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Verificado por Psychology Today

Ansiedad

Cómo lidiar con ansiedad que simplemente no se va

Estrategias para encontrar paz incluso cuando la ansiedad todavía está presente

Los puntos clave

  • La ansiedad tiende a tener mente propia, interfiere en nuestras vidas y permanece más tiempo del que queremos.
  • Tratar de eliminar la ansiedad a menudo la convierte en un problema aún mayor.
  • Muchas estrategias útiles tratan de construir una relación diferente con la ansiedad.
Source: Yakobchuk Olena/Adobe Stock
Source: Yakobchuk Olena/Adobe Stock

La ansiedad a menudo actúa como un visitante grosero, aparece sin ser invitado y permanece mucho tiempo después de que le hayas pedido que se vaya. Cualquiera que sea la forma que adopte (preocupación agobiante, sensación de pánico asfixiante, temor ante situaciones sociales o cualquier otra cosa), la ansiedad implacable puede ser agotadora.

Algunas técnicas pueden ser efectivas para reducir la ansiedad: enfrentar tus miedos a través de la terapia de exposición, relajar todos los músculos principales del cuerpo uno por uno, practicar meditación y otras formas de atención plena, entre otras. Pero si bien estas técnicas suelen ser útiles, no ayudan a todos; incluso cuando funcionan, es posible que sólo tengan un éxito parcial.

¿Qué puedes hacer cuando la ansiedad simplemente no desaparece? Estas cinco estrategias pueden ayudar.

1. Cae en tu cuerpo

La ansiedad a menudo te persigue hasta la cabeza y te desconecta de tu cuerpo físico. Como resultado, la ansiedad se apodera cada vez más de tu concentración y energía. Vuelve a lo que está sucediendo en tu cuerpo. Respira suavemente unas cuantas veces cuando notes alguna sensación: calor, frío, pesadez, tensión o zumbido de energía. Deja que tus observaciones sean lo más neutrales posible, libres de juicios de “bueno” o “malo”. Sé testigo de lo que es estar en un cuerpo en este mismo momento.

2. Invita la ansiedad a entrar

Este enfoque suena paradójico, y lo es. Resistir la ansiedad no sólo no la hace desaparecer, sino que tiende a empeorarla. Mira cómo se siente pedirle a la ansiedad que se quede un rato. Hazle saber que puede pasar el rato todo el tiempo que quiera y que, mientras tanto, te ocuparás de otras cosas. Incluso si se queda, puedes dejar de luchar inútilmente para que se vaya.

3. Haz lo que sigue

Pregúntate qué hay que hacer. Cambia tu enfoque de arreglar cómo te sientes a realizar la siguiente tarea que necesita tu atención. Haz que este giro sea lo más suave posible, sin autocrítica ni una voz interna dura. Pregúntate simple y amablemente: ¿Qué hay que hacer? Como sugirió la estrategia n.° 2, la ansiedad puede acompañarnos.

4. Respira y escucha

La ansiedad es una alarma y las alarmas están destinadas a llamar tu atención. Haz una pausa por un momento y sintonízate hacia adentro. Escucha lo que tu mente y tu cuerpo podrían estar tratando de decirte. No es necesario pensar en ello ni resolverlo. Estás escuchando más con el corazón que con los oídos, con la intuición más que con la razón.

Tómate algo de tiempo y espacio para escuchar lo que podría haber debajo de los pensamientos y sentimientos angustiosos. Incluso si no obtienes una respuesta, puede ser beneficioso simplemente hacer una pausa y mirar hacia adentro.

5. Cuestiona lo que asumes

Detrás de cada una de estas técnicas hay un principio rector: cambia tu relación con la ansiedad. Tendemos a quedar atrapados en una forma de manejarla, que generalmente consiste en deshacernos de la ansiedad. Empieza a desafiar las creencias que impulsan esta respuesta. Encontrar la paz cuando sientes ansiedad a menudo requiere hacer las paces con la ansiedad misma. Cuando te preguntes por qué la ansiedad no desaparece, recuerda que nada dice que deba desaparecer. Quizás no sea tu trabajo solucionar la ansiedad. Quizás esté bien sentir ansiedad.

Experimenta con estos cinco enfoques y mira cómo se adaptan a ti. Sólo ten cuidado con la tendencia a juzgar si “funcionan” o no en función de si te hacen sentir menos ansiedad. Si bien los sentimientos juegan un papel importante en nuestras vidas, no son la medida definitiva de una vida bien vivida. En cambio, concentra tu energía en hacer las cosas que aportan valor real a tus días.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Seth J. Gillihan PhD

El Dr. Seth J. Gillihan, es un psicólogo con licencia y autor especializado en la Terapia Cognitivo Conductual (TCC).

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