Enojo
Las sorpresas que vienen con tener un perro
Diez consejos sobre el entrenamiento moderno de perros y cómo cuidar de tu perro.
28 de octubre de 2020 Revisado por Matt Huston
La naturaleza de la ciencia canina significa que todo el tiempo estamos aprendiendo más sobre los perros y su entrenamiento. Estos son algunos consejos actualizados que te ayudarán con tu perro.
1. No eres un perro. Está bien. Sabes que no eres un perro. Pero hay mucho conocimiento sobre el entrenamiento de los perros que se basa en la premisa de que deberías actuar como si fueras un perro. Por alguna razón, este consejo es específico a ciertos aspectos del mundo perruno y te dice que seas duro con tu perrito. No te dice que hagas lo que hacen otros perros, como jugar rudo o girar en cosas olorosas u olfatear los traseros de otros perros. De cualquier manera, en caso de que te confundas, recuerda que eres una persona, no un perro.
2. Tu perro no está intentando dominarte y no eres el líder de la manada. A pesar de que esta idea supuestamente está basada en lo que hacen los lobos, no eres un lobo ni un perro. Tu perro tampoco es un lobo. Además, las relaciones entre los lobos resultan ser mucho más complejas y cooperativas de lo que sugieren estos consejos.
3. Los métodos confrontativos para el entrenamiento de perros arriesgan respuestas agresivas. El conocimiento sobre líderes de manadas te dice que seas duro con tu perro. Pero la investigación muestra que los perros pueden ser agresivos en respuesta a métodos como roles alfa, usando la fuerza para remover artículos de sus bocas, golpearlos, agarrarlos de la quijada o mirarlos fijamente y usar collares de pinchos (Herron, Shofer y Reisner, 2009). Otros riesgos de los métodos aversivos incluyen miedo, ansiedad, estrés y una peor relación (Ziv, 2017; Vieira de Castro et al 2019). Te hiciste de un perro para que fuera tu mejor amigo, así que no te arriesgues haciendo algo que podría dañar tu lazo especial.
4. Entrena a tu perro con métodos basados en recompensas. Refuerza los comportamientos que te gustan para que los veas más seguido y elimina el refuerzo para los comportamientos que no te gustan. El refuerzo positivo funciona, no tiene los riesgos de los métodos aversivos y es apropiado para todos los perros. Y sí, incluso hay evidencias de que el refuerzo positivo es más efectivo que usar un collar de disciplina para enseñarle a los perros a que vengan cuando se les llama (China, Mills, y Cooper, 2020). Así que piensa en lo que quieres que haga tu perro y usa refuerzos positivos para entrenarlos. Eso significa usar alimentos o juegos u otras cosas que ama tu perro.
5. Da ejemplos de buen comportamiento delante de niños. Especialmente no uses entrenamientos aversivos delante de un niño. Si esto pone a los adultos en riesgo de agresión, piensa en lo que podría pasar si el niño intentara copiarte.
6. Los niños y los perros necesitan una supervisión más cuidadosa de lo que crees, incluso cuando es tu propio perro familiar. Los niños pequeños están especialmente en riesgo cuando se acercan a un perro que está descansando o acostado (Reisner et al 2011); no les permitas hacer eso, enséñales (con tu ayuda) a llamar al perro si quieren interactuar con ellos. Si el perro decide no venir, es su elección. Los niños mayores están más en riesgo de recibir mordidas por parte de los perros afuera, por ejemplo, perros que salen corriendo de una casa mientras caminan, corren o andan en bicicleta. Esto también es un riesgo para los adultos. Así que mantén a tu perro dentro de la casa o el patio. (Pista: si tu patio no está completamente enrejado o dejas la puerta abierta, no puedes esperar que tu perro se quede ahí).
7. Cualquier perro puede morder. Algunos escenarios son particularmente arriesgados. Agarrar un perro del collar es uno de ellos. Otro es cuando un perro está agitado y emocionado, ladrando por una ventana o al borde de la correa ya que hay potencial de una mordida redirigida. Quitarle algo a un perro (a veces recomendado como una de esas cosas de ‘dominación’). En su lugar, deberías entrenar a tu perro a ‘soltarlo’. Y recuerda lo que puede pasar al usar métodos de entrenamiento aversivos (punto 4).
8. Nunca regañes a un perro por gruñir. Ese gruñido es información útil sobre que estáninfelices. En su lugar, detente y entiende por qué están gruñendo. Tal vez necesitas acercarte a la situación de manera distinta o entrenar al perro a que no tenga miedo. Un buen entrenador con un método basado en recompensas puede ayudar.
9. El miedo, la ansiedad y el estrés pueden ser difíciles de identificar hasta que aprendes a reconocer las señales. Pero se vuelve más fácil con la práctica, así que préstale atención a tu perro. Ya sabes identificar una cola entre las patas, una postura baja y las orejas retraídas, pero también observa en busca de bostezos, lamidas de labios, alejar la mirada y olfatear.
10. Eres el guardián de tu perro. Depende de ti cuidarlos; darles comida, agua, ejercicio y enriquecimiento; dales un lugar seguro para dormir en la noche (y la siesta del día); asegura que obtengan el tratamiento del veterinario si es necesario; y demás (Todd, 2020). Si todo esto suena como una enorme responsabilidad, es porque lo es. Y significa que al buscar consejos sobre el entrenamiento de un perro, necesitas poner el bienestar del perro primero.
El entrenamiento de los perros no está regulado, lo que significa que cualquiera puede hacerse llamar entrenador de perros. Si estás teniendo problemas con tu perro, busca ayuda lo más pronto posible y elige a un entrenador de perros con cuidado. Y presta atención a cualquier cambio repentino en el comportamiento, visita a tu veterinario en caso de que exista una causa médica.
Imagen Facebook: Grusho Anna/Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.