Cómo formamos recuerdos musicales

“Alexa, toca rock de los 90” es una frase que sale de mi boca casi a diario. Mi esposo (que resulta ser músico) me dice día tras día que hay un montón de música nueva por ahí que está seguro de que me encantaría. Pero cuando se trata de la música que me hace más feliz, siempre prefiero la música que amaba cuando era adolescente a mediados de la década de 1990. Estos son mis “viejitas pero bonitas”, como mis padres se referían a su música favorita de la década de 1960, que también resultó ser la música que era popular durante la época en que eran adolescentes. Siempre pensé que mi amor por el grunge de los 90 era solo la nostalgia de ser de mediana edad y recordar con cariño una época en la que era más joven. O tal vez es el hecho de que la mediana edad nos hace más fijos en nuestras formas. Pero una nueva investigación sugiere que podría haber más que eso.

Fuente: SCA Svenska Cellulosa Aktiebolaget

Según los neurocientíficos, la música puede ser una pista de memoria realmente poderosa. Piénsalo: ¿alguna vez has escuchado una canción que de repente te transportó a un día o a un momento que tiene algún tipo de significado especial para ti? Supongo que sí, y que la instancia probablemente fue en tu juventud. De hecho, los investigadores han llamado a las edades de 10 a 30 años el “golpe de la reminiscencia”, porque es un período de tiempo en el que almacenamos una cantidad desproporcionada de recuerdos en comparación con otras épocas de nuestras vidas. En un estudio bastante reciente, los investigadores le pidieron a más de 400 personas de entre 18 y 82 años que calificaran las canciones que aparecieron en las listas entre 1950 y 2015. Descubrieron constantemente que las personas recordaban mejor las canciones que eran populares cuando tenían entre 10 y 30 años de edad. Además de eso, también informaron que estas canciones evocaban la mayoría de los recuerdos (Jakubowski et al, 2020).

¿Por qué? Algunos investigadores piensan que es porque experimentamos muchos momentos importantes en estos años que ayudan a definir quiénes somos. De hecho, los años de la adolescencia son realmente importantes para desarrollar nuestro propio sentido de independencia e identidad personal. Además, es un momento en el que se están produciendo muchos cambios tanto en el cuerpo como en el cerebro. Comienza con la pubertad, que es el momento favorito de todos, y termina con la transición de estudiante de secundaria a adulto en edad universitaria. Entonces, puedes imaginar que los recuerdos de este período pueden ser particularmente destacados porque representan momentos importantes en la vida que nos hacen quienes somos: nuestra primera cita, nuestro primer beso, nuestra graduación de la escuela secundaria, el primer día de universidad e incluso nuestro primer trabajo.

Sin embargo, otros han señalado que esto no explica completamente el fenómeno, ya que incluso los eventos mundanos y cotidianos se recuerdan mejor durante este tiempo, no solo los momentos que definen la vida. En cambio, algunos investigadores han sugerido que la adolescencia es un período sensible para el rápido desarrollo del cerebro, especialmente en el dominio de la memoria, donde el cerebro es particularmente susceptible de recibir nueva información (Fuhrmann et al., 2015). Esto puede incluir el día en que te graduaste de la escuela secundaria o todas las letras de todas las canciones de Weezer en el Blue Album a pesar de su falta de importancia para cualquier habilidad práctica de la vida. Los investigadores encontraron evidencia para respaldar esta teoría en un estudio en el que observaron los cerebros de adolescentes y adultos a los que se les pidió que jugaran un juego simple. Más tarde se les pidió que recordaran detalles sobre ese juego mientras se escaneaban sus cerebros usando fMRI. Los adolescentes no solo recordaron más detalles sobre el juego que los adultos, sino que la parte del cerebro llamada hipocampo, que está más involucrada en la formación de recuerdos, también estuvo particularmente activa en los cerebros de los adolescentes durante el estudio, pero no en los cerebros de adultos. Esto sugiere que el hipocampo podría estar reforzando las experiencias de aprendizaje en la adolescencia y posiblemente haciéndolas especialmente memorables (Davidow et al., 2016).

Así que la próxima vez que le digas a Spotify que reproduzca 1979 de Smashing Pumpkins por octava vez esta semana, no te sientas viejo y triste: es solo la extraordinaria memoria de tu cerebro para la música que amábamos tanto en nuestra juventud. También significa que nuestros hijos se convertirán en adultos que aman la música de su juventud. Según los investigadores, para algunos, esa podría ser la música que les tocaron sus padres, lo que explica por qué las bandas favoritas de mis hijos en este momento incluyen Red Hot Chili Peppers, Green Day y Pearl Jam.