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Verificado por Psychology Today

Parapsicología

El hombre más malvado de la historia

Documentos originales muestran cómo condiciones arduas ayudan a crear a un asesino.

 John Borowski
Mugshot composite
Source: Permission: John Borowski

Carl Panzram fue un asesino serial estadounidense a principios del siglo XX, cuya ola de crímenes se extendió hacia varios continentes. Dijo haber matado a 21 personas (que recordara), entre miles de crímenes adicionales, desde robo hasta violación. También formó parte de una de las amistades de prisión más extraordinarias de las que se tenga registro. En el libro de John Borowski, Panzram en Leavenworth, se presenta una impresionante colección de documentos de archivo relacionados con su último paso por la cárcel y su ejecución.

Borowski es un autor y cineasta laureado. Pasó cinco años en el laberinto de Panzram para hacer una película exhaustiva sobre la vida y crímenes del asesino: Carl Panzram: El espíritu del odio y la venganza. Él cree que la historia de este asesino es una advertencia con implicaciones morales.

“La vida en prisión de Carl Panzram, su dolor y tortura, es una lección importante sobre cómo los castigos corporales pueden crear a un ser humano lleno de odio”, me dijo. “Posiblemente de mayor importancia es la lección de su guardia de celda, Henry Lesser, quien ejemplifica que elegir la bondad sobre el odio es una filosofía mucho mejor que asustar para obtener respeto”.

Por supuesto, es posible leer la propia autobiografía de Panzram: Homicida: el diario de un asesinato, pero Borowski aporta aún más información sobre el camino hacia la ejecución de Panzram, una muerte que recibió con brazos abiertos. Borowski se enfocó en el último encarcelamiento de Panzram, en la penitenciaría de Leavenworth, donde asesinó brutalmente a un guardia de la prisión. Incluye numerosos reportes de prensa que muestran cómo los medios hicieron de esto un incidente sensacionalista. Mientras más buscaba documentos, más se daba cuenta de que las narrativas comunes eran inexactas. Usando un archivo federal que ningún otro biógrafo había estudiado, Borowski aclara las cosas. Al igual que sus otros libros sobre documentos archivados relacionados con asesinos seriales, brinda suficiente información como para que los lectores reflexionen sobre el asunto y decidan por su cuenta.

Borowski es uno de los investigadores más meticulosos que conozco. Encuentra documentos y archivos que antes eran inaccesibles y revisa rumores que podrían considerarse como ciertos hasta estar completamente satisfecho con su origen. Ha escrito otros libros acerca de Ed Gein, Jeffrey Dahmer, Albert Fish, John Wayne Gayce y H.H. Holmes, pero este es más un exposé.

Panzram definitivamente se metió en problemas desde temprano. Fue arrestado por ebriedad cuando solo tenía 8 años, tuvo una vida dura. Eventualmente terminó por referirse a sí mismo como “el espíritu de la crueldad personificado” y culpó al interminable abuso por parte de su familia, la religión y a los guardias de prisión por su mal temperamento y deseo de asesinar. Asesinaba y violaba indiscriminadamente y le parecía que el homicidio era divertido. La pregunta principal es, si tuvo más peso su desarrollo natural o su crianza. Borowski cree que la culpable fue su crianza.

Panzram nació en 1891 en la zona rural de Minnesota. Sus estrictos padres religiosos habían emigrado allá de Alemania. De niño, hacía escándalos para llamar la atención, lo que provocaba un rápido castigo por parte de su padre, de mal temperamento. Terminó por resentir a sus padres. Según él mismo contaba, Panzram empezó a guardar injusticias como monedas en una alcancía, esperando oportunidades de venganza. Las cobró todas y añadió un poco extra.

Panzram robaba casas vecinas, lo que lo llevó a pasar un rato en la Escuela Estatal de Entrenamiento de Minnesota, un colegio de estilo militar. Decía haber sido latigueado y violado en ese lugar. Al salir, se volcó a provocar incendios. Solo le interesaba la venganza. Después de muchos más incidentes en los que fue victimizado, Panzram decidió que debía actuar primero para imponer su voluntad. Debido a su inexorable criminalidad, la mitad de su vida estuvo en algún tipo de detención. En algunos lugares sufrió de golpizas brutales, en parte porque se peleaba con los guardias. No era ningún prisionero ejemplar, así que este hombre irascible era un imán de abusos.

El psiquiatra Karl Menninger, quien una vez tuvo un interés profundo en el convicto,achacaba la hostilidad de Panzram a su tratamiento en la escuela militar. Menninger escribió que “las injusticias perpetradas a ese niño le despertaron reacciones insoportables de retaliación que un niño se ve obligado a reprimir y posponer pero que tarde o temprano salen a la luz de alguna forma. El salario del pecado es la muerte, el asesinato provoca suicidio, matar es morir”.

El último encarcelamiento de Panzram ocurrió en 1928. Confesó haber matado a dos niños y fue enviado a Leavenworth. Ahí también lo disciplinaban duramente. También ahí encontró un amigo.

El guardia de la prisión, Henry Lesser sintió lástima por él y le dio un dólar. Panzram estaba tan sorprendido por esa amabilidad que los dos hombres empezaron a platicar. Pronto, Panzram accedió a escribir la historia de su vida e hicieron un acuerdo clandestino: cuando Panzram escribía alrededor de 15 páginas, las dejaba entre las barras de su celda. Cuando Lesser hacía sus rondas nocturnas, las tomaba y le daba más hojas. En esta confesión de 20,000 palabras, Panzram detallaba sus crímenes.

Serial Killers Lecturas esenciales

Panzram había advertido que mataría a cualquier hombre que lo molestara. Robert Warnke, el capataz de lavandería civil fue ese hombre. Tuvieron un desacuerdo y Panzram le dio un golpe fatal. Puedes encontrar todos los detalles de este incidente en el libro de Borowski.

Panzram fue enjuiciado por asesinato. Muchos testigos lo acusaron y él se negó a recibir ayuda de su abogado. Fue sentenciado y el 5 de septiembre de 1930, Panzram murió colgado. Si les dijosus famosas últimas palabras a sus guardias (“sí, ya apúrate bastardo”), les dijo cualquier otra cosa o no dijo nada en absoluto antes de ser colgado sigue siendo un misterio. Borowski discute esto también.

Panzram estaba orgulloso de los asesinatos que cometió y solamente deseaba haber logrado unos cuantos más. Decía odiar a toda la raza humana y que deseaba poder matar a todos.

Como nota Borowski, su vida ofrece una lección acerca de los efectos que tiene el abuso extremo en el espíritu humano. Pero, el gesto de Lesser no fue la única amabilidad que recibió Panzram. Una vez le dieron salidas sin supervisión y traicionó esta confianza. Su comportamiento brinda una mejor medida de lo que estaba dispuesto a hacer que cualquier cosa que dijera que podría haber hecho si más personas hubieran sido como Lesser. Incluso las cartas a Lesser muestran la falta de paciencia de Panzram, uno de los rasgos que lo metió en problemas.

Yo no estoy tan convencido como Borowski de que Panzram podría haber sido un mejor hombre, pero ofrece una colección fascinante de documentos sobre un asesino que ha recibido poca atención. La película de Borowski es bastante buena también.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Katherine Ramsland Ph.D.

La Dra. Katherine Ramsland, es profesora de psicología forense en la Universidad DeSales y autora de 69 libros.

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