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Verificado por Psychology Today

Sexo

Sí, el consentimiento sexual es complicado, pero también muy importante

Dar y recibir consentimiento requiere habilidades psicológicas.

El buen sexo es apasionante y emocionante, en parte porque hay algo de novedad, incertidumbre y honestidad vulnerable. Esto lo mantiene interesante, pero también corre el riesgo de que el encuentro vaya en una dirección que quizás no quieras. Para mantener el equilibrio adecuado entre riesgo y permiso, ambas personas deben saber cómo manejar el asunto del consentimiento.

Esto es especialmente cierto cuando es uno de sus primeros encuentros sexuales, porque es posible que aún no se conozcan bien, por lo que es difícil saber si ambos quieren lo mismo. Esto hace que sea fácil para alguien sentirse infeliz por cómo evolucionan las cosas.

Para evitar muchos dolores de cabeza en ambos lados (sin mencionar los cargos legales), hablemos sobre qué hace que el consentimiento sexual sea tan difícil y qué puedes hacer para asegurarte de que un encuentro sexual sea una experiencia positiva para ambas personas. Todo esto supone que ambas personas tienen buenas intenciones en general, pero a veces estropean las cosas; las violaciones de consentimiento claramente coercitivas o predatorias carecen de esa buena intención y van más allá del alcance de este blog.

Lo que alguien siente por lo que sucedió en un encuentro sexual depende en gran medida de la interpretación. Las personas también pueden tener recuerdos muy diferentes de lo que sucedió, cómo, en qué orden y por quién, todo lo cual hace que sea realmente difícil ponerse de acuerdo después. Aunque ambas personas estuvieran en la misma habitación, eso no significa que hayan tenido la misma experiencia.

Copyright Elena Volf, 123RF.
Fuente: Copyright Elena Volf, 123RF.

Los programas que tienen como objetivo mejorar el consentimiento a menudo enseñan a los participantes a comunicarse más claramente sobre lo que quieren y a obtener claridad de la otra persona. Esto es útil e importante, pero como tantas otras cosas sobre las relaciones y la sexualidad, es complicado: las recomendaciones formuladas sobre lo que uno debe preguntar, cuándo y cómo no son suficientes. Para comunicarse con la suficiente claridad como para evitar violaciones del consentimiento, ambos participantes deben conocerse a sí mismos y a los demás mejor que la mayoría de las personas en esos momentos acalorados. Esto es aún más cierto si se trata de alcohol, y sumamente cierto cuando se trata de demasiado alcohol. La aplicación de estas estrategias de comunicación aparentemente simples de manera efectiva requiere importantes habilidades psicológicas de autoconciencia, empatía y negociación.

Reconoce lo que quieres

Es mucho más probable que estés contento con cómo funciona algo si tienes claro lo que quieres, ya sea una cena o un encuentro sexual. Lo que hace que esto sea más difícil en los encuentros sexuales es que lo que quieres puede cambiar a medida que se desarrollan los eventos, especialmente si se trata de una nueva pareja con la que no sabes qué esperar. Es posible que desees que las cosas progresen más de lo que se planeó inicialmente, o puedes decidir desconectarte. Parte de esta incertidumbre puede hacer que el encuentro sea más emocionante, pero también puede crear momentos de indecisión ambivalente, donde una parte de ti quiere continuar pero otra parte quiere detenerse o al menos no pasar a otras actividades.

La gente se pone física con alguien por muchas razones, por lo que cuanto más claras sean tus razones para estar allí y sepas qué esperas obtener de ello, es más probable que estés feliz con lo que sucede, me refiero a la manera en la que influyes en lo que sucede. Esto es cierto no solo físicamente, sino también emocionalmente y tal vez incluso relacionalmente (como, ¿se trata de una conexión de una sola vez o el comienzo de algo?).

Antes del primer contacto, pregúntate por qué estás allí y qué quieres que suceda. Entonces sigue preguntándote eso, ya que puede cambiar a medida que se desarrollen los eventos. Si no estás seguro de lo que quieres y de lo que está sucediendo, date un momento para comprobarlo. Si un viaje al baño o tomar un trago de agua te da espacio para pensar, hazlo. Si te sientes confundido (lo cual es probable), entonces date un momento con esos sentimientos en conflicto, identifica lo que sientes y por qué, y tómate el tiempo que necesites para decidir si quieres seguir adelante, ralentizar las cosas o dar un paso atrás. El hecho de que hayas iniciado una actividad sexual específica con alguien no te obliga a terminarla.

