Neurociencia
La conciencia es más que la pequeña voz de tu cabeza
El rompecabezas de la conciencia continuaría sin el "yo narrativo".
16 de mayo de 2024 Revisado por Davia Sills
Los puntos clave
- Existe una distinción entre el "yo narrativo" y el "yo perceptivo "más básico".
- La conciencia básica persistiría sin la participación de un "yo narrativo".”
- Para comprender la conciencia, debemos enfocarnos en una conciencia básica que no involucre un yo narrativo.
La distinción entre el "yo perceptual" y el "yo narrativo" señala el camino para futuras investigaciones sobre la conciencia y el cerebro.
El rompecabezas central con respecto a la conciencia y el cerebro es: ¿cómo puede algo físico generar una experiencia de cualquier tipo? Por experiencia, nos referimos a la conciencia básica: conciencia de un objeto frente a uno, de zumbidos en los oídos, de dolor o de un recuerdo de la infancia. Estas son experiencias. A veces, estas experiencias se denominan "estados fenoménicos", "sensibilidad" o "qualia".
Hasta donde sabemos, las perillas de las puertas y las sillas no tienen ninguna experiencia y, presumiblemente, las computadoras tampoco. Estas experiencias son logros del cerebro. El cerebro hace algo que permite que ocurran estas experiencias. No surgen de la nada y no surgen de cualquier circunstancia, al igual que los arcoíris, los televisores y las grabaciones de audio. Estas experiencias son de alguna manera el logro de las neuronas. Existe una evidencia abrumadora de que estas experiencias (es decir, la conciencia básica) provienen de las actividades del cerebro.
La conciencia básica a menudo se contrasta con procesos que no están asociados con la conciencia (por ejemplo, el control de la peristalsis o del reflejo pupilar). Las preguntas empíricas se convierten entonces en: ¿Qué tiene de especial el circuito cerebral que conduce a los estados conscientes? ¿Por qué los circuitos para el peristaltismo y el reflejo pupilar no causan estos estados?
El Yo perceptual vs. el Yo narrativo
Aparte de la conciencia básica, los teóricos a veces hablan de otras formas de conciencia, como el yo narrativo : "La identidad que puede asociarse con un nombre, una historia y un futuro... Para que exista la identidad personal, tiene que haber una historia previa personalizada, un hilo de recuerdos autobiográficos, un pasado recordado y un futuro proyectado" (Seth, 2021, pág. 159). Cuando uno se engancha o se le ocurre una historia sobre la historia de su vida, o de lo contrario está hablando en su cabeza, generalmente se trata de su yo narrativo. Los pensamientos verbales del yo narrativo a menudo se asocian con esa vocecita dentro de la cabeza, que es solo uno de los muchos tipos de pensamientos conscientes. Algunos pensamientos no son verbales, sino que son, por ejemplo, visuales.
Es importante tener en cuenta que el yo narrativo involucra procesos cognitivos de orden superior más allá del de la conciencia básica. La conciencia básica persistiría en ausencia del yo narrativo, como podría ocurrir, por ejemplo, durante la anestesia del hemisferio izquierdo en la tarea de la Ama. Esta conciencia básica restante podría ser el "yo perceptual" sin la participación del "yo narrativo".
Además, los fenómenos "atencionales" atribuidos al yo (por ejemplo, prestar atención deliberadamente a algo) aún surgirían en ausencia de, digamos, el yo narrativo (Seth, 2021) o el "intérprete del hemisferio izquierdo" asociado (Gazzaniga y LeDoux, 1978), que presenta explicaciones coherentes, correctas o incorrectas, de lo que sucede. Un "tú" consciente, con un sentido de agencia y volición, aún existiría sin el yo narrativo. Todavía habría un campo consciente repleto de experiencias perceptivas, impulsos, deseos, fenómenos de atención, el sentido de agencia y muchos tipos de contenido consciente. Uno es más que la vocecita dentro de la cabeza y los recuerdos autobiográficos, y el sentido de identidad, asociados con el yo narrativo. Todavía habría un campo consciente sin estos componentes. Además, aparte del yo narrativo, hay otros contenidos de orden superior en la conciencia.
Con lo anterior en mente, es importante tener en cuenta que el misterio de la conciencia básica (es decir, cómo la actividad neuronal puede dar lugar a una experiencia de cualquier tipo) se aplicaría a los estados conscientes que carecen de las características o componentes sofisticados (por ejemplo, el yo narrativo) que a menudo son parte de los estados conscientes. En otras palabras, para explicar la conciencia básica, no es necesario explicar cómo surgen las cogniciones de orden superior, como las asociadas con el yo narrativo. El desafío es simplemente explicar cómo una experiencia de cualquier tipo podría surgir de las actividades neuronales. La experiencia no tiene por qué ser sofisticada. No necesita poseer capacidad de razonamiento, involucrar estructuras de conocimiento sofisticadas, tener una larga duración, estar organizado o incluso tener extensión espacial (como ocurre hasta cierto punto en el olfato).
Quizás las ideas y descubrimientos futuros revelen que una o más de estas características son realmente necesarias, como ingrediente crítico, para que exista alguna forma de conciencia básica. Sin embargo, en la actualidad, hasta donde sabemos, parece que la conciencia básica aún podría existir de alguna forma y ser igualmente misteriosa cuando estas características de nivel superior están ausentes. La distinción entre el "yo perceptual" y el "yo narrativo" señala el camino para futuras investigaciones sobre la conciencia y el cerebro. Para descubrir cómo funciona el cerebro, la investigación debe centrarse en las experiencias conscientes más básicas. Una buena analogía es que es más fácil realizar "ingeniería inversa" y descubrir cómo funciona un automóvil mirando un viejo Volkswagen Bug que mirando un automóvil moderno, que tiene tantos componentes computarizados.
A version of this article originally appeared in English.