Trauma
¿Qué es un vínculo traumático?
¿Por qué son tan pegagosos los vínculos traumáticos y por qué los repetimos?
26 de octubre de 2023 Revisado por Ray Parker
Los puntos clave
- Un vínculo traumático ocurre en relaciones con acoso, abuso o intimidación intermitentes.
- Estas relaciones son pegajosas y es muy difícil salir de ellas.
- Podemos comenzar a sanar cuando entendemos la neurobiología de los vínculos traumáticos.
El término "vínculo traumático" se ha vuelto popular recientemente. Al igual que muchos términos repentinamente prominentes, el significado del vínculo traumático se ha diluído.
Estas son relaciones dolorosas y a veces peligrosas, por lo que es urgentemente importante que las entendamos correctamente.
La definición de vínculo traumático es: "El desarrollo y el curso de fuertes lazos emocionales entre personas en las que una persona acosa, amenaza, abusa o intimida intermitentemente a la otra" (Dutton y Painter, 1981).
Hay mucho que desentrañar en esta definición. Aquí hay tres cosas a las que quiero que prestes especial atención:
- La fuente de un vínculo traumático no reside solo en uno de los miembros. Es dinámico y amplificado por el tiempo, el poder y la vergüenza.
- Hay dos componentes en un vínculo traumático. El primero es una dinámica de poder desigual. Esto puede ser el resultado de muchas cosas. Por ejemplo, una persona puede tener más dinero, un trabajo prestigioso, amigos, posición social, etc. Este primer componente puede estar presente en una relación y no conducir al abuso, pero existe una mayor probabilidad de abuso cuando existe una dinámica de poder desigual. El segundo componente es el abuso (físico, psicológico, emocional o los tres) que no es consistente pero se mezcla con un afecto intenso. La exposición a esta mezcla de abuso y afecto es profundamente confusa y hace que sea difícil irse.
- Nada en esta definición sugiere que un vínculo traumático solo pueda ocurrir en una relación íntima. Los vínculos traumáticos pueden ocurrir entre miembros de la familia, jefes, empleados y amigos.
¿Por qué los repetimos?
El hecho de que repitamos dinámicas de relación dolorosas es algo que ha ocupado a los psicólogos desde al menos la década de 1880. Aquí hay cuatro teorías sobre por qué podríamos encontrarnos repetidamente en vínculos de trauma:
- Repetimos para dominar – Repetimos situaciones que no hemos dominado para darnos la oportunidad de dominarlas. Inconscientemente, esperamos la oportunidad de tener un resultado diferente o la oportunidad de revivir una situación para poder integrarla y comprenderla mejor.
- Repetimos para evitar la maestría – Aunque nuestros cerebros siempre intentan integrar la experiencia para navegar por el mundo de manera segura, es importante comprender que a veces lo que está en juego al integrar y asignar significado a una experiencia es bastante alto. A veces, es mucho más fácil repetir una dinámica que admitir lo que hay detrás. Por ejemplo, supongamos que tenemos experiencias vitales fundamentales que son abusivas. En ese caso, puede significar solo tres cosas para nuestro cerebro: algo anda mal con nosotros, el mundo es terrible y todas las personas son abusivas, o los abusadores no nos aman. Todas estas posibilidades son trágicas y desgarradoras, pero la tercera es quizás la peor, especialmente si los abusadores fueron nuestros padres. A veces, abrirnos a más abusos es una forma de proteger a nuestros abusadores originales, no simplemente porque queremos absolverlos, sino por lo que significaría si no lo hiciéramos, ininterrumpidamente.
- Repetimos porque se siente como en casa – No reconocemos la disfunción como disfunción porque nos es familiar. Incluso a nivel del sistema nervioso, se siente como en casa.
- Repetimos (y nos quedamos atascados) debido a nuestra neurobiología – Tenemos un conjunto de estructuras cerebrales que se conectan y recorren la línea central de nuestro cerebro, como un mohawk. Estas estructuras cerebrales se conectan para formar el yo. Bessel van der Kolk ha denominado a esto el "mohawk de la autoconciencia". Así que puedes pensar en este mohawk como la versión rebelde más segura de ti mismo ,liosa, decidida. Ella sabe dónde está (el cíngulo posterior nos da una idea de dónde estamos en el espacio), qué tipo de música y arte ama apasionadamente (los lóbulos parietales son responsables de integrar la información sensorial), qué siente (la ínsula trae mensajes de la percepción a los centros emocionales), qué piensa sobre cómo se siente (el cíngulo anterior coordina las emociones y el pensamiento), y lo que va a hacer al respecto (la corteza prefrontal medial es fundamental en los procesos de toma de decisiones). Cuando no estamos en un vínculo traumático, el mohawk de la autoconciencia se ilumina a menudo. Constantemente hacemos cosas que activan esta parte del cerebro. El resultado es que el trauma puede desconectarte de ti mismo a nivel neurobiológico. Entonces, repetimos y nos atascamos porque estamos desconectados de nosotros mismos.
¿Qué hacemos con ellos?
Salir de un vínculo traumático y asegurarse de no repetirlo es un proceso largo que requiere una red de apoyo sólida compuesta por amigos, familiares, terapeutas y coaches que puedan ayudarte a identificar e imprimir los patrones en tu relación.
También es fundamental quitarse la vergüenza. Cuando nos encontramos repitiendo y atascados en vínculos de trauma, es crucial entender que hay una razón para esto. Si nos quedamos atrapados en la vergüenza, no veremos esta razón y continuaremos atascados y repitiendo.
Lo que puedes hacer bien en este momento, así como a lo largo de tu viaje para sanar, es reconectarte contigo mismo. Puedes hacer esto de pequeñas maneras:
- piensa y mira (o incluso haz) el arte que amas
- crea una lista de reproducción de tus canciones favoritas de la escuela secundaria
- elige viejos pasatiempos con los que no te has comprometido por un tiempo
- conéctate con viejos amigos con los que has perdido el contacto
Esto puede parecer demasiado pequeño para ayudar con un problema tan grande, pero la neurobiología nos muestra por qué esto es muy poderoso. Cuanto más nos conectamos con nosotros mismos, más se ilumina el mohawk de la autoconciencia y, con el tiempo, más fuerte se vuelve ese yo.
A version of this article originally appeared in English.