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Si tienes un estilo de apego ansioso y estás saliendo con alguien (y leyendo este artículo), probablemente te estés preguntando por qué sigues atrayendo e involucrándote con personas evitativas. Si eres evitativo, probablemente no puedas entender por qué sigues atrayendo a personas ansiosas que exigen tanto de ti emocionalmente y siempre parecen querer más de lo que puedes (o quieres) dar. En cualquier caso, es probable que te sientas frustrado, incomprendido y como si simplemente no pudieras ganar.
Pero el patrón es en realidad bastante fácil de entender utilizando la “teoría de campo de Kurt Lewin”. Lewin fue uno de los primeros psicólogos de la Gestalt que creía que las relaciones y los conflictos interpersonales podían entenderse como una interacción entre la personalidad de la persona y el entorno, que forman un campo psicológico que predice el comportamiento. Una vez que entiendes el patrón en el campo, puedes elegir conscientemente cómo cambiar los comportamientos que ocurren en él.
En una situación de citas uno-a-uno, el campo es el espacio emocional/energético alrededor y entre dos personas. Lo que la energía en el espacio busca es el equilibrio. En otras palabras, la cantidad total de energía emocional en el espacio se mantendrá constante. Si una persona retira energía del espacio, la otra persona lo compensará poniendo más energía en el espacio.
Veamos algunos escenarios diferentes que podrían observarse en la progresión de una relación hipotética.
Este primer diagrama representa a una persona ansiosa y a una evitativa en una primera cita.
Al principio, cuando se reúnen, ambas personas traen la misma cantidad de energía al campo. Después de todo, todavía no se conocen (¡ni saben cuál es el estilo de apego de la otra persona!).
Entrando al campo ... ¡Que el baile comience!
Cada persona lleva lo que es natural para ella. Basado en los estereotipos de los diferentes estilos de apego, la persona evitativa estará confiada y segura de sí misma. Hará cumplidos, tal vez será un poco seductora o coqueta, y podría estar pensando en cómo hacer que la otra persona se sienta bien acerca de la interacción. La persona ansiosa probablemente querrá que la otra persona sepa qué le gusta para despertar el interés y la atracción. La persona ansiosa querrá saber que la persona evitativa los encuentra interesantes y deseables.
Ahora la persona ansiosa, naturalmente, está excitada y puede tomar un poco más de su parte en el turno conversacional y usar más palabras. A la persona evitativa no le importará en absoluto esto porque le quita la presión para abrirse y no tiene que esforzarse tanto. En lugar de hablar de ella misma o esforzarse por conducir la conversación, la persona evitativa puede mostrar interés haciendo preguntas. Es probable que la persona ansiosa disfrute de esta atención y se sienta energizada y hable más. A esto, la persona evitativa puede sonreír, asentir, reír y contenerse … pero en realidad, decir cada vez menos. La persona ansiosa no se da cuenta. La persona ansiosa está pensando: "hey, parece que realmente le gusto a esta persona y pone atención a lo que estoy diciendo. Voy a seguir con esto. Esto va bien”.
Pero, ninguno se da cuenta de que la persona evitativa en realidad ha sacado algo de energía personal de la interacción. Debido a que la energía en el espacio compartido necesita estar en equilibrio, la persona ansiosa compensa al invertir más recursos en el espacio compartido.
¡El espacio pierde el equilibrio!
¡Y todavía podríamos estar en la primera cita!
Pero, por lo general, ambos están contentos en sus roles durante algún tiempo.
Sin embargo, poco a poco el sistema emocional de la persona ansiosa comenzará a recibir las señales de que algo está mal; que la persona evitativa podría no estar plenamente en la relación. Y estaría en lo correcto. No es que a la persona evitativa ya no le importe, pero los recursos desplazados de la persona evitativa no se evaporan simplemente. Dejan el espacio compartido de la relación, pero tienen que ir a alguna parte. Entonces, son redirigidos.
Redirigiendo recursos a otros campos
Ahora la persona ansiosa puede comenzar a aplicar cierta presión para que la persona evitativa devuelva la energía al espacio compartido. Pero esta presión podría cambiar parte de la energía cálida a energía negativa. Pero no retira nada de la energía ansiosa fuera del campo y en realidad puede aumentarla. Recuerda, la única manera de que la persona evitativa regrese al campo será que la persona ansiosa retire algo de energía emocional del espacio.
