¿Es verdad que los hombres se acostarán con quien sea?

“Los hombres son cerdos y se acostarán con cualquier cosa que se mueva”.

Es un sentimiento que he escuchado muchas veces antes. A veces con un tono irónico, una mirada de disgusto o una lágrima en los ojos. Es claramente una generalización excesiva y una exageración, pero ¿hay algo de verdad en esta psicología popular? Hoy en ‘Darwin en el mundo de las citas’: ¿cuándo bajan las personas los estándares de su pareja?

Corrigiendo el récord

En primer lugar, dejemos las cosas claras: no creo que los hombres sean unos cerdos y se acuesten con cualquier cosa. Sabemos que hay un espectro completo de exigencia en los hombres, desde los muy exigentes hasta los muy relajados. Y este rango también se puede encontrar en mujeres. Si buscamos lo suficiente, encontraremos hombres tan exigentes que nunca pierden su virginidad y mujeres que parecen no tener ningún estándar.

El caso es que hay mucho ruido y variación. Los investigadores psicológicos lo saben muy bien. La investigación psicológica trata de encontrar una señal aunque sea débil entre todo el ruido. Cualquier afirmación clara en blanco y negro sobre las diferencias sexuales, incluidas las afirmaciones de que todos los miembros de un sexo actúan de la misma manera, debe ser recibida con escepticismo.

Dicho esto, sí se pueden encontrar patrones entre el ruido. Patrones que son lo suficientemente claros como para sacar algunas conclusiones sobre el comportamiento de apareamiento típico de cada sexo, pero no lo suficiente para predecir el comportamiento de los individuos con un alto grado de precisión. Patrones que las personas pueden detectar y usar para ayudarlas a hacer juicios más precisos pero falibles.

Bajando los estándares

Uno de estos patrones es que, en la búsqueda del sexo, los hombres más que las mujeres están dispuestos a "bajar sus estándares". Pero hay una pieza importante del rompecabezas que a menudo se pasa por alto cuando se habla de esto. Se trata de un contexto de apareamiento.

Las personas pueden buscar sexo y nada más (apareamiento a corto plazo), o pueden buscar sexo con alguien con quien quieran comprometerse (apareamiento a largo plazo). Estas son dos estrategias reproductivas diferentes, enfoques distintos para el apareamiento que vienen con su propia psicología de apareamiento.

Selectividad de largo plazo

Los humanos, en general, son mamíferos unidos por parejas. Desde ciudadanos de megaciudades hasta pequeñas bandas de cazadores-recolectores, tienden a buscar una pareja de la cual enamorarse y compartir su vida casi como un "escenario predeterminado". Y este ha sido el caso durante cientos de miles (quizás millones) de años. Esto no quiere decir que esto sea lo que todos hacen o que es lo que la gente "debería" hacer, solo que tiende a ser lo que los humanos suelen hacer.

Debido a esta "configuración predeterminada", los humanos son, en general, muy exigentes con sus parejas de largo plazo. Eso es de ambos sexos, para ser claros. No somos como el pavo real, donde el pavo real gasta todos sus esfuerzos tratando de convencer a las pavas exigentes de que se apareen con él. Si los humanos fueran así, las primeras citas serían muy diferentes. Podríamos encontrar hombres vestidos con sus mejores galas mientras que las mujeres usarían sus pijamas más cómodos.

No, ambos sexos son bastante quisquillosos y con razón. Invertir en una relación (y sus hijos resultantes) es un gran compromiso. A lo largo de nuestra historia evolutiva, nuestros antepasados, que eran exigentes con respecto a las personas en quienes invertían su tiempo y esfuerzo, sobrevivieron y prosperaron sobre sus pares menos exigentes, pares que se encontraron atrapados con alguien que no estaba dispuesto a corresponder con profundas implicaciones para su propia supervivencia y reproducción.

Hemos heredado la maquinaria mental de nuestros exigentes antepasados ​​y, al igual que ellos, queremos asegurarnos de que nos comprometemos con la mejor persona posible y que sean tan devotos de nosotros como nosotros de ellos.

Solo por ahora

El apareamiento a largo plazo, aunque es una opción popular, no es la única forma en que los humanos se reproducen. También somos capaces de apareamiento casual a corto plazo. Según la teoría de las estrategias sexuales, en determinadas circunstancias, este tipo de apareamiento puede haber proporcionado sus propios beneficios reproductivos a nuestros antepasados.

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Para las mujeres, el apareamiento a corto plazo podría haber servido para captar la atención de un hombre particularmente deseable, una puerta de entrada a una relación a largo plazo. También puede haberles permitido beneficiarse del acceso a los recursos y la protección de varios hombres en lugar de solo uno.

Para los hombres, el apareamiento a corto plazo sirvió como una forma de tener relaciones sexuales sin compromiso, simple y llanamente. Una relación sin ataduras podría permitir a los hombres transmitir más genes a las generaciones futuras sin la responsabilidad parental que suele acompañar a esto.

Los costos del apareamiento a corto plazo

Pero las estrategias a corto plazo habrían tenido costos: riesgos para la salud sexual y la reputación, por nombrar solo dos. Estos costos habrían afectado a los sexos de manera diferente, a menudo debido a diferencias en la biología reproductiva. Solo las mujeres se arriesgaban a que las dejaran criar solas a un hijo, por ejemplo.

En general, el análisis de costo-beneficio revela una gran asimetría entre los sexos. Para los hombres, una estrategia a corto plazo tenía el potencial de generar una gran recompensa reproductiva con poco riesgo. En contraste, para las mujeres, los altos costos se compararon con beneficios bastante modestos y dependientes del contexto.

Por lo tanto, las mujeres evolucionaron para usar el apareamiento a corto plazo con cautela, manteniendo un alto nivel de exigencia mientras lo hacían. Los hombres, por el contrario, capitalizaron la naturaleza de alto beneficio y bajo riesgo del apareamiento a corto plazo al reducir sus estándares para facilitar la búsqueda de parejas dispuestas a tener algo a corto plazo.

Como descendientes de estos jugadores en el histórico mercado del apareamiento, los hombres modernos tienden a estar más abiertos a una variedad de atractivos en el sexo casual que las mujeres. Los sexos tienden a tener diferentes estándares para las parejas, pero esto se restringe principalmente al dominio del sexo casual.

A fin de cuentas

Los hombres que parecen tener estándares bajos probablemente lo hagan en el contexto del apareamiento a corto plazo y en momentos y lugares que se prestan para el sexo casual.

¿Podemos usar esta lente de apareamiento a corto y largo plazo para ayudarnos? Creo que sí. Si el hombre está buscando una relación estable a largo plazo, puede valer la pena pensar en lo que puede hacer para asegurarse de entrar en contacto con quienes buscan relaciones a largo plazo en lugar de a corto plazo.

Puede encontrar a alguien que use una estrategia de apareamiento a corto plazo en cualquier lugar, pero es más probable que suceda en clubes nocturnos que en bibliotecas y en grandes grupos de personas con vínculos sociales débiles (por ejemplo, universidades) que en grupos más pequeños y unidos donde todos se conocen entre sí.

También podría valer la pena considerar qué estrategia está siguiendo. Muchas personas afirman desear una relación comprometida, pero mantienen las preferencias y deseos de alguien interesado en el apareamiento a corto plazo.