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Verificado por Psychology Today

Amigos

Por qué las conexiones genuinas y duraderas parecen tan elusivas

¿Qué puedes hacer al respecto? La clave es la sintonía.

Los puntos clave

  • Algunas razones de por qué parecen elusivas las conexiones duraderas podrían relacionarse con la naturaleza adictiva de los aparatos y el estrés.
  • La sintonía, la habilidad de estar conscientes de nuestro estado y sintonizarnos y conectar con alguien más, puede ayudarnos a reconectar.
  • La investigación sugiere que cuando las personas están altamente sintonizadas en una interacción, el ritmo de sus ondas cerebrales se sintoniza.
  • Algunos tips para aumentar la sintonía en una interacción incluyen estar relajado y presente, y poner atención a la otra persona.
Erik McLean / Unsplash
Fuente: Erik McLean / Unsplash

Es difícil encontrar conexiones de calidad, especialmente durante la pandemia y con el distanciamiento social. Pero incluso en tiempos antiguos, las conexiones genuinas y duraderas parecían evasivas.

¿Pero por qué?

Parte del problema puede incluir la naturaleza adictiva de los teléfonos inteligentes y las redes sociales. Durante la pandemia, estos dispositivos son un salvavidas para nuestros amigos y seres queridos. Pero en tiempos no pandémicos, estar pegado a nuestras pantallas y dispositivos es más una bendición para quienes se dedican a marketing y anunciantes que para la calidad de nuestras relaciones.

Luego están las tensiones crónicas y las ansiedades que enfrentamos. A menudo se siente imposible manejar todas las cosas que vienen hacia nosotros. Parece que tenemos una lista interminable de cosas por hacer. Y la pandemia ha aumentado este estrés y ansiedad a un nivel existencial. Muchos de nosotros transitamos nuestros días crónicamente estresados y preocupados con nuestros propios pensamientos y preocupaciones, volviéndonos incapaces de escucharnos realmente durante mucho tiempo.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Por qué la sintonía es tan importante para la conexión

Todos podemos trabajar en el arte casi perdido de sintonizarnos entre sí, especialmente con las personas cercanas, pero incluso con las personas con las que nos comunicamos en estos días solo por teléfono, FaceTime o Zoom. La clave para esto es la "sintonía": la capacidad de ser conscientes de nuestro propio estado de mente y cuerpo mientras también nos sintonizamos y conectamos con otra persona. La sintonía es la capacidad de "hacer contacto" con alguien, no solo a nivel de pensamiento, sino también a nivel visceral y emocional. Es ser capaz de estar en sintonía y en sincronía con los sentimientos de los demás y los propios sentimientos, no solo en un solo momento de comprensión o empatía, sino con el tiempo, durante los giros impredecibles de una interacción.

Las conexiones altamente sintonizadas vienen en muchas formas. Imagina a dos amigos en una conversación que fluya muy bien, donde ambos amigos se sienten realmente escuchados y entendidos. O piensa en dos músicos tocando un dúo, escuchándose con atención, moviéndose juntos, emocionalmente sincronizados. O imagínate a dos compañeros de equipo de baloncesto en un movimiento rápido por la cancha, siempre conscientes el uno del otro y los jugadores opuestos en esta situación que cambia rápidamente, capaces de hacer un pase y anotar en el momento oportuno.

La sintonía es lo que te hace sentir como si realmente te hubieras conectado con alguien. Es el "jugo", la salsa secreta que hace que una interacción o una relación se sienta viva. Cuando sientes química con alguien, probablemente comienza con algún tipo de atracción mutua (como amigos o románticamente), pero mucho de lo que crece y sostiene esa química es la sintonía.

Este tipo de conexión elevada es compleja, un poco misteriosa, y puede parecer más allá de nuestra capacidad de comprender completamente. Pero la investigación neurocientífica está empezando a darnos algunas ideas, mostrándonos que cuando dos personas están muy sintonizadas durante una interacción en vivo, cara a cara, los ritmos de sus ondas eléctricas cerebrales se sincronizan. Están literalmente sincronizados entre sí a nivel de su fisiología cerebral.

Un estudio publicado este año por Suzanne Dikker y sus colegas utilizaron un enfoque de "neurociencia de crowdsourcing" para revelar cuán sincronizados podemos llegar a estar. Durante un período de cinco años, el equipo de investigación invitó a miles de personas que visitaban museos o festivales a participar en el estudio. Pares de participantes con diferentes niveles de familiaridad entre sí tuvieron una conversación cara a cara por 10 minutos mientras se medían las ondas cerebrales de cada uno de ellos, utilizando una técnica llamada electroencefalograma (EEG).

Los investigadores encontraron que el grado de compromiso y atención mutua entre sí (lo que llamaríamos el grado de sintonía) predecía el grado de sincronización en su actividad eléctrica cerebral. Cuanto más sintonizada y sincronizada se sentía la interacción, más sincrónica era la actividad cerebral de la pareja. Pero por otro lado, cuanto más distraídos estaban uno del otro, menos sincrónica era su actividad cerebral. Además de la distracción, hay evidencia de otros estudios de que el estrés también puede alterar la sincronía cerebral.

La sintonización es la capacidad humana más necesaria y más descuidada en estos días. Es una capacidad que la mayoría de nosotros hemos experimentado en nuestras vidas, pero se ha oxidado bastante en los últimos años, especialmente durante la pandemia. Sin ella, no podemos hacer esas conexiones genuinas y duraderas que realmente necesitamos. Aumentar la sintonía, al menos un poco, realmente podría ayudarnos a sentirnos más conectados con las personas en nuestras vidas.

Cómo aumentar la sintonía

Aquí hay algunos pasos que puedes probar en tu próxima interacción con alguien para aumentar tu sintonía:

  1. Estar relajado y consciente. Justo antes de interactuar con la otra persona, inclina la barbilla hacia abajo y siente como si tu cabeza estuviera suavemente suspendida desde arriba. Relaja los hombros. Siente cómo tu vientre se expande con la inhalación y relájate con la exhalación. Sintoniza con tu entorno.
  2. Escuchar. Presta atención a las señales de la otra persona. Durante al menos uno o dos minutos, trata de considerar lo que está diciendo y expresando como lo más importante para ti.
  3. Entender. Trata de considerar cuál podría ser la experiencia o perspectiva de la otra persona. ¿En qué se diferencia desde tu perspectiva? Sé tolerante con la posibilidad de que tus perspectivas puedan diferir.
  4. Ser receptivo. Conoce a la otra persona donde está mental y emocionalmente. Mantén tus respuestas en el objetivo, conectado de alguna manera a lo que la otra persona acaba de decir o hizo. Trata de permanecer con ella en el flujo de la interacción, al menos durante unos minutos.

Estos consejos pueden sonar simples, pero hay mucho en ellos, y la práctica ayudará. En nuestro blog, continuaremos explorando la ciencia y la práctica de la sintonía.

Nota de los autores: Ashley Pallathra y Edward Brodkin comparten sus puntos de vista aquí solo con fines educativos e informativos. Las opiniones expresadas en este blog no son un sustituto de la atención psicológica, psiquiátrica o médica individualizada de un médico familiarizado con sus circunstancias específicas.

Imagen de Facebook: fizkes / Shutterstock

Imagen de LinkedIn: Rachata Teyparsit/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Ashley Pallathra, PhD and Edward Brodkin, MD

Mtra. Ashley Pallathra y Med. Edward Brodkin, son coautores de Missing Each Other: How to Cultivate Meaningful Connections.

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