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Los puntos clave
- Investigaciones identifican ingredientes clave para satisfacción laboral: propósito, respeto y autonomía.
- La receta de la satisfacción laboral puede servir como estándar para evaluar la experiencia y tomar decisiones
- Es probable que ningún lugar contenga los seis ingredientes, pero la receta sirve como modelo de aspiración.
La investigación en psicología ha identificado varias necesidades básicas que pertenecen a los seres humanos en general, y cómo estas necesidades pueden satisfacerse o frustrarse en el lugar de trabajo. Desafortunadamente, simplemente identificar lo que la gente quiere y necesita en el trabajo no se traduce automáticamente en un ambiente de trabajo saludable, por varias razones. A veces, los intentos de un individuo de satisfacer sus necesidades únicas son perjudiciales para el grupo. Muchas veces la estructura, la historia y los objetivos de la organización están en desacuerdo con proporcionar un contexto ideal en el que las personas puedan trabajar. Y cada vez que las personas se reúnen con regularidad, la dinámica de grupo puede obstaculizar las condiciones óptimas de trabajo.
Entonces, ¿cuál es el valor de articular una receta para la satisfacción laboral? Bueno, sin esa receta la probabilidad de avanzar hacia el ideal es mucho menos probable. Además, la receta puede servir como guía para evaluar un entorno laboral y decidir si quieres unirte (o quedarte). Por último, conocer la receta te permite posiblemente crear formas de satisfacer al menos algunas de tus necesidades básicas, y tal vez incluso de tus compañeros de trabajo.
1. Significado y propósito
El trabajo satisfactorio tiene un propósito; hace la diferencia. No tiene por qué tener un impacto que cambie el mundo, pero es necesario y contribuye a un objetivo mayor. Lo ideal es que tu trabajo claramente marque una diferencia para alguien en algún lugar. Sin embargo, muchos de nosotros trabajamos en áreas especializadas dentro de grandes organizaciones. En esos casos, es importante poder identificar cómo lo que haces en el trabajo encaja dentro del contexto más amplio y el valor de lo que haces como contribución a los objetivos finales que son significativos.
2. Respeto y justicia
En un entorno laboral satisfactorio, todos se sienten respetados como individuos y creen que todos reciben un trato justo. Eso no significa que todos tengan que agradarse unos a otros, o incluso llevarse bien, pero no existe la percepción de que algunas personas sean menospreciadas o tratadas de manera desigual. Como resultado, las personas se sienten seguras siendo ellas mismas. Un ingrediente clave de un lugar de trabajo insalubre es la experiencia de una cultura de la culpa, o la percepción de que algunas personas son tratadas de manera diferente porque son chivos expiatorios o “favoritos” de la gerencia o del grupo en su conjunto.
3. Autonomía y elección
Generalmente preferimos más opciones y control, en lugar de menos, sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos. De hecho, los humanos tienden a resistir activamente la invasión de su autonomía. Entonces, una excelente manera de desanimar a las personas es insistir en que tienen que hacer algo, especificando cuándo y cómo debe hacerse de una manera rígida y limitada. Dependiendo del trabajo, dicha especificación puede ser necesaria. En ese caso, es importante enfatizar que la rigidez es necesaria debido a la naturaleza del trabajo o producto final, y no simplemente debido a las necesidades de poder o control del supervisor. Lo ideal sería que los trabajadores tuvieran la mayor libertad posible en cuanto a cuándo y cómo realizar su trabajo.
4. Camaradería y trabajo en equipo
Los seres humanos son criaturas sociales y trabajar en un entorno socialmente solidario es importante para la satisfacción laboral. Lo ideal es que te agraden las personas con las que trabajas, compartas cierto grado de afinidad o compañerismo y que el grupo funcione bien como un equipo cohesivo con una identidad y una misión compartidas. La antítesis de la camaradería y el trabajo en equipo es la formación de camarillas y chismes generalizados.
5. Enfoque en la mejora
Las personas que realizan un trabajo significativo quieren hacer un buen trabajo. Por tanto, un entorno laboral satisfactorio incluye un enfoque compartido en la excelencia y la mejora continua. Lo ideal es que todos los miembros del equipo inviertan en hacer lo mejor que puedan y en ayudarse mutuamente a desarrollarse profesionalmente. Por lo tanto, la retroalimentación sincera y constructiva es la norma, y se proporciona y recibe cómodamente y es apreciada.
6. Reconocimiento
Necesitamos ser “vistos” como individuos y, en un entorno laboral satisfactorio, las personas se sienten valoradas como individuos. Las contribuciones de cada persona son reconocidas por la dirección y el grupo en su conjunto. En una cultura laboral saludable, la excelencia y los éxitos se celebran y recompensan abiertamente.
En conclusión
Es fácil ver cómo determinados aspectos de los entornos laborales más satisfactorios dependen unos de otros y, de forma sinérgica, dan como resultado un lugar de trabajo feliz y saludable. Por ejemplo, el respeto y la justicia son requisitos previos para la camaradería y el trabajo en equipo. Y el enfoque de mejora y el reconocimiento son ingredientes que se potencian mutuamente.
¿Cómo podrías utilizar esta receta de seis ingredientes en tu trabajo? ¿Cómo podrías compartirlo con tus compañeros de trabajo para evaluar hasta qué punto tu trabajo implica estos seis ingredientes y qué se podría hacer para mejorar en estas áreas?
La receta describe un ideal, por lo que es poco probable que algún lugar de trabajo en particular destaque en las seis áreas. Aún así, cuanto más te acerques al ideal, mayor será la satisfacción laboral, la retención de empleados y la productividad y el éxito generales.
A version of this article originally appeared in English.
