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Verificado por Psychology Today

Jaime L. Kurtz Ph.D.
Jaime L. Kurtz Ph.D.
Carrera

Por qué les gustas más a las personas de lo que piensas

La investigación sobre el gusto explica un error importante en el juicio social.

Los puntos clave

  • Las personas tienden a subestimar cuánto les gustan a los demás, por varias razones interesantes.  
  • ¿Qué es la brecha de gustos? Subestimamos la cantidad de personas que realmente disfrutan de nuestra compañía.

Todos hemos estado allí. Tenemos una conversación con alguien, tal vez un nuevo amigo potencial, un compañero de trabajo o una nueva pareja romántica, e, incluso si no sucedió nada particularmente terrible, nos preocupamos excesivamente por el tipo de impresión que hemos causado. Estas preocupaciones pueden tomar muchas formas: "¿compartí demasiado?" "¿tartamudeé o me vi incómodo?" "¿sonó pretencioso ese comentario?" "¿hice suficientes preguntas?” O incluso "¿tenía espinacas en los dientes?" Debido a nuestro profundo deseo de conectarnos y ser aceptados, estas preocupaciones hacen sentido. Queremos desempeñarnos bien, parecer que estamos en control y gustarle a otros.

Las buenas noticias

Dados estos deseos, en realidad hay muy buenas noticias: en general, nuestros interlocutores no son tan críticos como cabría esperar. Aún mejores noticias: tendemos a gustarles y disfrutan de nuestra compañía mucho más de lo que pensamos que lo hacen. Los investigadores llaman a esta discrepancia en las perspectivas, lo que crees que alguien pensó de ti frente a lo que realmente pensaron de ti, la brecha de gustos. Es una razón clave por la que las interacciones sociales pueden ser una fuente de estrés y preocupación, incluso después de que hayan terminado. Simplemente subestimamos la cantidad de personas que realmente disfrutan de nuestra compañía.

En una serie de estudios, la investigadora Erica Boothby y sus colegas investigaron la brecha de gustos al examinar varios tipos de interacciones sociales. En un estudio, extraños se reunieron en un laboratorio y realizaron una breve tarea para conocerse. En otro, las personas se conocieron como parte de un taller de desarrollo personal. Y para probar cómo se desarrolla la brecha de gustos durante períodos de tiempo más largos, un tercer estudio analizó a compañeros de cuarto de primer año en la universidad en el transcurso de un año académico.

En estos diferentes entornos, tipos de personas y períodos de tiempo, Boothby encontró evidencia de la brecha de gustos, donde las personas pensaron que a sus compañeros de conversación les gustaban menos y disfrutaban la conversación menos de lo que realmente lo hacían. Y la brecha de gustos es persistente: para los compañeros de cuarto de la universidad de primer año, la brecha de gustos persistió durante la gran mayoría del año escolar. (Parecía que se borró en mayo, justo cuando los estudiantes estaban empacando para ir a casa durante el verano.) Curiosamente, parece ser aún más exagerado para las personas que son tímidas y que tienen baja autoestima.

Una segunda serie de estudios, realizada por Adam Mastroianni y sus colegas, examinó la brecha de gustos en las personas que fueron asignadas a colaborar en un proyecto en grupos pequeños. Incluso cuando las personas estaban enfocadas en su trabajo, la brecha de gustos también existía aquí: muchas personas pensaban que a los miembros de su grupo les gustaban menos de lo que realmente les gustaban. Y los resultados tuvieron consecuencias para los resultados relacionados con el trabajo. Aquellos que supusieron (erróneamente) que a los demás no les gustaban tenían menos probabilidades de pedir ayuda a los miembros del grupo, tenían menos probabilidades de ofrecer comentarios a los miembros del grupo y tenían menos probabilidades de querer volver a trabajar con el grupo en el futuro.

¿Por qué existe la brecha de gustos?

Hasta cierto punto, es impulsada por los pensamientos negativos y autocríticos que a menudo tenemos durante y después de las conversaciones, cuando nos sentimos críticos de cosas que nuestros interlocutores no pudieron detectar (nuestras propias ansiedades bien ocultas, por ejemplo) o simplemente no estaban prestando atención. Este monólogo interior es inaccesible para los demás, pero extremadamente poderoso para nosotros.

En la superficie, esta autocrítica puede parecer bien intencionada. Queremos agradar, y somos exquisitamente sensibles a cualquier error social que podamos cometer para poder repararlo y, con suerte, desempeñarnos mejor en el futuro. Pero, como señala esta investigación, podemos llevar estas preocupaciones un poco demasiado lejos y gastar mucho tiempo y energía preocupándonos por los errores de conversación que nadie captó. También podemos llevar estas preocupaciones a futuras interacciones sociales, lo que dificulta aún más las conexiones sociales. Además, a menudo olvidamos que nuestros compañeros de conversación también pueden estar pasando por sus propias autocríticas. En lugar de juzgar nuestros errores, probablemente se centren en los suyos.

Haz que funcione para ti

La próxima vez que te sorprendas siendo autocrítico después de una interacción social, considera hacer una lista mental o escrita de las observaciones que te vienen a la mente. Por ejemplo, podrías sorprenderte pensando: "hablé demasiado de política durante esa conversación" o "no mantuve contacto visual". Ahora, mira tu lista. ¿Qué tan probable es que tu interlocutor realmente haya notado estas cosas? ¿Qué tan probable es que los molestaras? Haz tu mejor conjetura.

A continuación, ¿puedes pensar en algo que podrían haber dicho o hecho por lo que podrían estar preocupados? (Dependiendo de hace cuánto tiempo fue esta conversación, esto podría no ser posible.)

Y simplemente recordar los hallazgos de esta investigación podría incluso ser reconfortante la próxima vez que te encuentres en una espiral de autocrítica. Mientras te preocupas por tu propio desempeño, es probable que la persona con la que interactuaste esté haciendo lo mismo. La existencia de autocrítica y estrés social no es precisamente una buena noticia, pero es de esperar que sea reconfortante saber que es algo compartido por casi todos.

A version of this article originally appeared in English.

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