estados Unidos. Los factores de riesgo comúnmente estudiados para el suicidio adolescente incluyen depresión, eventos estresantes agudos, adversidad crónica en los primeros años de vida, actividad física reducida y factores genéticos. También se cree que la dieta juega un papel importante.

Estudios anteriores en países de ingresos bajos y medianos fuera de los EE. UU. han informado que el consumo de bebidas azucaradas está altamente relacionado con la soledad, los comportamientos sedentarios, el peso no saludable, los comportamientos agresivos, la mala salud mental y las tendencias suicidas entre los adolescentes. Los jóvenes de todo el mundo, incluidos los EE. UU., pasan una cantidad significativa de tiempo siendo sedentarios y bebiendo refrescos. Un estudio reciente investigó la relación entre el consumo de refrescos y la inactividad con el riesgo de suicidio en los EE. UU.

El estudio primero determinó si los sujetos cumplían con las recomendaciones de la OMS para la actividad física (es decir, durante cuántos de los últimos siete días los sujetos estuvieron físicamente activos durante un total de al menos 60 minutos por día), el tiempo de pantalla de la computadora y la duración del sueño nocturno. El estudio evaluó si los sujetos cumplían con los tres criterios o si cumplían con los criterios de actividad física y tiempo frente a la pantalla, o actividad física y duración del sueño, o tiempo frente a la pantalla y duración del sueño, o solo actividad física, solo tiempo frente a la pantalla, solo duración del sueño, o ninguno de los tres criterios.

El estudio también consideró el papel de los factores demográficos como la edad, el sexo, la raza y el IMC. El estudio incluyó datos de cinco encuestas recientes de 10 años (2011, 2013, 2015, 2017 y 2019) de estudiantes en los grados 9 a 12 y finalmente incluyó un total de 73,074 sujetos adolescentes. El ochenta y ocho por ciento de estos sujetos tenían más de 15 años, el 50 por ciento eran hombres y alrededor del 28 por ciento tenían sobrepeso u obesidad.

El estudio también consideró comportamientos dietéticos específicos, como la ingesta de verduras, frutas, leche y el desayuno diario. Los síntomas depresivos se determinaron preguntando a los sujetos si, durante los últimos 12 meses, alguna vez se sintieron tan tristes o desesperanzados durante dos semanas seguidas o más que les impidió participar en sus actividades habituales.

Los impactos negativos del consumo de refrescos

La frecuencia de consumo de refrescos se correlacionó significativamente con la prevalencia de ideación suicida, elaboración de un plan suicida y haber intentado suicidarse. Tanto para los niños como para las niñas, la vinculación fue mayor cuando el consumo de refrescos fue mayor a tres tragos por día.

Las niñas que informaron consumir refrescos solo 1 o 2 veces al día tenían un mayor riesgo de ideación suicida. Y a diferencia de los niños, las niñas no mostraron una asociación estadísticamente significativa entre el cumplimiento de las pautas de movimiento de 24 horas y las tendencias suicidas. Cumplir con las pautas del movimiento fue más importante para los niños con respecto a la vulnerabilidad al suicidio.

Afortunadamente, los niños tenían una mayor prevalencia de cumplir con las pautas de movimiento. Pero a diferencia de las niñas, no cumplir con todas las recomendaciones de las pautas del movimiento aumentó significativamente el riesgo de ideación suicida e intentos de suicidio entre los niños.

En general, los resultados de este estudio enfatizan la importancia de reducir el consumo diario de refrescos para la prevención del suicidio en adolescentes, y esto parece ser particularmente cierto para los niños que no duermen lo suficiente o no hacen actividad física diaria.