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Verificado por Psychology Today

Salud

El arte de comprometerse con el ejercicio

Sigue estos tres consejos para hacer que una rutina de ejercicios permanezca.

Los puntos clave

  • Si quieres ser consistente con el ejercicio, haz un compromiso. 
  • Concéntrate en los logros, ya que esto puede alimentar tu motivación. 
  • Conecta el resultado del ejercicio con tus valores fundamentales. 

En el extenso mundo de los viajes de fitness, he tenido la suerte de escuchar innumerables historias de transformación. Estas no son solo historias de transformación física, sino de mentalidad y actitud.

Tomemos, por ejemplo, un entrevistado reciente que me dijo: "No negocio con mi tiempo en el gimnasio". Esta poderosa afirmación vino de alguien que, solo unos meses antes, estaba buscando consejos sobre cómo hacer del ejercicio un hábito constante. Desde entonces, había hecho una transformación conductual increíble.

Pero, ¿cuál es la fórmula secreta para tal éxito?

Navegando por el laberinto de hábitos de fitness

Embarcarse en un viaje de acondicionamiento físico puede sentirse como uno de esos intrincados videojuegos: un giro equivocado y te encuentras de vuelta en la línea de salida, a menudo sintiéndote desinflado. La euforia de comenzar de nuevo es seguida con frecuencia por la familiaridad de los viejos hábitos que vuelven a aparecer.

Sin embargo, algunos campeones logran romper este patrón cíclico, y su estrategia a menudo se reduce a unos pocos pasos cruciales. Creo que son estos:

1. Comprometerte a una dosis mínima de ejercicio

Los picos y valles volátiles de la motivación son a menudo nuestra perdición. Muchos de nosotros, impulsados por la motivación de un nuevo comienzo, mordemos más de lo que podemos masticar, estableciendo metas elevadas que pronto se ven eclipsadas por las incesantes demandas de la vida. Pero, ¿qué pasa si el truco no es sumergirse profundamente de inmediato, sino sumergir los dedos de los pies primero?

Comprometerte con algo alcanzable, algo tan factible que incluso en tu peor día, no eludirás. Esto no es un techo, sino un piso, lo que garantiza que permanezcas consistente. La belleza está en la repetición; con el tiempo, estas pequeñas dosis se incrustan en nuestras rutinas diarias, moldeando lentamente nuestra identidad.

2. Celebra las victorias, por pequeñas que sean

Sentir una sensación de logro es un motivador increíble. Muchas de las personas con las que he hablado han enfatizado cuán fundamental fue cuantificar y reconocer su progreso. Un individuo inspirador calculó que había caminado casi 482 kilómetros en más de nueve semanas.

Es vital recordar: cada vez que te pones esas zapatillas, estás logrando algo. Inicialmente, solo aparecer es una victoria. A medida que avanza el viaje, tal vez levantes más peso, corras más o domines una postura de yoga. Celebra estas victorias sin escala; son los hitos que realmente cuentan.

3. Interconecta el ejercicio con tus valores esenciales

La realidad es que nuestro día a día está lleno de responsabilidades. Los compromisos laborales, familiares y personales a menudo pueden eclipsar nuestro compromiso con nuestra salud. Pero aquí hay un cambio de perspectiva: ¿Qué pasa si el ejercicio es el combustible que impulsa todos estos roles?

Trazar un paralelo entre el ejercicio y los valores fundamentales de uno puede ser transformador. Imagina el ejercicio como un facilitador, una herramienta que garantiza que estés en tu mejor momento para tus seres queridos, tu trabajo y, lo más importante, para ti.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Justin Kompf Ph.D.

El Doctor Justin Kompf, trabaja actualmente en la Universidad de Brandeis como investigador en el Laboratorio de Psicología del Desarrollo a lo largo de la vida. Está interesado en las intervenciones para promover la actividad física.

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