La ventaja de los introvertidos durante el encierro

Fuente: Wikimedia Commons

La gente extrovertida tiene una tendencia natural a participar en todo tipo de interacciones personales que construyen una relación más cercana con otras personas. En circunstancias normales, esto les da una ventaja particular cuando se trata de tener éxito en la escuela o trabajo. Pero en tiempos de crisis, como en la actual pandemia de coronavirus, cuando a la mayor parte de la gente se le pide que se quede en casa, los introvertidos probablemente tienen la ventaja.

La extroversión, una de los "Cinco Grandes" rasgos de la personalidad se caracteriza por estos seis factores: accesibilidad, asertividad, nivel de energía, búsqueda de emociones, entusiasmo y sociabilidad. En circunstancias normales, esta combinación de facetas le da una ventaja considerable a los extrovertidos contra los introvertidos en términos de construir relaciones con otras personas.

Todavía no se entiende por completo cómo es exactamente que los estilos de interacción de los individuos les ayudan a fortalecer lazos sociales. Pero, hay investigaciones que indican que el mimetismo (el proceso de imitar los patrones idiomáticos, el lenguaje corporal y los movimientos de los demás) es un factor principal.

Por mucho tiempo se ha sabido que el mimetismo construye y refuerza lazos sociales al provocar sentimientos positivos en la persona cuyos comportamientos se están reflejando. Recientemente se reveló que a diferencia de sus colegas más introvertidos, los extrovertidos son adeptos naturales para detectar cuándo se beneficiarían de mimetizarse con otros.

El mimetismo no solamente aumenta los sentimientos positivos. Como han demostrado otras líneas de investigación, tenemos expectativas inconscientes relacionadas con el mimetismo. Por ejemplo, esperamos que la gente a la que le importamos nos mimetice. Cuando no se cumplen estas expectativas, se pueden generar sentimientos negativos hacia la persona que no las satisface. Debido a que los introvertidos suelen fallar en cumplir con las expectativas de mimetismo de los demás, no solamente carecen de la "ventaja de los extrovertidos", sino que podrían incluso tener una desventaja.

Sin embargo, durante los periodos de aislamiento forzado o alentado, los extrovertidos tienen menos probabilidades de tener una ventaja social. Se ha demostrado que los medios alternativos de interacción, como el correo electrónico y las video conferencias limitan considerablemente las oportunidades de mimetismo efectivo en comparación con las interacciones en el mundo real. Las llamadas por teléfono e intercambios de correos electrónicos son particularmente restrictivas ya que solo permiten mimetizar los patrones de lenguaje, pero elimina todo el acceso al lenguaje corporal y los movimientos y dejan fuera contactos físicos como apretones de manos y toque, las video conferencias también reducen considerablemente la posibilidad de reflejar los comportamientos de los demás.

Debido a que las circunstancias favorables para el mimetismo están sumamente restringidas ahora que estamos obligados a depender de medios alternativos de interacción social, los extrovertidos tienen menos probabilidades de cosechar los beneficios de su maestría en la habilidad de reflejar el comportamiento de los demás.

Pero los extrovertidos no solamente pierden sus ventajas usuales sino que son más vulnerables a los efectos adversos del aislamiento social. En circunstancias normales, la preferencia de los extrovertidos para involucrarse en interacciones sociales y su necesidad más elevada de estímulos sociales los hace más propensos a buscar oportunidades para interacciones interpersonales y sociales activamente, lo que puede ayudar a protegerlos de sentimientos de aburrimiento y soledad.

Pero cuando se colocan limitantes en las oportunidades de involucrarse con otros, los extrovertidos se vuelven más vulnerables a los efectos adversos de la soledad en la salud mental y física, tales como estrés, soledad, depresión, supresión del sistema inmune, enfermedades del corazón, derrames y muerte prematura. Debido a que los extrovertidos están programados para sentirse energizados al socializar pero tienden a sentirse decaídos durante periodos extendidos de soledad, no toleran el aislamiento social tan bien como los introvertidos, lo que los hace particularmente propensos a los efectos adversos de salud de estar por su cuenta.

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La resiliencia superior de los introvertidos durante los periodos de aislamiento social forzado se basa en el hecho de que los introvertidos tienen una fuerte preferencia hacia pasar largos periodos de tiempo por su cuenta en espacios recluidos, haciendo tareas que no requieren la compañía de otros como leer, escribir, hacer crucigramas, jugar videojuegos, atender su jardín, hacer tareas caseras o cocinar. Por eso, cuando se ven obligados a quedarse en casa, los introvertidos puede seguir haciendo lo que hacen mejor. De hecho, puede que incluso se sientan aliviados ahora que no tienen que hacerse pasar por extrovertidos con el fin de tener éxito.

En contraste, los extrovertidos tienen una fuerte necesidad de simulaciones sociales: Ansían por espacios abiertos y ambientes nuevos y emocionantes. Así que, cuando se ven obligados a auto aislarse, no pueden acceder a las actividades sociales que son tan esenciales para ellos como comer y tomar agua. Incapaces de continuar las interacciones que los hacen florecer y son muy susceptibles a los efectos de la soledad indeseada sobre la salud física y mental.