Relaciones
4 Requerimientos esenciales para una relación a largo plazo
El secreto del amor sostenido yace en estos cuatro simples factores.
17 de septiembre de 2024 Revisado por Abigail Fagan
El amor eterno no es algo que simplemente se pueda convertir en realidad; más bien, es algo que se construye sobre sí mismo a través de pensamientos y acciones. Esto se ejemplifica en un estudio de 2017 de Marriage and Family Review, que descubrió los factores que hacen o deshacen cuánto tiempo puede sobrevivir el amor en una relación.
Los autores, Michelle Duda y Raymond Bergner, articulan esto de la siguiente manera: "Decir que' Juan ama a María' en el sentido romántico de ese término es decir no solo que tiene ciertos sentimientos por ella, sino que tiene cierto tipo de relación con respecto a ella. Esta relación es una en la que él le ha dado a María un cierto tipo de lugar, o estatus, en su mundo. Este lugar es de extraordinario honor, valor y centralidad y es quizás el lugar definitivo que un ser humano puede otorgar a otro".
Los siguientes cuatro factores son la clave para lograr una relación como la de Juan y María, relaciones donde el amor dura toda la vida.
1. Atendiendo los mejores intereses de tu pareja
Duda y Bergner atribuyen el amor sostenido en primer lugar a la inversión de las parejas en el bienestar mutuo. Notablemente, en relaciones duraderas, esta inversión no debería ser un medio para un fin; más bien, se describe como un profundo interés en el "bienestar del amado por el propio bien del amado".
"María está comprometida con el bienestar de Juan por su propio bien y no solo por cómo su bienestar podría beneficiarla a ella", explican . "Él no es para María una mera 'mercancía', no es una entidad que, como su mecánico de garaje o su peluquero, tiene un lugar en su mundo que consiste esencialmente en satisfacer sus necesidades y deseos".
En cambio, María ve el bienestar de Juan como una extensión suya y de la relación. Ambos fomentan el crecimiento personal del otro no porque serán recompensados por ello, sino porque es un placer y un privilegio hacerlo. Ambos cónyuges sienten que ni uno de ellos, ni su amor, pueden prosperar si el otro no prospera primero como individuo. Este compromiso concertado con la felicidad del otro, sin motivos, es la primera piedra angular del amor sostenido.
2. Honrando la exclusividad de tu relación
El segundo mayor contribuyente al amor sostenido es la exclusividad indiscutible. Duda y Bergner explican: "El amor romántico implica que, para Juan, María es su 'persona'. 'Implica exclusividad”. Continúan: "Implica que Juan reserva el tipo de relación que tiene con María, una que combina intimidad, sexualidad, compromiso, cuidado de su bienestar y más, para ella y solo para ella".
Honrar el lugar especial que ocupa tu otra mitad es crucial para garantizar que comprendan tu compromiso con ellos. Y ofrecer este tipo de lugar a cualquier otra persona sería una traición fundamental, no solo a su confianza, sino a la relación que han construido juntos.
La exclusividad no se trata solo de fidelidad física; también se trata de lealtad emocional. Al salvaguardar la conexión íntima que compartes con tu pareja, ya sea a través de palabras, acciones o ambas, refuerzas la santidad de tu relación. Al hacerlo, reafirmas la naturaleza segura, apreciada e insustituible de tu amor, que es esencial para su perdurabilidad.
3. Mantener un sentido de confianza e intimidad
La intimidad se considera la tercera piedra angular del amor eterno. Sin embargo, es importante discernir la verdadera intimidad de la vaga palabra de moda en la que se ha convertido. La intimidad es mucho más que familiaridad y apego, o una sensación general de cercanía. Más bien, es algo que solo se puede lograr cuando abrimos las partes más íntimas de nosotros mismos a nuestra pareja.
Los autores describen la verdadera intimidad como cuando "Juan le da a María el lugar central en su mundo íntimo". Explican: "Implica que él le hace un lugar en su mundo como su principal confidente y 'alma gemela', confiándole asuntos personales importantes como sus esperanzas, sueños, triunfos, fracasos, preocupaciones, inseguridades, heridas y desacuerdos genuinos con ella, y que él desea a su vez que ella comparta esos asuntos con él".
Este es el nivel de confianza y vulnerabilidad que transforma una relación de meramente cercana a verdaderamente íntima. Permites que tu pareja te vea por completo, con defectos y todo, y confías en que seguirá, y siempre, optará por estar a tu lado. Cuando ambos miembros de la pareja se sienten lo suficientemente seguros como para compartir sus miedos, deseos e inseguridades más profundos, ellos también comparten un inquebrantable sentido de unidad.
4. Aceptar a tu pareja por lo que es
La piedra angular final es la aceptación completa y total de quién es tu pareja y qué aporta a tu relación. Duda y Bergner explican: "El amor implica que María no desea ni requiere que Juan sea otra persona que quien es, que ella no lo está evaluando, por así decirlo, con una vara de medir mental y descubriéndolo menguando como persona de manera significativa y fundamental".
En particular, explican, "Aunque ella pueda objetar ciertas acciones, hábitos y omisiones de su parte, no desea ni requiere que él sea una persona diferente". Esto no es para hacer la vista gorda ante los defectos o ignorar las áreas de crecimiento. En cambio, es el acto de abrazar el yo auténtico de tu pareja, con todas sus complejidades e imperfecciones.
El amor sostenido, de esta manera, significa amar a tu pareja no a pesar de sus peculiaridades e idiosincrasias, sino por ellos. Cuando ambos se sientan verdaderamente aceptados por lo que son, sin presión para ajustarse a una versión idealizada de sí mismos, pueden relajarse en la relación. Al final de cada día, ambos pueden encontrar consuelo al saber que, sin importar los errores que se cometieron, están volviendo a casa con alguien que los ama con la misma intensidad por eso.
Una versión de esta publicación también aparece en Forbes.com.
A version of this article originally appeared in English.