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Verificado por Psychology Today

Whitney Goodman LMFT
Whitney Goodman LMFT
Cuidar de otros

14 señales de que te parentificaron en la infancia

Cómo sanar a tu “niño interior”.

La parentificación es cuando se forza a un niño a tomar el papel de un adulto. Muchos niños son empujados al rol de cuidador de sus hermanos más pequeños o se vuelven el árbitro en las discusiones de sus padres. Cuando los cuidadores no son capaces de representar por completo su papel, los niños terminan en situaciones inapropiadas para su desarrollo.

La parentificación ocurre dentro de un espectro y hay diferentes capas de daño que pueden desarrollarse. También hay cualidades que surgen a través de la parentificación que podrían beneficiarte en ciertas áreas de tu vida, como ser muy responsable o un excelente cuidador. No todo es malo, pero sí tiene el potencial de volverse catastrófico para un niño y su yo adulto. Tenemos que encontrar el balance adecuado entre responsabilidad y estructura y diversión y juegos.

Los niños que fueron parentificados con frecuencia necesitan trabajar en su niño interior. Usualmente batallan con la diversión y son fácilmente arrastrados al papel del cuidador. Su valía suele estar directamente relacionada con lo que le pueden dar a los demás y con qué tan “buenos” son. Típicamente se sienten más seguros en una estructura que en una situación de juego e improvisación.

Señales de que fuiste parentificado de niño

  1. Creciste sintiendo que debías ser responsable
  2. Tienes problemas con los juegos y con “soltarte”
  3. Te gusta sentirte en control
  4. Te arrastran a discusiones o problemas entre tus cuidadores
  5. Sientes que te dieron responsabilidades que no eran apropiadas para alguien de tu edad
  6. Recibías cumplidos por ser “tan bueno” o “tan responsable”
  7. Tal vez sientes que ser autosuficiente es mejor que intentar confiar en los demás
  8. No recuerdas haber “sido una niña”
  9. Tus padres tenían problemas para cuidar de sí mismos o de los demás y te ponían la responsabilidad a ti
  10. Con frecuencia te encuentras convirtiéndote en el cuidador de otros
  11. Ser un cuidador se siente bien, incluso cuando estás sacrificando partes de ti
  12. Tienes un sentido elevado de empatía y una capacidad de conectar más cercanamente con los demás
  13. Sientes que necesitas ser un pacificador
  14. Sientes que no se aprecian tus esfuerzos

Si te identificas con alguna de las señales en esta lista, podría ser útil ponerte en contacto con tu niño interior y permitirte experimentar esa parte de ti. La parte juguetona del niño interior suele ser la parte aplastada durante la parentificación. Esta parte quiere tener diversión espontánea y vivir libre de la culpa y la ansiedad.

Cómo ponerte en contacto con tu niño interior

  • Vuélvete consciente. Acepta que tienes un niño interior y conócelo. Necesitas escuchar su voz en serio y entender que, te guste o no, está ahí.
  • Conoce las necesidades de tu niño interior. Muchos niños crecen aprendiendo que sus necesidades no son importantes o que necesitan aplastarlas para sobrevivir. Escucharte a ti mismo y reconocer tus necesidades puede ser un concepto completamente foráneo. Lo que no recibimos de nuestros cuidadores de niños suele ser exactamente lo que necesitamos.
  • Responsabilízate. Esto es realmente difícil. Tienes que reconocer el dolor de que no se satisfacieran tus necesidades de la infancia. Tienes que reconocer que no fue justo y que dolió. Ahora eres un adulto abrumado con la responsabilidad de recriarte a ti mismo. Está bien decir que no fue justo y desear que fuera distinto. Pero la única manera de seguir adelante es decir: “voy a hacerme cargo a partir de ahora. Soy mi propio héroe. No necesito vivir así”.
  • Vuélvete padre y amigo de tu niño interior. Toma inventario de lo que no recibiste de niño y qué necesidades todavía deben satisfacerse. Esto es diferente a los demás. Tal vez no tenías estructuras de niño, así que las necesitas ahora. Tal vez tenías demasiadas estructuras en tu infancia y ahora necesitas libertad.
  • Encuentra una manera de honrar a tu niño interior de manera consistente. A continuación encontrarás una lista de cosas que tu niño interior podría necesitar.

Cosas que tu niño interior podría necesitar y cómo proveérselas:

Estructura: Crea estructura en tus días mediante una rutina, horarios y teniendo una hora específica para irte a la cama y para despertarte. Comprométete a cosas y llévalas a cabo. Los niños que fueron aprentificados con frecuencia fueron forzados a crear estructuras para los demás o a ignorar sus propias necesidades para mantener el status quo. Encuentra una manera de crear estructuras que sean significativas para ti y se sientan seguras.

Juegos y libertad: Añade momentos de diversión segura en tu vida. Ve a correr, recuéstate en el pasto o toma una clase en el gimnasio. Algo que te haga sentir vivo.

Comunidad: Encuentra maneras de conectar con las personas a tu alrededor. Busca a personas que compartan los mismos valores y te permitan ser tú mismo. Intenta poner límites alrededor de las relaciones que te están drenando.

Amor y refuerzos positivos: Háblate con amabilidad y pasa tiempo con personas que hagan lo mismo. Cada vez que te critiques, responde diciéndote tres cosas buenas de ti. Aparta tiempo en tu día para mostrarte amor.

Seguridad: Crea un espacio en donde puedas ir a sentirte seguro y a salvo. Crea seguridad en tu vida priorizando tu propia salud financiera y la salud de tu espacio físico. Crea y honra los límites alrededor de tu espacio.

Salud emocional: Permítete sentir y experimentar emociones. Recuérdate que tus sentimientos son reacciones normales y que tienes el poder de decidir qué hacer con ellos.

Te reto a hacer una cosa al día para recriar a tu niño interior. Reflexiona sobre las seis áreas anteriores y decide cuál necesita la mayor atención en tu vida. Luego decide una simple tarea que puedas hacer diariamente para honrar una de esas áreas.

A version of this article originally appeared in English.

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