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Verificado por Psychology Today

Medio ambiente

La influencia del clima en la mente

La Madre Naturaleza afecta nuestros cuerpos por dentro y por fuera.

Los puntos clave

  • Aunque la gente ha atribuido anecdóticamente los cambios de humor al clima por años, la últimamente ciencia ha tardado en ponerse al día.
  • El clima al exterior nos afecta por dentro al influir en factores biológicos como las hormonas y alterar nuestros hábitos de vida.
  • Podemos minimizar los cambios de humor estacionales y mantener estados de ánimo consistentes con estrategias nutricionales y de comportamiento.

Ya sea que vivamos en una ciudad soleada, lluviosa, ventosa o calurosa y húmeda, es común hacernos la pregunta: ¿el clima al exterior afecta cómo nos sentimos por dentro? ¿El clima frío o lluvioso realmente empeora el estado de ánimo, la luz del sol mejora la felicidad y el calor y la humedad nos irritan, como sugieren las anécdotas y la investigación observacional, o estas experiencias meteorológicas y del estado de ánimo son solo otro ejemplo del notable poder de las creencias culturales y el sesgo de confirmación para moldear nuestras percepciones de la realidad?

La ciencia del humor y la meteorología

La ciencia evolutiva no contradice la posibilidad de una relación clima-emoción. Como seres humanos, no somos solo organismos que viven con la Madre Naturaleza, somos su creación y sus hijos. Durante miles de milenios, evolucionamos bajo la fuerte influencia de la Naturaleza y aprendimos de su amor duro, moldeando nuestros cuerpos, nuestros sentidos y nuestro cerebro para sobrevivir y reproducirnos con éxito. Apreciar nuestra larga historia de eones como seres humanos que evolucionan en entornos peligrosos en parte por las condiciones climáticas siempre cambiantes hace plausible la teoría de que ciertos cambios de humor y comportamiento podrían haberse originado en nuestros antepasados ​​como respuestas adaptativas, incluida la probabilidad de diferencias individuales en estas respuestas ( La Madre Naturaleza en la política no sería muy popular: ama la variación y la inequidad).

La ciencia biológica nueva y reciente también destaca los mecanismos bioconductuales a través de los cuales las condiciones climáticas podrían afectar favorable o negativamente nuestras emociones. La figura anterior resume los datos de revisión metanalítica y de laboratorio humano que examinan los cambios biológicos y de comportamiento relacionados con diferentes condiciones climáticas.

Es probable que la luz del sol y el clima cálido (no caluroso) mejoren el estado de ánimo, la salud y el bienestar de muchas personas. El frío sostenido y las inclemencias del tiempo, por otro lado, también inducen una serie de cambios hormonales y de comportamiento de salud, pero en direcciones y magnitud que podrían resultar en un empeoramiento del afecto. Finalmente, las temperaturas más altas y las condiciones de humedad se relacionan de manera confiable en las revisiones empíricas con una peor salud física y mental, efectos que en parte pueden resultar de cambios en la neurobiología y el comportamiento.

La influencia del clima optimizado en el humor

Aunque es fundamental apreciar la variación individual al interpretar los efectos meteorológicos en el estado de ánimo, la ciencia anterior proporciona una base bioconductual para la conexión sugerida por muchos informes subjetivos. Aún más importante, este cuerpo de ciencia brinda información sobre las vías precisas que podríamos autorregular intencionalmente para optimizar nuestra salud mental en los patrones climáticos diarios y estacionales.

Para aquellos propensos a los síntomas afectivos estacionales, por ejemplo, se ha demostrado que aumentar la exposición a la luz de la mañana (incluidas las alternativas de luz terapéutica a la luz solar), hacer ejercicio regularmente, practicar horarios de sueño regulares, usar suplementos estratégicos (por ejemplo, vitamina D) y mantener hábitos de nutrición de calidad es útil para reducir los síntomas e incluso prevenir los episodios. Los beneficios de la luz solar sobre las hormonas y los cambios en el comportamiento de la salud son igualmente potentes en la primavera, el verano y el otoño, y podrían convertirse en prácticas conscientes constantes durante estas estaciones en lugar de tendencias inconscientes. Y aquellos en climas más cálidos y húmedos podrían mitigar potencialmente los cambios de humor al implementar estrategias para refrescar sus ambientes para dormir, mantener la hidratación y obtener una nutrición de calidad y formas seguras de actividad física.

Si bien no tenemos que mudarnos a Hawái para obtener beneficios para el estado de ánimo debido a un mejor clima, esta investigación sugiere que debemos esforzarnos por mantener prácticas de salud confiables incluso en climas desafiantes si queremos sentirnos lo mejor posible.

Resumen

Para muchas personas, los cambios de humor en respuesta a las condiciones climáticas pueden ser un efecto directo de la biología y los patrones de comportamiento alterados. Afortunadamente no necesitamos ser víctimas pasivas de las condiciones externas. Ya sea en el frío del invierno, el calor del verano o las condiciones húmedas de la primavera y el otoño, podemos tomar medidas para optimizar los beneficios del estado de ánimo y minimizar los déficits del estado de ánimo a través de estrategias de comportamiento conscientes.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Thomas Rutledge Ph.D.

El Doctor Thomas Rutledge, es Profesor Residente en el Departamento de Psiquiatría en UC San Diego psicólogo en el Sistema de Salud de VA San Diego.

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