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Verificado por Psychology Today

Crianza

¿Qué es la crianza lo suficientemente buena?

Deja de lado el esfuerzo perfeccionista.

Los puntos clave

  • Este artículo es una invitación a dejar de intentar ser un padre o madre perfectos.
  • El perfeccionismo perjudica tanto a los padres como a los hijos.
  • Aprende a adoptar habilidades de crianza concretas.
Fuente: Nathan Dumlao / Unsplash
Fuente: Nathan Dumlao / Unsplash

Es muy fácil obsesionarse con intentar perfeccionar nuestra forma de ser padres. La cultura parece fomentar el refinamiento maternal más que la mejora paterna.

Desear ser un padre o madre perfecto tiene varias consecuencias desafortunadas.

  1. Sencillamente no sentirse lo suficientemente bueno o buena por no haber alcanzado alguna meta ideal.
  2. Fatiga emocional por esforzarse demasiado.
  3. Ser víctima de querer caerles bien a nuestros hijos, lo que inevitablemente compromete el ejercicio de nuestra autoridad.
  4. Posiblemente sentir resentimiento hacia nuestros hijos por no actuar a la perfección e impedir la mejora de nuestro estatus paternal.

Habilidades de crianza lo suficientemente buenas

La crianza eficaz es un misterio compuesto por las cambiantes características del desarrollo de padres e hijos. La relación de crianza es orgánica y está impulsada por las necesidades, valores, creencias y anhelos de cada persona. Por lo tanto, estas habilidades de crianza “suficientemente buenas” están en constante evolución.

  1. Utilizar barreras efectivas. Las barreras crean límites con el propósito principal de proteger a los niños. Otros objetivos incluyen comunicar los valores familiares y las consecuencias lógicas de violar esos valores. Los límites brindan estructura al estilo de vida de un niño, apoyando las metas deseadas y el desarrollo social.
  2. Ofrecer aliento. El aliento expresa la creencia de los padres en la capacidad de sus hijos para resolver problemas y tomar decisiones que mejoren la autoeficacia. Los padres que ofrecen aliento creen en quién es su hijo en lugar de en quién podría llegar a ser.
  3. Nutrición. Una antigua definición de la palabra nutrición es “alimentar”. Podemos alimentar a nuestros hijos emocionalmente y físicamente. Este sustento emocional incluye el contacto suave, los abrazos, los besos, la escucha atenta, los juegos y las expresiones de amor.
  4. Disciplina. La palabra disciplina proviene de la palabra “discipulado”. Lo que esto realmente significa es comprometerse a pedir ayuda a amigos, familiares y profesionales. Conseguir la ayuda de los padres significa convocar a una aldea para criar a un niño.

Carl Jung advirtió: “La mayor carga que un niño debe soportar es la vida no vivida de sus padres”. ¿Cómo es la vida vivida de un padre? Es un mapa precioso de cómo vivir lo que aman, de cómo vivir lo que aporta significado y alegría a sus vidas. Por lo tanto, una crianza suficientemente buena a menudo refleja cómo los padres viven sus propias vidas.

Por último, en una crianza suficientemente buena debemos perdonarnos repetidamente por las transgresiones cometidas hacia nuestros hijos, como el descuido o la falta de amabilidad. Perdonarnos a nosotros mismos va de la mano con reconocer nuestros errores ante nuestros hijos. Tal reconocimiento es un excelente modelo para asumir la responsabilidad de nuestras acciones.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Paul J. Dunion Ed.D.

Paul Dunion, Doctor en Educación, ha tenido práctica privada como psicoterapeuta y consultor por los últimos 45 años y ha publicado ocho libros.

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