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Personalidad
Cómo trabajar de manera armoniosa con una personalidad dominante
6 consejos que te ayudarán a lograr la armonía en tu equipo.
4 de enero de 2022 Revisado por Devon Frye
Casi todos los equipos tienen al menos un tipo de personalidad dominante que está motivado por ganar, competir y alcanzar resultados. Si bien los tipos de personalidad dominantes a menudo se consideran imponentes y confiados, sus características tienen un lado negativo. También pueden volverse obstinados, agresivos y demasiado directos.
Tomemos a Gabo, gerente de desarrollo comercial de una empresa de alimentos y bebidas. Gabo era considerado un "hacedor", o alguien extrovertido y siempre dispuesto a enfrentar un desafío. Era decisivo, nunca dudaba y tomaba medidas rápidas para impulsar nuevas ventas. Su estilo exigente y asertivo le permitió a la compañía obtener nuevas cuentas, pero tuvo un costo. Gabe a menudo molestaba a los altos directivos cuando eludía la autoridad para impulsar nuevos procedimientos. También tendía a concentrarse en los objetivos de ventas en detrimento de las relaciones a largo plazo con los clientes.
Trabajar con alguien como Gabo puede ser un desafío, especialmente si estás en el extremo opuesto del espectro de la personalidad. Muchos de mis clientes de coaching, que tienden a ser profesionales reservados, empáticos y orientados a las personas, batallan con personalidades dominantes. Les resulta difícil lidiar con la naturaleza controladora y exigente de sus colegas dominantes, y muchos de mis clientes tienen dificultades para mantenerse firmes frente a la fuerte voluntad del tipo dominante.
Si esto te suena familiar, es posible que te preguntes por qué tus colegas dominantes hacen lo que hacen y cómo encontrar la paz al trabajar con ellos. Lo bueno es que no tienes que renunciar a ser bondadoso y cariñoso si esa es tu disposición natural. Pero si deseas tener éxito en la vida laboral, es esencial que aprendas a trabajar con personalidades diferentes a las tuyas, incluidos los dominantes.
6 Maneras de trabajar de manera más efectiva con tipos de personalidad dominante
1. Enfócate en el “qué” no en el “cómo”.
Los tipos de personalidad dominantes están orientados a las tareas. Se preocupan por los resultados, no por los procesos. Cuando hables con ellos, céntrate en hechos concretos y tangibles. Opta por hacer afirmaciones o sugerencias directas en lugar de abordar las conversaciones como una sesión de lluvia de ideas. Habla sobre cómo tu propuesta afecta el resultado final y los resultados esperados.
2. Evita las conversaciones casuales.
Los tipos de personalidades dominantes operan con urgencia y aprecian la eficiencia. Son el tipo de colegas con los que se deben omitir las cortesías e ir directo al grano. Por ejemplo, omite frases como "¿cómo estás?" o "espero que todo bien", desde el comienzo de tus correos electrónicos. De manera similar, pasa directamente a la agenda de la reunión, asegurándote de mantener las bromas al mínimo.
No pierdas tu tiempo repitiendo eventos, repitiendo detalles o construyendo hasta llegar al punto. Empieza con el mensaje clave y ve al grano.
3. Dale independencia.
Para influir en un tipo de personalidad dominante, debes comprender qué lo motiva, esto es el logro y el control. Cuanto más le des a esta persona espacio para la resolución de problemas y la toma de decisiones de forma independiente, más eficaz será. Las personalidades dominantes valoran la autonomía, así que no te sorprendas si los encuentros individuales son breves o inexistentes. Antes de delegar en una personalidad dominante, asegúrate de que las áreas de autoridad estén claramente definidas y articuladas. Enfócalo en objetivos audaces y ambiciosos a largo plazo para que siga apuntando más alto de manera constante.
4. Destaca de manera considerada las áreas de mejora.
Cuando le des a este tipo de persona comentarios sobre su desempeño, concéntrate en cómo los cambios de comportamiento que estás solicitando le ayudarán a alcanzar sus metas y obtener mejores resultados. Por ejemplo, uno de los colegas de Gabo señaló que su franqueza estaba afectando negativamente a sus subordinados directos. El colega compartió que si los miembros del equipo se fueran, significaría que Gabo tendría menos recursos con los que cumplir con las ventas de los clientes y, por lo tanto, podría no alcanzar sus objetivos. Ese encuadre inspiró a Gabo a cambiar su enfoque. También puedes utilizar la comparación como una forma de motivar de manera constructiva a aquellos con estilos dominantes. Por ejemplo, destaca a los competidores que se están desempeñando mejor como una forma de animarle a mejorar.
5. Rellena las brechas.
Los equipos productivos y saludables requieren una combinación de personalidades. Si estás trabajando junto a una personalidad dominante, impulsa su comportamiento siendo su contraste.
Si bien los tipos dominantes tienden a ser innovadores y progresistas, también pueden pasar por alto los riesgos y actuar con demasiada rapidez. Si tiendes a tomar decisiones de forma más cuidadosa y deliberada, puedes introducir estabilidad y razón en el proceso. Del mismo modo, puedes ser tú quien divida planes ambiciosos en detalles y guíe la implementación real.
6. No lo tomes personal.
Los tipos de personalidad dominantes pueden responder con brusquedad. Recuerda que su brusquedad no significa que estén enojados, molestos o rechazándote. Reconoce que si te hace preguntas directas es porque quiere involucrarse, no porque le falte confianza. Espera brevedad en sus interacciones y comprende que es parte de su patrón normal de comportamiento, no un reflejo de tu idoneidad para el trabajo.
Si eres alguien a quien se le dificulta afirmarse y hablar en el lugar de trabajo o has luchado contra el pensamiento excesivo y la falta de confianza en tu toma de decisiones, entonces hay mucho que aprender de los tipos dominantes. Integra las ventajas de su estilo en el tuyo y te sorprenderás de la eficacia de tu equipo.
© 2021 Melody Wilding
A version of this article originally appeared in English.
