Siete maneras de lidiar con el estrés provocado por los desastres naturales

Fuente: Chris Gallagher/Unsplash

Si eres una de las miles de personas que deben evacuar cada año debido a los desastres naturales, sabes que puede ser traumatizante. Como terapeuta y alguien que ha sido evacuado varias veces, tengo algunas recomendaciones para ayudar con el estrés que esto provoca.

Mantén algunas de tus rutinas diarias.

En momentos así, adherirte a tu rutina habitual parece imposible. ¿Cómo se supone que vas a tener algún tipo de rutina en esa situación? Nuestras rutinas están hechas de pequeños fragmentos de actividad. A veces no nos damos cuenta de cuáles son nuestras rutinas hasta que se hace difícil completarlas. ¿Sueles hacer yoga por las mañanas? ¿Te estiras antes de levantarte de la cama? Puedes recrear eso incluso si estás a kilómetros de distancia de tu hogar. Tener estructura nos ayuda en tiempos estresantes, y las rutinas agregan un pedacito de casa. Es posible que tu rutina no se desarrolle exactamente como acostumbras, pero cualquier parte de normalidad que puedas agregar a una situación anormal ayudará.

Sé amable contigo.

Probablemente no te sientas como tú en momentos así. Te preguntas si tu casa sobrevivirá o qué cantidad de daño puede haber sufrido. Es comprensible que hayas estado irritable y le hayas gritado a tu familia. Cuando estás bajo la amenaza de un desastre natural, la adrenalina se activa y es probable estés en piloto automático. Es posible que ni siquiera recuerdes partes de los últimos días. Sé amable contigo. Estás en una situación muy estresante y fácilmente puedes decir algo que no quieres decir. Admítelo, discúlpate y concéntrate en el aquí y ahora. Castigarte por eso te impide seguir adelante.

Busca contacto con personas amables.

Eres particularmente vulnerable en este momento, y la negatividad de los demás puede tener un impacto aún más significativo en tu estado de ánimo de lo habitual. Incluso durante una evacuación, aún es posible encontrar a personas amables. Eso no significa que te estés conectando con personas que endulzan las cosas. En este momento lo que quieres es hablar con gente que simplemente escucha. Escuchar sin juzgar es un regalo que podemos darnos unos a otros. Si no tienes una persona positiva a quien acercarte, háblate amablemente a ti con tu voz interior.

Observa lo que puedes controlar.

Muchas cosas parecen estar fuera de control en momentos así. Es posible que hayas tenido que dejar recuerdos preciosos, especialmente si tuviste que evacuar de inmediato. No sabes si o cuándo podrás volver a casa. Ni siquiera sabes cómo será tu hogar cuando regreses. Es posible que estés experimentando un profundo dolor. Es posible que no sepas cuándo volverá la sensación de normalidad. A veces ayuda diferenciar entre lo que puedes y no puedes controlar. Si bien no podemos controlar los desastres naturales, podemos controlar cómo nos tratamos a nosotros mismos. También tenemos cierto control sobre nuestro diálogo interno. Practicar la bondad amorosa hacia ti mismo puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes.

Limita los noticieros.

Es posible que estés pidiendo a gritos información sobre lo que está sucediendo en tu ciudad natal. Hay una diferencia entre actualizar una página de seguimiento de huracanes cada tres horas y dejar las noticias encendidas la mayor parte del día. Lo más probable es que no estés recibiendo información nueva y escuchar repetidamente noticias traumáticas puede afectar tu salud mental. Aplica selectividad sobre dónde y cuándo recibes tus actualizaciones, y aléjate del sensacionalismo y las noticias repetitivas.

Sé consciente de que evacuar puede activar traumas anteriores.

Cuando te enfrentas a un desastre natural, se puede desencadenar un trauma pasado. Un desencadenante de trauma puede ocurrir incluso si los traumas originales que experimentaste no se debieron a un desastre natural. Puede parecer que la sensación de ser vulnerable y fuera de control te devuelve a tu trauma original. Es importante compartir tus experiencias con un profesional de la salud mental. Hablar sobre el trauma con una persona capacitada en la que confíes puede ayudarte a procesarlo y posiblemente disminuir su impacto. Si estás pensando en hacerte daño, llama de inmediato a la línea de ayuda para suicidas.

Puedes encontrar a un terapeuta cerca de ti aquí en el directorio de Psychology Today.

A veces no es culpa de nadie.

Tendemos a querer encontrar a una persona o cosa a la que culpar cuando suceden cosas malas. Nos ayuda a darle sentido a un mundo caótico. Es un desafío aceptar que a veces nos sucederán cosas malas sin razón aparente. Puedes culparte a ti o a tus seres queridos por cosas que están fuera del control de cualquiera. Sentirse así es completamente normal. Pero también debes saber que a veces podrías haber hecho todo bien, y aún así enfrentarías este increíble factor estresante. Lo que puede marcar la diferencia es encontrar significado incluso en lo que parece ser una situación imposible. ¿Hay algo que puedas sacar de esta situación que podría enriquecer tu vida a largo plazo? Está bien si no puedes pensar en la respuesta en este momento. Es algo en lo que pensar mientras te adaptas a tu "nueva normalidad".

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