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Verificado por Psychology Today

Mica B. Estrada, Ph.D.
Mica B. Estrada, Ph.D.
Autoayuda

Dos acciones que simplificarán tu vida

No hace falta comprar otro libro de autoayuda, si haces esto, tu vida será más fácil y feliz.

HiveBoxx/Unsplash
Fuente: HiveBoxx/Unsplash

Mientras que el mundo parece ser complicado y atareado, mi vida hogareña es considerablemente tranquila y pacífica la mayoría de los días. Tal vez tú también sientes que la ralentización de la vida durante COVID-19 (que para mí incluye viajar menos, correr menos y socializar menos) trae tanto cargas como bendiciones.

Durante todo esto, mi Cariño y yo unimos casas y hemos encontrado pilas y pilas de redundancias en nuestros armarios y repisas. Y esto ocurrió justo en el momento en el que el plan pre-COVID era vender esta casa y mudarnos a un lugar nuevo. Ahora nos encontramos considerando si debemos mudarnos o si tiene más sentido simplemente disfrutar nuestro hogar actual. No lo sabemos, pero sí sabemos que tener pilas de artículos redundantes no es necesario y que hay muchas oportunidades para cada uno de nosotros al simplificar durante este tiempo de “no saber qué sigue”. Tanto espiritual como prácticamente, simplificar tiene mucho sentido. Pero, ¿por dónde empiezas?

Acción 1: Regalar cosas.

Hay muchas estrategias distintas para acomodar cosas y regalar lo que sobre. Creéme, tengo libros para demostrar que hay muchas maneras de hacer esto. Pero la verdad es que solo dos cosas son esenciales para hacer que esto suceda:

 Bynder/Unsplash
How much is too much?
Fuente: Bynder/Unsplash

Mientras que el mundo parece ser complicado y atareado, mi vida hogareña es considerablemente tranquila y pacífica la mayoría de los días. Tal vez tú también sientes que la ralentización de la vida durante COVID-19 (que para mí incluye viajar menos, correr menos y socializar menos) trae tanto cargas como bendiciones.

Durante todo esto, mi Cariño y yo unimos casas y hemos encontrado pilas y pilas de redundancias en nuestros armarios y repisas. Y esto ocurrió justo en el momento en el que el plan pre-COVID era vender esta casa y mudarnos a un lugar nuevo. Ahora nos encontramos considerando si debemos mudarnos o si tiene más sentido simplemente disfrutar nuestro hogar actual. No lo sabemos, pero sí sabemos que tener pilas de artículos redundantes no es necesario y que hay muchas oportunidades para cada uno de nosotros al simplificar durante este tiempo de “no saber qué sigue”. Tanto espiritual como prácticamente, simplificar tiene mucho sentido. Pero, ¿por dónde empiezas?

Acción 1: Regalar cosas.

Hay muchas estrategias distintas para acomodar cosas y regalar lo que sobre. Creéme, tengo libros para demostrar que hay muchas maneras de hacer esto. Pero la verdad es que solo dos cosas son esenciales para hacer que esto suceda:

Artem Beliaikin/Unsplash
Fuente: Artem Beliaikin/Unsplash

Acción 2: Deja de adquirir más cosas.

Mientras que esto podría parecer evidente, déjenme decir que a veces me encuentro en lo profundo de la acción 1 y me olvido totalmente de la acción 2 que requiere que deje de comprar cosas. Estas son algunas ideas sencillas para romper el hábito de comprar (si tienes ese hábito) y moverte alegremente hacia una forma de vida más sencilla.

Evita que la publicidad te seduzca. Suena fácil pero es muy difícil en la era moderna. Todo el mundo te quiere vender algo. Los noticieros, la mayoría de las redes sociales e incluso los catálogos por correspondencia a la antigua constantemente nos están diciendo que necesitamos más o nos alientan a considerar comprar más. Son la nicotina de la era moderna. Intenta minimizar este efecto tanto como sea posible.

Observa cómo te sientes al comprar. Durante este tiempo de incertidumbre y estrés incrementados, es fácil hacerse adicto al placer de comprar, incluso si es una sensación pasajera. Piensa en la frecuencia con la que compras después de leer noticias estresantes (o mientras las escuchas). ¿Comprar es un antídoto para el dolor de la vida diaria? Reconocer conscientemente tus patrones de consumo y el “subidón” de compra puede ser una manera poderosa de interrumpir la adicción (Brewer, 2019).

Encuentra nuevos placeres. Hay fuertes evidencias de que resistir hábitos poco saludables no funciona realmente, así que se deben formar nuevos hábitos para reemplazar a los indeseados (Baumeister, Heatherton, y Tice, 1994; Erskine, 2008). ¿Qué podemos hacer en lugar de buscar nuevos productos o seguir el enlace hacia ese lindo vestido que me atrapó en el clickbait de Facebook? Una opción es enfocar nuestra atención en la naturaleza, el arte, la gente y las historias reconfortantes. Otra opción es elegir actividades distintas a comprar para reducir el estrés y obtener placer.

Empieza un boicot a las compras. Hay muchas maneras de hacer esto, pero la más simple es hacer lo siguiente por 3, 6 o 12 meses: (1) comprométete a no comprar cosas (por ejemplo, ropa, libros, nuevas sillas para el jardín); (2) hacer excepciones para comprar algo que se rompa o desgaste (¡y deshacerte de lo que ya no sirve!), consumibles (por ejemplo, alimentos, papel higiénico, etc) y tal vez regalos para los demás. Admitiré que personalmente añadí la opción de comprar suministros relacionados con pasatiempos como pintura o latas, pero, si haces esto, ten cuidado porque puede ser una pendiente muy resbalosa.

Conclusión: simplificar podría involucrar romper lazos y el énfasis en el “más”

Hutomo Abrianto/Unsplash
Fuente: Hutomo Abrianto/Unsplash

Como con la mayoría de las cosas, simplificar nuestras vidas es realmente fácil y puede hacerse sin tomar clases, leer libros o comprar algo nuevo. El compromiso y tal vez un amigo (con quien hacer esto) son todo lo que hace falta. Y, al mismo tiempo, la simplificación para la mayoría de nosotros significará romper lazos profundos hacia las cosas que tenemos y hacia adquirir más cosas. El regalo no es solamente renovar un espacio físico y la oportunidad de viajar con más ligereza en el mundo, sino también renovar nuestra mentalidad y tal vez incluso la alegría de nuestros corazones.

Imagen de Facebook: fizkes/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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