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Verificado por Psychology Today

Olfato

¿Por qué los perros huelen las entrepiernas?

Tal vez sea un comportamiento grosero, pero los perros solo están buscando información sobre ti.

Los humanos solemos avergonzarnos cuando un perro se nos acerca y empieza a olfatear nuestra entrepierna o mete su nariz a nuestro trasero. El perro no tiene idea de que poner su nariz en esas secciones del cuerpo humano podría ser ofensivo para algunas personas, el perro solamente está buscando información. El sentido dominante para los perros es su sentido del olfato. Así que, para los caninos, leer los aromas es como leer un reporte de estatus sobre lo que está oliendo. Esta es una manera común de reunir información sobre otros perros, y de muchas maneras, los perros tratan a los humanos como si fueran similares a los caninos.

Un tipo especial de glándula sudorípara llamada glándula apocrina produce esencias que brindan información social. Estos químicos se conocen como feromonas. Los perros y la mayoría de los mamíferos tienen sus glándulas apocrinas esparcidas en todo su cuerpo, con concentraciones en sus áreas genitales y anales. Las células apocrinas que liberan feromonas se encuentran incluso en los folículos del cabello, así que la piel de los perros se recubre con estos químicos para facilitar la identificación por parte de otros perros. Las bacterias empiezan a actuar casi inmediatamente sobre estas secreciones, modificando e intensificando el olor. Los aromas de las feromonas no solo identifican el género, edad, salud y humor de un individuo, sino que también tienen mucha información sexual, como la etapa del ciclo menstrual en la que se encuentra una hembra, o si está embarazada o si tiene un falso embarazo.

Los perros incluso tienen un sistema de detección de aromas especial conocido como el órgano de Jacobson u órgano vomeronasal. Es un tipo de bolsa con forma de pastelito que contiene células receptoras y está ubicado justo por encima del tope de la boca. Tiene ductos que abren tanto a la boca como a la nariz para permitir que las moléculas con esencia se introduzcan. La gran cantidad de nervios y el rico suministro de sangre hacia este órgano nos dice que es importante para el perro, lo que se verifica por el hecho de que existe una región especial en los bulbos olfativos en el cerebro del perro dedicados al procesamiento de información a partir de este receptor especial de olores.

En los humanos, la glándulas apocrinas se encuentran solo en ciertas áreas del cuerpo, con las más altas concentraciones en las axilas y en el área de la ingle, así que los perros huelen estas zonas por las mismas razones por las que huelen las regiones genitales de los perros. Como sucede cuando conocen a otros perros, los extraños reciben la mayor atención de este tipo, especialmente si hay un toque de esencia sexual. Las personas que han tenido relaciones sexuales recientemente parecen atraer este tipo de atención por parte de los perros. Las mujeres que están menstruando o que recientemente dieron a luz (especialmente si aún están amamantando a su hijo) también encontrarán que los perros huelen su zona genital sin miramientos.

Cuando una hembra está ovulando parece causar un cambio en las feromonas que atrae a los perros. Algunos investigadores han notado que la frecuencia del olfateo de la ingle se incrementó dramáticamente alrededor de la ovulación y decidieron darle utilidad a este hecho. Entrenaron a algunos pastores australianos para señalar a las vacas que acababan de ovular, lo que le permitió a granjeros y rancheros reproducir exitosamente a estas vacas durante su breve periodo fértil. La “prueba de olfato” de los perros es considerablemente más fácil de administrar y más confiable que la mayoría de los demás métodos para predecir la ovulación. Tal vez esto podría abrir un nuevo tipo de asistencia perruna para los humanos. Millones de mujeres que, por razones culturales o religiosas, solamente usan el método anticonceptivo del ritmo podrían ser alertadas mediante un perro entrenado sobre sus periodos de fertilidad. También le daría un nuevo significado a la queja de muchos esposos de que su vida sexual “está para el perro”.

Sin embargo, muchas personas tienen fuertes reacciones negativas cuando un perro empieza a examinar su cuerpo en busca de mensajes aromáticos. Una instancia en la que esta reacción negativa al olfateo de la ingle fue cuando una mujer de Connecticut acusó a un hombre y, específicamente a su perro, por acoso sexual después de que el golden retriever le oliera la entrepierna a la mujer. Afortunadamente para los amantes de los perros en todo el mundo, el juez que revisó el caso lo descartó diciendo que “la grosería por parte del perro no constituye acoso sexual por parte del propietario”.

Stanley Coren es el autor de muchos libros, incluyendo La sabiduría de los perros; ¿Los perros sueñan?, Nacidos para ladrar; El Perro de hoy.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Stanley Coren PhD., DSc, FRSC

El Dr. Stanley Coren, Miembro de la Royal Society en Canadá, es profesor de psicología en la Universidad de British Columbia.

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