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Verificado por Psychology Today

Relaciones familiares

¿Alejarse o no alejarse? Dinámicas familiares tóxicas

Considera estos 5 factores al tratar con familiares difíciles.

A pesar de la falta de investigación, el alejamiento familiar es un problema común en la práctica privada. De hecho, se ha considerado como “la epidemia silenciosa” (Coleman, 2013).

El alejamiento generalmente se entiende como descontinuar una relación. Por ejemplo, el alejamiento entre padres e hijos ocurre cuando uno o más miembros de la familia se distancian voluntariamente y a propósito entre sí debido a una relación dañina constante (Scharp, 2018). Mientras que los conflictos familiares son inevitables, hay una diferencia entre la resolución funcional de conflictos y los patrones disfuncionales de resolución.

Desafortunadamente, la presencia de uno o más familiares tóxicos podría imposibilitar una resolución funcional de conflictos debido a la demostración de comportamientos caóticos, disfuncionales e hirientes, por ejemplo: violencia familiar excesiva como comportamiento verbal abusivo, mentiras, causar divisiones y volcar a unos contra otros con el fin de lograr el control. Como resultado, algunos clientes deciden distanciarse permanentemente. Sin embargo, no es una decisión fácil, al contrario, es complicado.

Alejarse o no alejarse es una decisión difícil y sumamente personal. A veces, las relaciones pueden volverse tan disfuncionales que son tóxicas: dañinas para la salud mental, emocional e incluso física. Algunos familiares pueden estar sufriendo de una enfermedad mental severa no diagnosticada (como narcisismo o psicopatía) que evitan que lleven a cabo relaciones saludables o equitativas. Involucrarse a largo plazo con individuos con problemas de personalidad podría hacer un daño serio.

Hay consecuencias severas que trae la interacción consistente con familiares tóxicos. Por ejemplo, la investigación ha encontrado que las relaciones emocionalmente abusivas con narcisistas puede tener efectos detrimentales a largo plazo, como depresión, ansiedad e incluso estrés postraumático. Además, hay consecuencias físicas que podrían resultar en estas experiencias adversas como enfermedades del corazón, trastornos autoinmunes y fibromialgia.

Para complicar las cosas, el alejamiento familiar puede ser percibido como tabú por la sociedad y puede llegar ser estigmatizado. Esas frases que escuchamos constantemente como que “la sangre es más fuerte que el agua” e ideas culturales sobre lo que “debería ser” la familia, puede provocar que los familiares sientan culpa y confusión sobre si deberían alejarse o no.

Por qué se alejan las personas

Los conflictos en las relaciones son oportunidades para crecer, aprender y volverse más cercanos y fuertes como una unidad. Las familias funcionales eventualmente son capaces de manejar el conflicto de maneras productivas. Entienden que su meta es entenderse mutuamente, mostrar apertura y empatía, aceptar otras perspectivas y llegar a una meta común.

Desafortunadamente, esto no suele ser posible en las familias disfuncionales. Esto podría ser debido a modelos sociales (patrones generacionales) y/o a que los individuos tienen sus propias personalidades patológicas como psicopatía, narcisismo o sociopatía. Los resultados podrían incluir inmadurez emocional, impulsividad, rehusarse a responsabilizarse y una incapacidad de disculparse.

Además la violencia emocional familiar puede ser excesiva. Cuando se combinan las tácticas dañinas con comportamientos de evasión de conflicto, como chismes, mentiras patológicas, críticas excesivas o poner a las personas la una contra la otra, puede surgir una dinámica familiar tóxica. Entonces, puede suceder un alejamiento entre padres, hermanos o familiares.

La investigación apoya que el alejamiento entre padres e hijos podría ser el resultado de una miríada de causas como la violencia emocional o física con una pareja emocional; también podría venir de dinámicas que son menos dramáticas pero muy significativas, como una crianza inadecuada o insensibilidad parental crónica (Alan & Moore, 2016). Los familiares pueden comportarse de maneras demandantes y menospreciar, perpetrar asaltos verbales o abusos, o cortar la comunicación cuando las cosas no salen como quieren.

De acuerdo con Agllias (2013) los indicadores de alejamiento familiar incluyen una carencia percibida de intimidad emocional, evasión de conflictos, distanciamiento físico y una falta percibida de resoluciones. El mal comportamiento de los padres como explosiones negativas intensas, así como conflictos consistentes, también son razones para alejamientos entre padres e hijos (Kelly y Johnson, 2001).

Cortar los lazos con familiares es una decisión complicada y hay varios factores a considerar junto con los grados de alejamiento y posible distanciamiento físico y emocional.

Aspectos a considerar

  1. Entiende que tienes derechos en la relación. Las relaciones saludables incluyen una buena comunicación: ser escuchado y entendido y que se valide tu experiencia emocional. Es esencial que existan límites, que se tomen las perspectivas de los otros y se llegue a acuerdos. Si las relaciones carecen crónicamente de esas características, considerar cierto nivel de distanciamiento podría ser una posibilidad.
  2. Niveles de estrategias de distanciamiento. “El distanciamiento social” se ha convertido en un término popular debido al COVID-19, pero hay otras formas de distanciamiento en las relaciones familiares que podrían ser útiles antes de considerar un alejamiento. Por ejemplo, de acuerdo con Scharp y Hall (2017), el distanciamiento podría ser una solución saludable a un ambiente insalubre. Esto significa considerar o limitar la comunicación solo a medios como el teléfono, correo electrónico o mensajes de texto y también limitar la frecuencia (una vez a la semana, una vez al mes o al año, etc). Mantener la distancia es distinto para cada persona y depende de la relación, tu responsabilidad dentro de la relación y el manejo de la culpa.
  3. Alejamiento vs. culpa. Mientras que la culpa puede ser una respuesta saludable, la culpa tóxica no lo es. Engancharte con que eres un “mal hijo” porque no estás cumpliendo con las exigencias de la familia que no son cómodas para ti es un ejemplo de culpa tóxica. ¿Preferirías no cenar con tu hermana porque sabes que van a discutir y preferirías mejor pasar tiempo tranquilo por tu cuenta? ¿Sería mejor dejar a los niños en casa de tus padres en lugar de quedarte con ellos tú también? En esencia, es importante monitorear tu nivel de culpa contra las estrategias de distanciamiento porque la culpa excesiva también podría ser dañina.
  4. Consecuencias del alejamiento. La investigación respalda que aquellos que se alejan lo hacen como una medida “protectora” para su bienestar general y lo describen como un alivio. Sin embargo, también trae pérdidas y dolor considerable. Las fiestas, cumpleaños y desastres o emergencias podrían ser difíciles.
  5. Considera ver a un terapeuta. Esta siempre es una buena opción por varias razones. Obtener la opinión de un profesional en cuanto a las dinámicas familiares, problemas específicos relacionados con tus propias circunstancias únicas y procesar los sentimientos puede ayudar a encontrar el mejor enfoque para ti. Puedes encontrar a un terapeuta cerca de ti aquí: España, México, Chile, Argentina, Colombia.

Imagen de Facebook: Elvira Koneva/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Tracy S. Hutchinson, Ph.D.

La Dra. Tracy Hutchinson, Ph.D. es académica, practicante y consultora en el campo de la consejería y la salud mental clínica, especializada en el cuidado del trauma, asuntos de mujeres, apego y espiritualidad.

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