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Verificado por Psychology Today

Comportamiento animal

¿Cómo es el bienestar para otras especies?

¿O cuánto más feliz es mi perro que mi gato?

Los puntos clave

  • Algunas especies experimentan mayor placer (y dolor) que otras.
  • Comparar el bienestar entre especies es un problema importante para la ciencia del bienestar animal.
  • Hasta que comprendamos la sensibilidad de animales, confiamos en métodos experimentales y juicios de similitud

Imagina que un zoológico recibe una donación sustancial destinada a mejorar la prosperidad (alternativamente llamada bienestar) de sus especies. ¿Cómo deberían asignar estos fondos? El público en general a menudo pasa por alto la complejidad de este desafío.

Fuente: Roger Brown/Pexels
Fuente: Roger Brown/Pexels

En un artículo publicado recientemente titulado “Comparaciones de bienestar dentro y entre especies”, Heather Browning, una cuidadora de zoológico convertida en filósofa, intenta abordar este problema.

Consideremos algunos ejemplos. El zoológico podría utilizar la donación para comprar un juguete nuevo y emocionante para los leones. Podrían ampliar su recinto de pingüinos, o podrían comprar un refugio para proporcionar calor a las cebras durante los meses de invierno. Hay innumerables usos potenciales para la donación de cada especie que alberga un zoológico.

Sin embargo, los recursos son finitos, razón por la cual los administradores del zoológico (en consulta con los cuidadores del zoológico y los expertos en bienestar animal) buscan asignar los fondos de manera que maximicen el bienestar animal. Para lograr esto, necesitan la capacidad de comparar el bienestar de diferentes animales para determinar qué intervención sería más beneficiosa. Por ejemplo, ¿experimenta un hipopótamo mayor placer que un cocodrilo? Si es así, tendría más sentido proporcionar al hipopótamo un nuevo dispositivo de enriquecimiento.

Podría decirse que este problema es uno de los desafíos más importantes que enfrenta la ciencia del bienestar animal, el campo dedicado a comprender el bienestar de los animales.

Sin embargo, aunque se han propuesto muchas metodologías, Browning ha expresado algunas críticas:

Todas nuestras opciones disponibles para hacer comparaciones de bienestar son imperfectas, y necesitamos tomar decisiones explícitas específicas del contexto sobre cuál será la mejor para la tarea en cuestión, al mismo tiempo que reconocemos sus limitaciones potenciales.

Cómo resolver los problemas de comparación de bienestar entre especies dependerá del problema práctico que estemos tratando. Si solo estamos tratando con dos opciones alternativas, por ejemplo, como un juguete caro en un estuche versus un recinto barato para protegerlo del clima frío, puede ser fácil decidirse en virtud de una solución. Alguien que tenga un gato y un perro puede enfrentarse a esos problemas y tener una idea intuitiva de cómo resolverlos.

Pero para las decisiones a gran escala, el problema de las comparaciones de bienestar entre especies será mucho más difícil. La cantidad de animales puede variar sustancialmente; piensa, por ejemplo, en la cantidad de pollos en las granjas. ¿Cómo evaluamos las intervenciones o políticas de bienestar animal que podrían afectar a millones de animales? En la investigación, los científicos a menudo se han pasado a animales más pequeños con sistemas nerviosos menos complejos cuando los dolorosos experimentos en algunas especies se han vuelto controvertidos. Hay una suposición implícita en tal movimiento de que una rata sufriría menos que un mono, pero ¿cómo podemos abordar científicamente la cuestión de cómo se podría comparar el bienestar (o el sufrimiento) entre especies?

En última instancia, existe la necesidad de una gran cantidad de investigaciones futuras. Como argumenta Browning:

Más que cualquier otra cosa, necesitamos más investigación. Solo a través de una mejor comprensión de las experiencias subjetivas que componen el bienestar, cómo evolucionaron y cómo funcionan, podemos establecer una base empírica firme a partir de la cual justificar nuestras comparaciones.

Una vez que desarrollemos una mejor comprensión de la sensibilidad animal (la capacidad de tener sentimientos positivos y negativos), estaremos en una mejor posición para evaluar los rangos de bienestar de diferentes animales. Hasta entonces, tendremos que confiar en una variedad de métodos experimentales y juicios de similitud entre las especies, como cuán distantes están relacionadas dos especies, para hacer una diferencia plausiblemente significativa en su capacidad de bienestar.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Walter Veit Ph.D.

Walter Veit es estudiante de doctorado en Historia y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Sydney que se enfoca en la salud, psicología y evolución.

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