¿Quieres hacer muchas cosas a la vez? Enfócate en una

Uno de los mitos de la vida moderna es que podemos realizar varias tareas al mismo tiempo y de manera competente. Según una investigación del profesor de Stanford Clifford Nass (también conocido como el erudito multitarea), las personas aprenden y se desempeñan mucho mejor cuando se enfocan en una cosa a la vez. El razonamiento es que cuando realizamos múltiples tareas, simplemente saltamos de una tarea a otra, en lugar de centrar nuestra atención, esfuerzo y energía en una tarea desde el principio hasta su finalización. La atención humana sigue ciertas longitudes de onda; cuando se interrumpe o se le pide que realice muchas tareas a la vez, la investigación del profesor Nass sugiere que nuestra atención no funciona correctamente.

Sin embargo, como estudiante universitario, observo que la multitarea es una práctica omnipresente entre mis compañeros. Aparentemente no tenemos suficiente tiempo en el día para terminar nuestras tareas, por lo que encontramos atractivos los beneficios de la multitarea y nos engañamos a nosotros mismos en el proceso. La mayoría de nosotros crecimos en la era de la tecnología, por lo que ni siquiera sabemos cómo tomar notas de la manera tradicional con lápiz y papel, y estamos casados con nuestros dispositivos como si el progreso tecnológico siempre condujera al florecimiento humano. No lo hace. Según el profesor de la Universidad de Pensilvania, Daniel Wagner, con quien tengo el privilegio de estudiar, la pregunta más importante sobre tecnología y educación es simple: “¿qué problema educativo puede resolver esta tecnología?” Me pregunto si navegar por Facebook durante las conferencias está diseñado para facilitar el aprendizaje.

Lo que es molesto en las aulas universitarias es cuando otros estudiantes navegan por Facebook o Instagram durante las conferencias, lo que distrae a los estudiantes que están sentados cerca. La investigación publicada en Computers & Education muestra que es menos probable que los estudiantes aprendan cuando se sientan junto a un estudiante cuyas ventanas de computadora están activas y, por lo tanto, distraen. Los profesores que conocen esta literatura prohíben a los estudiantes usar una computadora portátil o dispositivos electrónicos durante la clase porque el comportamiento individual puede distraer la atención de otros estudiantes en la clase. Sin embargo, en las salas de conferencias grandes, a menudo es difícil para los profesores simplemente evitar que los estudiantes usen sus dispositivos porque los estudiantes sentados en la parte de atrás pueden no ver las ayudas visuales que se muestran en la pantalla grande.

Cuando el profesor Nass era asesor de dormitorio en la Universidad de Stanford, notó el impacto de las redes sociales al obstaculizar nuestro crecimiento social y emocional, especialmente en la forma en que empatizamos con las personas. Necesitamos aprender la complejidad de navegar la comunicación humana en persona porque eso es esencial para la forma en que nos conectamos como especie. La universidad es, de hecho, el momento en que los estudiantes pueden estar expuestos no solo a nuevas ideas, sino también a diferentes personas.

Desafortunadamente, según una encuesta, muchos estudiantes universitarios se mantienen aislados socialmente y no interactúan con nuevos estudiantes, lo que dificulta su capacidad para desarrollar habilidades de comunicación intercultural. Los colegios y universidades no solo son responsables de proporcionar materiales de aprendizaje cognitivo para los estudiantes; también se les confía el desarrollo emocional y social del futuro. De hecho, esto planteó un problema complejo para los líderes de la educación superior durante el Covid-19, donde tuvieron que tomar decisiones difíciles sobre si abrir o cerrar el campus.

En conclusión, la tecnología puede ayudar cuando y si se usa correctamente. Pero cuando usamos la tecnología indiscriminadamente, puede obstaculizar nuestra capacidad de aprender. La tecnología no puede reemplazar el desorden de la comunicación cara a cara. No puede cambiar la naturaleza de la atención humana para centrarse únicamente en una tarea a la vez. Sin duda, tenemos que tomar una decisión a medida que continuamos comprometiéndonos con las nuevas tecnologías que se producen con una rapidez sorprendente. Podemos preguntarnos: “¿qué problemas educativos resuelve esta tecnología?” O podemos consumir tecnología a ciegas en detrimento de nuestro progreso como individuos y como sociedad.