Personalidad
Cómo se pierde el control de las emociones en el trastorno limítrofe de personalidad
Un nuevo modelo amplio del trastorno limítrofe rastrea las dinámicas de sus emociones.
23 de septiembre de 2020 Revisado por Kaja Perina
Para las personas con Trastorno Limítrofe de Personalidad (TLP), la pérdida de control de emociones negativas, también conocida como desregulación emocional, es un hecho regular de la vida. Un evento detona enojo, miedo o tristeza, lo que, a su vez, estimula adicionalmente un proceso de enganchamiento en el que no dejan de pensar en lo molestos que están. En el proceso, la intensidad de las emociones aumentan. En algún punto, los individuos encuentran que la única manera de reducir la intensidad es pasar su atención a algún tipo de salida física, como lastimarse a sí mismos. Cuando otro evento inicia el ciclo de nuevo, el individuo vuelve a estar en riesgo de daño físico.
Si conoces a alguien con trastorno limítrofe de personalidad, sin duda estás consciente de lo incapacitantes que pueden ser estos eventos. Cuando el autodaño toma formas extremas, el individuo puede llegar tan lejos como para intentar suicidarse. Hablar con la persona para tranquilizarla de este pico de intensidad emocional puede requerir más energía y capacidad de la que puedas reunir, sin importar cuánto intentes restablecer algún tipo de ecuanimidad y calma.
De acuerdo con Edward Selby y sus colegas de la Universidad de Rutgers (2020), la investigación sobre la psicopatía en general y los trastornos de personalidad en particular está limitada en sus capacidades de brindar un entendimiento empírico de este ciclo de desregulación emocional del enganchamiento al auto daño. Como notan Selby et al. esta limitante se debe al uso inapropiado de métodos estadísticos para evaluar la cadena de relaciones de emociones a comportamiento. En palabras de los autores, “estos suelen hacer que el mundo real se conforme con nuestros métodos de moldearlo, en lugar de que suceda a la inversa”.
Para explicar este problema, considera lo que pasa en un estudio típico de investigación de una población de pacientes. Los investigadores podrían obtener una medida de, digamos, desregulación emocional (qué tan fuera de control se siente un individuo) y relacionar puntuaciones de esta medida a los incidentes de autodaño. La investigación también podría tomar en cuenta el grado de enganchamiento. Introducir estas puntuaciones a un programa estadístico lleva a una correlación o estimación del grado en el cual los tres factores se relacionan entre sí.
Sin embargo, en el “mundo real” de las personas con trastorno limítrofe de personalidad, estos factores no ocurren de manera simultánea. Esa cadena que va de la emoción al enganchamiento mediante comportamientos de resultado ocurre de manera progresiva con un grado considerable de retroalimentación, moviéndose “hacia atrás” del autodaño hasta la escalación emocional. Un estimado en algún punto del tiempo no podrá evaluar qué tanto empeora los síntomas del individuo este ciclo negativo.
Para superar esta limitante de enfoques estadísticos de un solo punto, el equipo de la Universidad de Rutgers sugiere usar un método completamente diferente llamado estimación “Bayeciana”. Considera que tienes 3 factores (por ejemplo, emociones, rumiación y autodaño). Llamaremos a estos A, B y C. En este método Bayesiano, el investigador calcula la probabilidad de que ocurra “B” dado que “A” ha ocurrido. Esta actualización de la información basada en eventos anteriores le permite a los investigadores evaluar las probabilidades condicionales de eventos conforme ocurren en el tiempo.
Incluso sin saber las entradas y salidas del método estadístico utilizado para establecer el patrón de relaciones "A->B->C", probablemente es claro para ti en este punto que ese enfoque orientado a los procesos tiene el potencial de capturar el tipo de intensificación emocional que ocurre cuando las personas reaccionan a eventos que provocan las reacciones que se construyen una sobre otra con el tiempo. Los investigadores de Rutgers usan el término “modelo de cascada emocional (MCE)” para referirse al “proceso de retroalimentación positiva entre la emoción negativa y el enganchamiento que resulta en niveles que se intensifican progresivamente tanto de emoción negativa como de enganchamiento”.
Usar el modelo Bayesiano para entender el MCE puede resultar valioso porque, en palabras de los autores, “el MCE propone que hay efectos simultáneos y bidireccionales del enganchamiento y la rumiación que se influyen mutuamente con el tiempo, algo que aún es difícil de evidenciar”. En efecto, el modelo de retroalimentación propone que no es solo que A lleve a B, etc, sino que B puede retroalimentar A de una manera reverberante. El nuevo método estadístico no solamente puede estimar estos efectos, sino que también puede brindar una evaluación para el proceso entero, o el nivel “gestalt” que toma en cuenta todos los factores al mismo tiempo.
