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Verificado por Psychology Today

Acoso

¿La situación con Trump ayudará a dividir o a cerrar la brecha?

La polarización política, en familias o naciones, siempre está en constante cambio.

Los puntos clave

  • La polarización intensa es un estado emocional donde algunas personas se ven como inferiores o infrahumanas.
  • La polarización puede ser promovida por líderes que hablan con palabras de “nosotros contra ellos”.
  • Todos deberíamos tener cuidado con lo que ve y escucha y evitar repetir palabras de “nosotros contra ellos”.
Lightspring / Shutterstock
Source: Lightspring / Shutterstock

El escándalo mediático incitado por lo que parece ser un intento de asesinato del expresidente Donald Trump podría servir como una llamada de atención a una nación dividida que termine por unirla, o podría separarla aún más. La polarización de los últimos años no es única. Puede ocurrir en familias, en grupos y en la política. El pasado nos muestra que la polarización siempre empeora o mejora, pero no se detiene. Puede conducir a la violencia o puede reducirse y gestionarse, como ha ocurrido a menudo a lo largo de la historia. El siguiente es un extracto de mi libro Our New World of Adult Bullies: How to Spot Them—How to Stop Them, en el que se explica cómo todos podemos mejorar o empeorar la situación:

El poder de la polarización

Pocas personas reconocen que el mismo proceso de polarización actualmente ocurre con regularidad en todo el mundo, en tres niveles diferentes: en las familias, en los grupos y en la política. La polarización en todos estos entornos es principalmente un proceso emocional, más que lógico o ideológico. Los desacuerdos lógicos humanos siempre existirán. Son simplemente problemas a resolver. Nos ayudan a considerar más de una opción o enfoque, lo que nos ayuda a aprender con el tiempo qué funciona mejor. En relaciones de igualdad, tenemos muchas formas de negociar soluciones a nuestras diferencias, grandes y pequeñas, como turnarnos, buscar más información, llegar a acuerdos o probar ambas opciones.

La polarización es personal. La polarización intensa, del tipo aterrador que puede convertirse en violencia, es más que una diferencia de opiniones lógicas. Es una forma de poder emocional primitivo. Hace que la gente diga que tú, tus posturas y tu grupo están totalmente equivocados, son inferiores, infrahumanos o no deberían existir. Lo sientes emocionalmente, en tus entrañas. El punto de vista del otro lado se siente verdaderamente amenazador para la vida, y sus miembros pueden decir cosas potencialmente mortales que refuerzan este miedo, tal vez de una manera aparentemente en broma, pero tales bromas tienen serias implicaciones. Si bien la polarización puede tener causas lógicas, su intensidad está impulsada emocionalmente principalmente por los líderes agresores. Lo hacen personal para lograr que las personas a las que polarizan luchen entre sí para que el bully pueda ganar poder o mantenerlo, como un padre acosador narcisista. La mayoría de los padres seguros saben que no deben enfrentar a sus hijos entre sí.

Asimismo, la polarización no está impulsada por los desacuerdos ideológicos en sí mismos. Amigos y familiares han discutido sobre política durante siglos. Pero, de vez en cuando, los líderes políticos abusivos convierten diferencias menores en narrativas intensamente emocionales de “nosotros contra ellos”. Se trata de gente buena versus gente mala, patriotas versus traidores, creyentes versus infieles, o los que lo merecen versus los que no lo merecen. Cuando la gente acepta esta falsa distinción de nosotros contra ellos, naturalmente aumenta la polarización y el riesgo de violencia.

Los acosadores pueden polarizar a las personas sobre cualquier cosa: dinero, edad, apariencia, valores, nacionalidades, tratamientos médicos, precauciones de seguridad, resultados electorales e incluso opciones alimentarias. Cuanto más se repite este poder emocional primitivo, más intensa es la polarización. Así, la polarización crece o disminuye en función de los líderes de la familia, el lugar de trabajo, la comunidad o la nación. Viene de arriba hacia abajo.

Esto es especialmente cierto en países con líderes bullies. Por ejemplo, una vez viajaba a Camboya y visité los campos de exterminio, donde en la década de 1970 los Jemeres Rojos masacraron al 25 por ciento de la población camboyana. Pol Pot, el brutal dictador, había vuelto a los pobres y a los agricultores contra el gobierno urbano y los profesionales en un amplio esfuerzo por destruir cualquier posible oposición a su poder.

Nuestro guía hizo que nuestro grupo de 12 personas se sentara en una mesa de picnic mientras describía las formas en que una persona tras otra fue ejecutada en estos terrenos. Luego me miró, señaló y exclamó: “¡Estarías muerto!”. Pregunté por qué. “¡Porque usas gafas! Eso ere una supuesta señal de que pertenecías a las clases élite, como el gobierno o las universidades”. La polarización puede ser fatal.

La polarización llega desde líderes que son bullies

No es inmediatamente obvio que la polarización intensa provenga de un poder emocional primitivo, que puede dejar a la gente común molesta y desconcertada, preguntándose qué hicieron para causarla. Sin embargo, la intensa polarización no viene de abajo hacia arriba. La gente no anda polarizada sin un líder que les instruya en el pensamiento de nosotros contra ellos. La gente suele entender esto al revés. ‘No me di cuenta de que estábamos tan polarizados. ¿Qué hemos hecho para causar esto?’ Eso es lo que los bullies quieren que pienses, ya que niegan activamente haber provocado tal cosa.

En realidad, no somos “nosotros” quienes hemos causado esto. Comienza desde arriba, desde la historia del bully. Al utilizar la repetición emocional, el bully crea un miedo intenso, que detona una ira intensa hacia el blanco del agresor. Recuerda, las emociones son contagiosas. El bully define la crisis, el villano y el héroe (todas las fantasías). Luego, cuando las personas repiten los mensajes emocionales que han escuchado (a menudo palabra por palabra), la polarización crece.

Lo que vemos, escuchamos y repetimos

No tenemos que participar en esto. Si un líder instruyera a un grupo sobre tolerancia y unidad, la polarización sería mínima. La mayoría de las personas tienen la capacidad tanto para el pensamiento contradictorio como para el pensamiento cooperativo. Un líder saca lo mejor o lo peor. Los líderes acosadores son quienes sacan a relucir lo peor de nuestro pensamiento adversario, con instrucciones detalladas de las historias de sus agresores sobre la terrible crisis, el enemigo malvado y el héroe (el bully, por supuesto). En todas estas situaciones, los bullies exageran los desacuerdos más pequeños o las emociones negativas y los magnifican hasta convertirlos en grandes disputas de nosotros contra ellos, ganar-perder, alto conflicto, héroes contra villanos.

Una vez que las personas están enganchadas emocionalmente, a menudo repiten esto y lo empeoran. Nuestra parte está en lo que miramos, escuchamos y repetimos. No causamos la polarización actual, pero podemos hacer que empeore aún más con nuestras propias acciones ingenuas, o mejorarla, con nuestro autocontrol y respeto por todos, incluso aquellos con quienes no estamos de acuerdo.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Bill Eddy LCSW, JD

Bill Eddy, Trabajador Social Clínico Acreditado, Doctor en Jurisprudencia, es abogado, terapeuta, mediadior, Director de Entrenamiento del High Conflict Institute en San Diego, y autor de muchos libros incluyendo 5 Types of People Who Can Ruin Your Life (2018).

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