Felicidad
Cómo sanar tu corazón roto
¿Es posible acelerar la sanación?
7 de septiembre de 2022 Revisado por Vanessa Lancaster
Los puntos clave
- No importa cómo tratemos de evitarlo, a todos nos rompen el corazón.
- Después de largos períodos de duelo, surge el deseo de recuperarse.
- Las relaciones sanas, las salidas creativas y el altruismo son la clave para sanar un corazón roto.
Tarde o temprano, todos enfrentamos tiempos oscuros, momentos en los que nos sentimos solos, aislados y perdidos. Momentos en los que queremos escondernos porque nuestros corazones se sienten tan rotos.
No importa cómo tratemos de evitarlo, a todos nos rompen el corazón. Mientras tu corazón late, es solo cuestión de tiempo antes de que se lastime.
Es posible que apenas notes pequeñas heridas, como comentarios críticos, un encuentro negativo en la calle o un mal día en el trabajo o la escuela. Luego están las heridas más grandes, como ser rechazado por un amor, traicionado por un amigo o sufrir dificultades financieras. Incluso si logras evitar tales heridas, la angustia de la enfermedad o la muerte eventualmente llega y destruye tu sensación de seguridad.
Dado que te rompan el corazón parece inevitable, ¿es posible acelerar la curación?
El corazón roto
Puedo recordar varias veces en mi vida cuando me sentí abrumado por el dolor emocional. Recuerdo haber visto a un miembro de mi familia luchar con una enfermedad que amenazaba su vida. Observé impotente cómo se desvanecía, sin responder a cada intervención. Busqué respuestas, oré y consulté a profesionales. Nada funcionó.
El corazón roto nos recuerda que hay límites; no todos los dilemas de la vida se pueden resolver. Incluso cuando el cuerpo sana, las cicatrices emocionales pueden perdurar. Cada vez que nos rompen el corazón, emergemos profundamente cambiados.
Cuando todas las intervenciones no lograron salvar a mi familiar, la desesperanza se apoderó de mí y me torturó con preguntas sin respuesta: "¿por qué sucedió esto? ¿Cómo podría alguien tan joven sufrir tan profundamente?" Muchas noches, subí a mi azotea y lloré. Miré a las estrellas y discutí con los cielos sobre la injusticia de la vida. Con el tiempo, me rendí a mi dolor.
Reparando tu corazón roto
Después de largos períodos de duelo, si te afliges por completo y te rindes a tu tristeza, surge el deseo de recuperarte; a veces te dices a ti mismo, "tengo que seguir adelante".
He brindado psicoterapia individual y grupal a cientos de personas con el corazón roto, personas que perdieron cónyuges por cáncer, hijos por accidentes o sufrieron traiciones profundas o dificultades emocionales. Mientras que algunos permanecen sumidos en el resentimiento y el aislamiento, otros parecen recuperarse antes. Aquí hay cualidades que he notado que los han ayudado a sanar sus corazones rotos:
1. Relaciones saludables. El adagio, "la felicidad compartida se duplica, el dolor compartido se reduce a la mitad", todavía es vigente. He notado en mi trabajo que las personas con el corazón roto que se rodean de buenos amigos y una comunidad de apoyo emergen del dolor emocional enriquecidas con una mayor capacidad de empatía y compasión por los demás en angustia. Como escribió el defensor budista de la paz Daisaku Ikeda: "Hay innumerables personas en el mundo cuyos corazones han sido heridos de alguna manera. En esos momentos, ¿qué le da a alguien la fuerza para seguir viviendo? Me parece que son los lazos humanos...No hay felicidad mientras estemos envueltos en nosotros mismos".
2. Salidas creativas. La creatividad es un bálsamo calmante para el corazón herido. Las salidas creativas como la música, la danza o la poesía se conectan directamente con nuestro subconsciente y brindan alivio emocional cuando las palabras nos fallan. Encuentra una manera de ser creativo; escribe, dibuja, toma fotos, cualquier cosa que enfoque tu atención hacia afuera y te distraiga del tormento que sientes por dentro. O usa ese tormento en un proceso creativo. Si no puedes pensar en nada, toma una clase o curso sobre algo nuevo y estimula tus jugos creativos.
3. Altruismo. Recuerdo que un amigo finalmente recibió un trasplante de riñón después de 10 largos años de diálisis. La operación fue un gran éxito. Después de enfrentarse a la muerte y ganar, se preguntó en qué se centraría a continuación. Una enfermera le ofreció un sabio consejo. Ella le dijo: "Usa tu dolor para inspirar a otros". Fue un momento de tal claridad que le quitó el aliento. Desde entonces, ha escrito sobre su experiencia, hablado con docenas de pacientes y, hasta el día de hoy, es una fuente de inspiración para muchos más. En mi experiencia, las personas que participan en actividades caritativas, ayudando a otros donando su tiempo y energía, sanan sus corazones rotos más rápido y despiertan un sentido más profundo de misión en la vida.
Para encontrar un terapeuta cerca de ti, visita el directorio de Psychology Today.
A version of this article originally appeared in English.