La persona ansiosa pone más energía negativa en el espacio
Pero esta es la parte difícil y donde las cosas a menudo salen muy mal. A medida que la persona ansiosa retira algo de energía del sistema, queriendo que la persona evitativa traiga su energía de vuelta al espacio, habrá un retraso de tiempo. La persona evitativa puede no sentir inmediatamente el cambio de energía y saber que es hora de volver (y podría tener miedo de hacerlo si la energía se ha vuelto demasiado negativa). Puede permanecer con su energía todavía por fuera del campo sin saber qué hacer.
La persona ansiosa saca algo de energía del campo, pero parte de ella sigue siendo negativa
Durante un tiempo, el sistema estará fuera de balance (en desequilibrio). Durante esta fase, es probable que la persona ansiosa se sienta altamente ansiosa, asustada y desregulada. Puede comenzar a arrojar energía al espacio y retirar energía del espacio rápidamente de una manera azarosa (lo que parecerá una locura para la persona evitativa que está sentada allí sin mover su energía).
Si la persona ansiosa regresa al espacio con demasiada fuerza, puede sacar a la persona evitativa fuera del ring. Si saca demasiada energía del espacio, puede tomar una decisión tonta y tratar de ponerla en otro espacio que no fue bien elegido (como correr a los brazos de otra persona y ser infiel). Si en este momento la persona evitativa se retira completamente del espacio, no habrá espacio para que la persona ansiosa vuelva a entrar cuando se dé cuenta de que ha cometido un error.
Redirección impulsiva y azarosa de la energía
Entonces, ¿qué ayudaría?
- La persona ansiosa necesita retirar algo de energía del sistema sin cambiar la energía que está en el sistema para que sea negativa.
- A la persona ansiosa le podría servir algo de contención para retener suavemente la energía que se sacó del campo de una manera amorosa hasta que pueda volver a ponerse en juego. Esto evita que la energía se desvíe impulsivamente a otras personas. Una familia amorosa, un terapeuta o amigos pueden proporcionar este "ambiente de contención".
- La persona evitativa tiene que darse cuenta de que estaba demasiado dispuesta a sacar su energía fuera del campo en la fase temprana de la formación de la relación.
- Los otros sistemas en los que la persona evitativa ha colocado energía necesitan dar retroalimentación de que, aunque la energía es disfrutada por esos sistemas, esta colocación de energía puede no estar realmente en el mejor interés de la persona evitativa. Entonces, los amigos podrían decir: "realmente deberías pasar algún tiempo con tu amor y no pasar tanto tiempo con nosotros".
- La persona evitativa necesita tener el valor de devolver algo de energía al campo.
Corrección de energía en el campo
Conclusiones
Para mí, las interacciones que se muestran aquí son directas y simples. Esto no es ciencia dura. Es normal e implica un flujo lógico de energía en un sistema social. Y, espero que el lector pueda ver que es irreprensible. Nadie tiene la culpa aquí. El daño ocurre cuando las personas no reconocen conscientemente estos patrones y sospechan una intención malévola o crueldad por parte de la otra persona.
También se debe reconocer que, en realidad, hay múltiples otros sistemas sociales adyacentes, circundantes, y tal vez incluso en competencia con nuestro campo relacional para la energía. Cada uno de estos sistemas tendrá entradas y salidas de energía que influyen en los otros sistemas. Pero, por ahora, vamos a mantenerlo simple.
Toma un lápiz y papel y ve si puedes diagramar los flujos de energía en el espacio de relación entre tú y tus parejas de relación.
Y, ten en cuenta que estos no necesariamente tienen que ser relaciones románticas. He visto varios casos en los que las mujeres evitativas y sus amigas ansiosas interactúan en este mismo campo con la misma dinámica. Parece mostrarse menos con los hombres y otros hombres porque sospecho que los hombres ansiosos son más propensos a tratar de ocultar sus necesidades de energía de sus amigos varones evitativos. Sin embargo, el campo de juego siempre existe en cualquier relación, romántica o de otro tipo, y siempre podemos ver ese espacio más claramente con el uso de un bolígrafo. Y, por favor, perdona el género en los ejemplos de las citas. Reconozco que hay innumerables combinaciones de género y sexo en las relaciones y que por lo general siguen los mismos patrones independientemente de sexo o identidad de género.
A version of this article originally appeared in English.
