Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Cognición

7 Señales de que aplicas demasiada cautela

La cautela es una fortaleza, pero ¿serlo demasiado te está frenando?

Los puntos clave

  • Quienes obtienen una respuesta de casi todos a quienes se acercan probablemente no toman suficientes riesgos interpersonales.
  • Una persona muy cautelosa puede no arrepentirse de su pasado reciente porque considera que lo que no hizo era “demasiado arriesgado”.
  • Ser un tomador de riesgos o muy aventurero tiende a ser glorificado en la sociedad, las personas cautelosas contribuyen mucho.
Unsplash/Jaroslav Devia
Source: Unsplash/Jaroslav Devia

La precaución es una gran fortaleza, pero demasiada precaución puede detenernos. Prueba esta lista de verificación para reflexionar sobre si podrías estarte excediendo en cuanto a la cautela que aplicas.

1. Más del 90 por ciento de lo que intentas funciona.

Probablemente no estés probando cosas lo suficiente como para que algo no funcione. No experimentas lo suficiente.

2. Arriba del 90 por ciento de las personas a las que te acercas responden.

Probablemente no estés tomando suficientes riesgos interpersonales. Las investigaciones muestran que a menudo subestimamos cuánto les gustaría a los demás saber de nosotros.

3. No lamentas nada de lo que has hecho en los últimos seis meses.

Pensaste e investigaste todo con tanto cuidado que no te arrepientes de nada de lo que intentaste. Sin embargo, esto puede ser muy agotador y llevar mucho tiempo si no siempre fue necesario. La investigación y el pensamiento excesivos tienen un costo de oportunidad.

4. Recibes excelentes sugerencias o consejos, pero no los tomas. Esto sucede más del 30 por ciento de las veces que recibes buenos consejos o sugerencias.

Eres tan vacilante que tal vez inventes razones por las que no puedes o no debes actuar con buenas ideas o consejos, incluso cuando te serían muy útiles.

5. Siempre eliges versiones más moderadas, en lugar de lo que realmente preferirías.

Por ejemplo, te gustaría vestir un color más brillante, ordenar una cena más aventurera o elegir un nombre de bebé menos común. Sin embargo, te convences de no hacerlo y optas por una opción más segura. En escenarios en los que tus gustos tienden a ser más aventureros, esto hace que rara vez elijas lo que más quieres.

6. No lamentas mucho de lo que no has hecho en el pasado reciente.

Este punto puede parecer contradictorio. Si eres demasiado cauteloso, ¿no te arrepentirías de muchas cosas que no has hecho? Tal vez, pero una persona muy cautelosa también puede pensar fácilmente en las razones por las que las cosas que no hizo eran riesgosas o tenían inconvenientes, y es posible que no hubieran salido bien de todos modos. Podrías pensar: “Wow, esquivé una bala con eso” sin saber si ese fue el caso.

Cuando ha transcurrido mucho tiempo, tu percepción de esos riesgos puede cambiar hasta el punto de que te arrepientas de no haber hecho cosas en el pasado más lejano.

7. Pocas personas parecen tan cautelosas como tú.

Incluso en grupos grandes de, digamos, 40 a 100 personas (por ejemplo, equipos o grupos de colegas), por lo general eres la persona más cautelosa.

Notas

  • Los números dados a lo largo de esta publicación tienen la intención de estimular tu pensamiento y son algo arbitrarios. Por ejemplo, si el 99 por ciento de las cosas que intentas funcionan, es una señal muy fuerte de que eres demasiado cauteloso. Si fuera el 70 por ciento, eso es una señal potencial de ser moderadamente demasiado cauteloso. Debería ser bastante obvio cómo evaluar dónde caes.
  • Ser cauteloso es una fortaleza importante. Ser arriesgado o muy aventurero tiende a ser glorificado en nuestra sociedad, pero las personas cautelosas contribuyen mucho. Usa esta publicación para considerar cuándo ser demasiado cauteloso podría frenarte, pero también reconócelo como una verdadera fortaleza, una que probablemente sea subestimada por quienes te rodean.

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Alice Boyes Ph.D.

La Dra. Alice Boyes, traduce los principios de la terapia cognitivo conductual y la psicología social en consejos para que las personas puedan utilizar en sus vidas cotidiana.

Más de Alice Boyes Ph.D.
Más de Psychology Today
Más de Alice Boyes Ph.D.
Más de Psychology Today