Sexo
¿Es normal el comportamiento sexual de mis hijos?
Aprendamos a leer los "focos rojos" en el comportamiento de nuestros hijos.
15 de octubre de 2020 Revisado por Matt Huston
Pocas etapas son tan importantes para el desarrollo apropiado de un niño como las etapas sexuales. Como los niños están experimentando algo profundamente nuevo e inesperado (incluso si en realidad es algo radicalmente viejo y predecible), carecen del vocabulario experiencial necesario para comunicarlo.
Como padres, es nuestro trabajo estar en sintonía con estas emociones amorfas y deseos nacientes. Aprender a distinguir entre comportamiento sexual infantil "normal" y "alarmante" es clave para garantizar un desarrollo sexual saludable. Si los comportamientos sexuales violentos o pervertidos pasan desapercibidos y no reciben tratamiento durante estas etapas tempranas, puede haber graves consecuencias.
Los casos de ataques sexuales y asesinatos a niñas pequeñas que han estado sonando son un ejemplo doloroso pero apto de estas consecuencias. En medio de la tormenta en estos casos, las familias de las víctimas, y a veces también de los perpetradores, no les queda más remedio que intentar recolectar los pedazos de sus vidas ya destruidas, mientras que el público en general sigue preguntándose: ¿cómo se podría haber evitado esta tragedia?
Historias así pueden ser aterradoras para los padres. Todos tememos la posibilidad de que uno de nuestros hijos termine siendo la víctima de un crimen sexual. Sin embargo, los padres rara vez consideran las posibilidades de que uno de sus hijos podría llegar a convertirse en perpetrador de alguno de esos crímenes. Hemos visto más de una vez que los familiares de los acusados no pueden creer que cometieran el crimen, incluso después de haber sido condenados. "Tiene un corazón amable... es tan bueno con los niños...nada de esto parece posible. No está en su naturaleza. No es una persona violenta," dicen los familiares.
La buena noticia es que si como padres alguna vez han considerado esta posibilidad de pesadilla, no están solos y definitivamente no están locos. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos pero los noticieros nocturnos son un recordatorio constante de que la vida no siempre sale como la planeamos.
Lo mejor que pueden hacer los padres para garantizar el desarrollo adecuado de sus hijos es permanecer informados y atentos. Es necesario monitorear el desarrollo de nuestros hijos, entender las señales que estamos viendo y evaluar si estas señales están dentro de un rango normal.
Como es el caso con cualquier proceso psicológico, los niños atraviesan por un espectro a lo largo de sudesarrollo sexual. En medio del espectro se encuentran las perversiones estándar: la sexualidad de algunos niños se desarrolla más rápidamente mientras que la de otros lo hace más lentamente. De manera similar, hay ciertos patrones de comportamiento que caen dentro de las perversiones normales. Por ejemplo, los niños y adolescentes con frecuencia juegan "al doctor." Ese tipo de exploración es aceptable, incluso deseable, siempre y cuando tengan una edad y desarrollo comparables, cada uno con las mismas curiosidades e inseguridades.
Además, la gran mayoría de los niños, desde una edad muy temprana disfruta la manipulación de sus genitales. Mientras que difícilmente se le puede llamar 'masturbación' a esas actividades, los padres no deben alarmarse cuando el placer nebuloso del niño empiece a asumir la forma más concreta de placer sexual. Siempre y cuando los niños se sientan protegidos durante esta etapa y se les enseñe a aceptar su sexualidad sin presumirla o exponerla indiscriminadamente, puede ser una experiencia saludable para el niño.
Sin embargo, fuera de este comportamiento normal, hay ciertos focos rojos que deberían atenderse inmediatamente. Los comportamientos sexualmente problemáticos en los niños y adolescentes son señales de un desarrollo inapropiado o desbalanceado, lo que tiene el potencial de convertirse en problemas sexuales más grandes así como en agresión, bullying y tendencias violentas.
Estos son algunos focos rojos comunes:
Los niños menores de 12 años no deberían nunca estar expuestos a pornografía. Aún así, los medios al estilo Playboy son una cosa, mientras que las páginas fetichistas, pervertidas y de porno duro son otra. Como con el espectro de desarrollo, hay ciertas formas de pornografía que simplemente se encuentran fuera de una madurez saludable y de las construcciones normales de fantasías.
• Contacto sexual inapropiado o indeseado con otros niños
Como se describe arriba, aunque algunas exploraciones sexuales son aceptables, siempre lo serán bajo el entendido de que el contacto ocurra de manera consensual entre pares. Claro que puede ser difícil definir o establecer el consenso a edades más tempranas, pero la violencia, acoso o bullying sexual nunca están bien. Los niños deben aprender a respetar los límites físicos de los demás, solo entonces podrán interiorizar sus propios límites físicos.
• Exposición pública constante
Un niño de cinco años que se desnuda ocasionalmente es una cosa, un niño de 10 años que está desnudo todo el tiempo es otra. Los niños deben aprender a respetar su propia privacidad y que sus cuerpos son para sí mismos. Si cometen un error, debemos ayudarlos a ver por qué fue un error y a entender cómo evitar cometer los mismos errores en el futuro.
Si después de lidiar con estos problemas y hablarlos constantemente para intentar corregir el comportamiento de un niño, este persiste en actuar de maneras inapropiadas, debemos buscar ayuda profesional. Es lo mejor tanto para nuestros hijos, como para que nosotros podamos evitar estos patrones antes de que se vuelvan exagerados y se solidifiquen como deficiencias de carácter a largo plazo. Recordemos que ver a un profesional no es una admisión de culpa, ni una letra escarlata de insuficiencia. Es una declaración sencilla: quiero lo que es mejor para mis hijos y haré lo que sea necesario para ayudarlos a lograr éxito duradero.
En el directorio de Psychology Today se pueden encontrar terapeutas infantiles.
A version of this article originally appeared in English.