¿Por qué evitas a tu pareja a pesar del amor que le tienes?

Cuando las parejas se evitan, ya sea consciente o inconscientemente, suele haber una razón más profunda. Por eso, cuando las parejas no deciden dedicar tiempo el uno al otro, necesitan explorar qué hay detrás de la resistencia, la renuencia o la falta de esfuerzo.

Por ejemplo, Julia y Esteban eran dos jóvenes amables y cariñosos de 30 años. Julia quería desesperadamente pasar más tiempo con Esteban, pero a menudo se abstenía de hacerlo. Una semana, Julia vino a nuestra sesión y habló de sus objetivos: quería decir que sí a las citas con Esteban, tener conversaciones más íntimas con él y tener más contacto físico. Establecimos un cronograma y una estructura para hacer estas cosas. Pero a pesar de estar genuinamente motivada, Julia no cumplió. La semana siguiente, vino a nuestra sesión y me dijo que no había dicho que sí a ninguna cita con Esteban, que no había tenido conversaciones más íntimas con él y que se negaba a tener más contacto físico.

Exploramos esta resistencia y, finalmente, después de varias sesiones, Julia se sintió lo suficientemente segura como para admitir que había sido abusada sexualmente cuando era niña. Aunque deseaba desesperadamente pasar más tiempo con Esteban, la situación le aterrorizaba. Mantenerse distante significaba que nadie podría hacerle daño, ni física ni emocionalmente. Esta reacción, y su resistencia a pasar más tiempo con Esteban, era comprensible, dado su trauma, pero Julia también quería superar su miedo. Después de un largo y duro trabajo por parte de Julia, procesamos su trauma juntas y pudo comenzar a pasar más tiempo con Esteban.

Si tu pareja y tú dudan en pasar más tiempo juntos, exploren esta resistencia. Pregúntense a sí mismos y a cada uno qué razón puede tener cualquiera de los dos para no querer pasar más tiempo juntos.

A continuación, se presentan tres problemas comunes junto con soluciones para abordarlos:

Miedo a la intimidad

¿El problema tiene su raíz en el miedo a la intimidad? ¿Podría ser el miedo a que la proximidad emocional implique la expectativa de intimidad física? ¿Tienes miedo de que si pasan tiempo juntos tendrás que hablar de ciertos temas que a uno o a ambos no les apetece hablar?

Una forma de abordar esto es decirle a tu pareja exactamente lo que quieres. Establece límites y expectativas específicas. Por ejemplo, podrías decir: “Quiero pasar el día contigo, pero ahora mismo no estoy listo para la intimidad física. ¿Está bien si pasamos el día juntos sin presión para tener sexo después?”. Asegúrate de preguntarle a tu pareja si está de acuerdo con tu solicitud. O podrías decir: “Estoy muy emocionado por ir de viaje por carretera contigo. ¿Está bien si no hablamos de mi madre en este viaje? Ese tema me molesta y quiero divertirme contigo”.

Frustraciones constantes

Piensa si hay algo que tu pareja esté haciendo que te frustre o te moleste. ¿Hay problemas o conductas que te provoquen irritaciones constantes, en particular algo que no hayas mencionado antes y de lo que tu pareja podría no estar al tanto?

Si reconoces un hábito que no te gusta, abórdalo directamente y, si corresponde, pídele a tu pareja que deje de hacerlo. Por ejemplo: “Tengo muchas ganas de hacer nuestro viaje por carretera, pero ¿puedes guardar el teléfono mientras conduces? Cuando te concentras en el teléfono, me causa ansiedad y temo por mi seguridad y eso impide disfrutar de tu compañía”. O si sientes que tu pareja está frustrada, pregúntale directamente: “¿Hay algo que hago que te molesta y de lo que quizás no esté al tanto?”. La respuesta puede ser difícil de escuchar, pero también podría ser algo que nunca supiste que molestaba a tu pareja, y ahora pueden aclarar las cosas y comenzar a pasar más tiempo juntos.

Resentimientos persistentes

¿Guardas algún resentimiento hacia tu pareja? ¿Crees que te guarda rencor por algo que tú hiciste?

Los resentimientos hacia una pareja suelen estar relacionados con algún daño del pasado que la pareja no puede dejar atrás ni perdonar. Según de qué se trate, si es algo que sientes, ¿puedes reconocer la fuente del resentimiento y decidir ahora practicar el perdón y dejarlo ir? ¿Compartir esos sentimientos con tu pareja te causaría incomodidad? Una pareja puede no ser consciente de los resentimientos, puedes sentir la ira de tu pareja pero no saber a qué se relaciona, o puedes saberlo pero tener miedo de abordarlo, expresar remordimiento y pedir perdón. Obviamente, esto puede implicar una conversación más profunda y requiere abordar los resentimientos.

Si podemos explorar la resistencia, podemos encontrar formas de hacer que nuestra pareja vuelva a sentirse como una prioridad. Algunas semanas puede haber más esfuerzo más que otras, y eso está bien. La vida se trata de lograr un equilibrio exitoso. La clave para hacer tiempo para tu pareja es que ambos trabajen para lograr este objetivo de manera constante.

Puedes encontrar a un psicólogo en el Directorio de Psychology Today