Cómo mejorar tu autoestima a través de la envidia

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Durante años, enseñé que la diferencia entre baja y alta autoestima era cómo se medía la autovalía. Cuando alguien tiene baja autoestima, mide su valor como mayor o menor que el de los demás, incluyendo su apariencia y sus logros. Esta medida aún se mantiene. Pero luego pensé que cuando tienes una autoestima alta, mides tu valor con base en tus propios logros, midiendo tu valor contra el nivel de orgullo que sientes cuando logras algo importante. Esta medida es solo parcialmente cierta.

Ahora me doy cuenta de que pongo el compararnos con otros bajo una luz injusta y mala. Todos nos comparamos con los demás como una cuestión de supervivencia. La comparación es una habilidad que dominamos de niños y practicamos la mayor parte de nuestras vidas. Alguien puede ser más duro consigo mismo si tiene poca autoestima, pero incluso las personas con mucha confianza se comparan con el desempeño de otras personas. La diferencia es que las personas con alta autoestima usan la comparación más para impulsarse a hacerlo mejor que para castigarse a sí mismas por no ser lo suficientemente buenas.

Convertir la comparación en algo inspirador y no hiriente

No importa dónde te encuentres en la escala de autoestima, puedes optar por hacer que la comparación sea más inspiradora que frustrante. Puedes sentir envidia y curiosidad al mismo tiempo al notar los atributos que te gustaría incrementar u obtener y las acciones que te gustaría incorporar cuando mides a alguien mejor que tú. La comparación puede inspirar el crecimiento.

Comienza hoy a notar cuando te sientas inferior a alguien. Si te sientes inferior, ¿qué te hace sentir así específicamente? En lugar de sentirte mal contigo, ¿puedes darte tiempo para trabajar en una meta que te acerque a ser como la persona que envidias? En lugar de sentir celos, ¿puedes nombrar los aspectos que admiras de la otra persona que luego tú podrías desarrollar?

No intentes ser otra persona; aprende qué es lo que hace la persona que podría ser de utilidad para ti.

Al mismo tiempo, ¿ves algo en ti mismo que agradezcas y te enorgulleca que la persona a la que envidias no muestra? Es posible que tengas un mejor sentido del humor o un corazón más amable que la persona de apariencia perfecta en la que quizás nunca puedas convertirte. Cuando te sumerjas en la comparación, reconoce qué te da valor.

Preguntas para el autoconocimiento y la percepción

Usar la envidia de manera positiva comienza con la autoconciencia y la percepción. Responde estas preguntas para comenzar a usar la comparación para siempre:

• ¿A quién envidias? ¿Qué tiene esa persona que te gustaría tener más a ti?
• ¿Puedes traducir tu deseo de “tener lo que ellos tienen” en una meta tangible o un plan en el que puedas trabajar con el tiempo?
• ¿Quién puedes verte siendo mientras trabajas para desarrollarte?
• ¿Cómo puedes concentrarte incluso en los pequeños pasos que estás dando en lugar de los pasos en falso que inevitablemente ocurren?
• ¿Qué recursos o personas podrían apoyarte en tu viaje?
• No olvides celebrar tus éxitos. ¿Qué harás para reconocer tu crecimiento?

Puedes usar la comparación para amarte más a ti mismo cuando te enfocas en obtener lo que más quieres para tu vida en lugar de sentirte mal por lo que no tienes ahora. Recuerda, tu intención no es la perfección; es saber que estás mejorando con cada valiente paso que das.