Para establecer la validez del MCE, los autores mejoraron su enfoque usando un método de recolección de datos conocido como “muestreo de experiencias”. En este método, los participantes completan evaluaciones varias veces al día para reportar su estado actual (“experiencia”). Otros estudios también han utilizado elmuestreo de experiencias, pero no con el tipo de evaluaciones estadísticas que podrían permitir que se estimen esos ciclos de retroalimentación. Adicionalmente, el equipo de investigación deseaba determinar qué tan específicamente aplicaría el MCE a las personas con trastorno limítrofe de personalidad en comparación con otros trastornos que involucran comportamientos autolesivos y enganchamiento; por ejemplo el trastorno depresivo y el trastorno de estrés postraumático.
Los participantes del estudio fueron 47 adolescentes y adultos jóvenes autolesivos de edades entre los 15 y 21 años de edad (la edad media fue de 19.1 con la mayoría de las edades entre 17 y 21). Después de completar las evaluaciones de diagnóstico, los participantes recibieron una aplicación telefónica que entregaba incitaciones aleatorias durante el día para completar breves reportes (de 3 a 5 minutos) sobre sus experiencias durante las 2 a 3 horas anteriores. Estas evaluaciones se llevaron a cabo durante un periodo de 2 semanas.
En cada evaluación momentánea, los participantes evaluaron sus afecciones sobre 19 dimensiones (usando una escala del 0 al 10) que incluyó los siguientes 11 artículos emocionales negativos: triste, enojado, dolido/emocionalmente rechazado, frustrado, ansioso/temeroso, solitario, vacío/adormecido, culpable, físicamente adormecido, avergonzado y abrumado. También calificaron qué tanto se habían enganchado o fijado en cada una de las emociones definidas como “repetitivo, pasivo, difícil de controlar y enfocado negativamente”:
Finalmente, los participantes indicaron si habían llevado a cabo los siguientes comportamientos “desregulados”, incluyendo el uso de alcohol, uso ilícito de drogas, compras impulsivas o comer en exceso, todos esos artículos se sumaron para crear una puntuación total.
Antes de avanzar a los hallazgos, puedes intentar experimentar en ti para ver cómo responderías, en diferentes momentos durante tu propio día a cada una de estas 3 escalas. También puedes preguntarte adicionalmente si tus respuestas ahora serían iguales o distintas a tus respuestas hace algunas horas. Si la respuesta es no, ¿qué eventos podrían haber transformado tu humor? Luego pregúntate si que te pusieran de mal humor te llevó a engancharte más, lo que acentuó aún más tu mal humor. En términos de resultados, ¿te descubriste comprando en línea o comiendo un snack extra?
Volviendo a los resultados, los autores encontraron que usando su modelo Bayesiano podían predecir con precisión un diagnóstico de TLP en el 90 por ciento de los casos y les permitió hacer distinciones entre otras dos categorías de diagnóstico. Entonces, sacando ventaja del método de pasos hacia atrás en el método estadístico, una vez que se introdujo el factor del diagnóstico, Selby y sus colaboradores fueron capaces de predecir el grado hasta el que los niveles tempranos de enganchamiento y emoción llevarían a un incremento en niveles posteriores de esos mismos componentes de MCE. En efecto, tal vez incluso de mayor importancia es que los autores fueron capaces de predecir con 95 por ciento de precisión si las personas con TLP llevarían a cabo autodaño posteriormente con base en sus puntuaciones de emoción y enganchamiento.
Imagina qué útil podría ser esta tecnología para la prevención. Como declaran los autores, el método de muestreo de experiencias potencialmente podría permitirle a los médicos “usar datos en tiempo real mediante la metodología de muestreo de experiencias para predecir comportamientos desregulados entre aquellos que padecen TLP”. Desde un punto de vista teórico, los hallazgos también respaldan la propuesta de que los efectos de cascada de las experiencias negativas, desde el enganchamiento hasta el autodaño podrían ayudar a explicar, al menos en parte, las dificultades que sufren las personas con este trastorno para navegar por sus vidas diarias.
Para resumir, la tecnología no puede resolver todos los problemas que tienen las personas con trastornos de personalidad para manejar sus síntomas y prevenir resultados perjudiciales. Sin embargo, este enfoque novedoso para estudiar a las personas con este trastorno podría ayudar a brindar información sobre cómo sus vidas, y las de aquellos que quieren ayudarles, pueden hacer corto circuito con esas cascadas emocionales negativas.
Imagen de Facebook: Behind-the-Lens/Shutterstock
Imagen de LinkedIn: pathdoc/Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.