Reconoce lo que quiere la otra persona

Si estás divirtiéndote con alguien, es muy útil saber qué está pensando, sintiendo y esperando. Por lo general, confiamos mucho en los indicadores no verbales para saber cómo le está yendo a la otra persona. Si bien esto se siente más "natural", con demasiada frecuencia conduce a malentendidos, especialmente en el calor de la pasión, donde nos concentramos demasiado en nuestra propia experiencia y en lo que queremos. Tiene que haber algo mejor que confiar en las habilidades psíquicas.

Copyright Elena Volf, 123RF.
Fuente: Copyright Elena Volf, 123RF.

Esto comienza con conocernos bien a nosotros mismos, para que no confundamos lo que queremos (o tememos) con lo que la otra persona quiere. Tener muy claro cómo te sientes, incluidas las contradicciones, hace que sea más fácil ver más allá de tus sentimientos hacia lo que quiere la otra persona. Hace que sea más fácil leer los indicadores no verbales de la otra persona sin leer lo que creemos que está sintiendo.

La buena consciencia de uno mismo también hace que sea más fácil usar palabras y decir lo que quieres, así como preguntarle a la otra persona lo que quiere. Si no estás seguro de lo que quiere la otra persona o si sientes que recibes mensajes contradictorios (sus palabras dicen una cosa pero su vibra dice otra), pregunta. Si no puedes ponerlo enpalabras, probablemente no estés listo para tener relaciones sexuales con la otra persona.

Muestra disposición para discutir las diferencias

Es fácil decir que debes decir lo que quieres y preguntar lo que quiere la otra persona, pero ¿qué haces cuando no quieren lo mismo? Ésta es la parte difícil. Definitivamente quieres pedir lo que quieres, pero también debes ser considerado con lo que quiere la otra persona. La clave del consentimiento es que un no es mejor que un sí; si no hay dos sí, la respuesta es no.

Si eres quien ralentiza las cosas o se detiene, ten claro lo que estás haciendo, no seas suave o vago y esperes que la otra persona se dé cuenta. Tal vez quieras explicar los motivos, pero recuerda no querer hacerlo es la única razón que hace falta y la otra persona no puede decidir si tu razón es lo suficientemente buena o no. La otra persona solo puede opinar sobre lo que es suficientemente bueno para ella.

Si la otra persona está frenando lo que estás sugiriendo, entonces debes prestar mucha atención a lo que está diciendo y también a lo que no dice. Probablemente sea un buen momento para hacer algunas preguntas: ¿qué quiere? ¿cuáles son sus preocupaciones? Quizás, ¿qué la haría sentir más cómoda en el futuro? Tal vez sea un problema de ritmo, que las cosas se muevan demasiado rápido. O tal vez han llegado a su límite.

Este es un buen momento para dejar en claro que puedes manejar un no; si la otra persona está preocupada por tu reacción (justificadamente o no), entonces le resultará más difícil mantener su no. Y hacerte el tonto o decir que no notaste su vacilación es solo una mentira. Puedes sentirte decepcionado de no haber obtenido lo que deseabas en ese momento, pero le mostraste a la otra persona algo realmente bueno sobre ti y sobre tu percepción de ella al ser capaz de manejarlo con respeto. Esto puede sentar las bases para que suceda algo bueno más tarde o la próxima vez. Esto puede ser un juego más largo, pero también significa que puedes sentirte bien contigo mismo después.

Puede ser emocionalmente provocativo estar en uno de esos momentos en los que una persona está frenando. La persona que dice que no puede sentir cierta presión social (tal vez real, tal vez imaginada) para continuar, o puede tener dificultades para tolerar que la otra persona se sienta decepcionada o enojada.

La persona que escucha un "no" puede sentir que se detonan sus inseguridades y preocuparse de que el rechazo se base en que no es lo suficientemente atractivo o lo suficientemente bueno en la cama, provocando una mala reacción. Estos pueden ser momentos tensos y vulnerables en los que una o ambas personas se ven inundadas de emociones difíciles. Pero nadie dijo que el sexo es fácil. Si quieres divertirte, prepárate para hacer el trabajo también.

El consentimiento es difícil pero lo vale

Nada de esto es claro o fácil, pero piensa en ello como el costo de admisión para cualquier sexo y especialmente para un buen sexo. Mejorar estas importantes habilidades también beneficiará tus relaciones y otras partes de tu vida. Quizás el próximo gran encuentro sexual sea la motivación para hacer el trabajo duro.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Ari Tuckman PsyD, CST

Ari Tuckman, Doctorado en Psicología, Maestría en Administración, es psicólogo con un fuerte interés en ayudar a las personas y parejas a crear mejores vidas sexuales y relaciones.

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