Memoria
La música nos conecta con el pasado
Investigación indica que la música es mejor señal de memoria que la comida.
16 de febrero de 2023 Revisado por Lybi Ma
Los puntos clave
- En un estudio reciente, comparamos la música y la comida como señales de recuerdos autobiográficos en la vida cotidiana.
- La música evocaba más recuerdos que la comida, que se recuperaban de forma más espontánea.
- La música también evocó más recuerdos personalmente significativos que la comida.
Muchas personascreen intuitivamente que la música es una señal poderosa para los recuerdos autobiográficos de eventos de nuestro pasado. La música se utiliza cada vez más como una herramienta para ayudar a las personas con demencia a reconectarse con su pasado. Las canciones favoritas también pueden servir como una forma significativa de estructurar discusiones sobre la historia de la vida de uno, como se evidencia en el programa de radio Desert Island Discs de la BBC.
A pesar de estos usos prácticos, la investigación científica en este dominio ha tenido un alcance limitado. La mayoría de los estudios de recuerdos autobiográficos evocados por la música hasta la fecha han utilizado extractos de música seleccionados por investigadores, generalmente música pop que encabeza las listas de éxitos. Además, dichos datos se recopilan predominantemente en laboratorios científicos o experimentos en línea, en lugar de los contextos cotidianos en los que normalmente nos encontramos con la música. Esto significa que tenemos información limitada sobre cómo la música que realmente escuchamos en situaciones de la vida real estimula el recuerdo autobiográfico.
En un estudio publicado esta semana (Jakubowski et al., 2023), mis colegas y yo buscamos corregir este desequilibrio. Recolectamos datos de 78 participantes durante su vida cotidiana. En el transcurso de cuatro días, se les pidió que tomaran nota de cada vez que una pieza musical activaba un recuerdo autobiográfico en un diario de papel.
También comparamos estos recuerdos autobiográficos evocados por la música con los recuerdos autobiográficos evocados por la comida, que se registraron de manera análoga durante otro período de cuatro días. Además, comparamos grupos de adultos jóvenes (de 18 a 34 años) y mayores (de 60 a 77 años) en ambas tareas.
Encontramos que la música evoca significativamente más recuerdos autobiográficos que la comida en ambos grupos de edad. La música también desencadenó más recuerdos involuntarios: recuerdos que vinieron a la mente espontáneamente sin un esfuerzo deliberado. Esta es una evidencia notable del “poder de la música”, dada la creencia popular de que los olores y los sabores son señales particularmente efectivas para los recuerdos involuntarios, como en la anécdota de la magdalena de Marcel Proust en En busca del tiempo perdido.
Además, los recuerdos evocados por la música se clasificaron consistentemente como más importantes para la historia de la vida que los recuerdos evocados por la comida. Esto sugiere que la música está más ligada a nuestro sentido de identidad que la comida. De hecho, investigaciones anteriores han demostrado que las preferencias musicales están vinculadas a aspectos importantes de nosotros mismos, como nuestra personalidad, preferencias políticas y estilos cognitivos.
También se encontraron varias similitudes entre los recuerdos evocados por la música y los alimentos. Ambos tipos de memoria provocaron principalmente emociones positivas, y los dos tipos de memoria no difirieron en las calificaciones de cuán vívido o antiguo era el recuerdo.
En general, los adultos mayores no se diferenciaron de los adultos jóvenes en el número de recuerdos autobiográficos recordados. También recordaron una proporción similar de recuerdos involuntarios a adultos jóvenes. Estos resultados contrastan con los estudios de laboratorio típicos, que a menudo han mostrado una disminución significativa relacionada con la edad en el recuerdo deliberado de la memoria. Sin embargo, nuestros hallazgos se alinean con algunos estudios previos sobre la memoria involuntaria en la vida cotidiana (Berntsen et al., 2015; Warden et al., 2019), lo que sugiere que los estudios de laboratorio sobrestiman los impactos negativos del envejecimiento en la memoria en comparación con estas tareas más naturales.
Los datos para este estudio se recopilaron en los EE. UU. y el Reino Unido. Esperamos en el futuro expandir el alcance global de este trabajo, para explorar si las culturas que utilizan la música y la comida de diferentes maneras pueden mostrar diferentes patrones de resultados.
A version of this article originally appeared in English.