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Verificado por Psychology Today

Relaciones

Cómo recuperarse de una madre emocionalmente distante

Entendamos las heridas especiales provocadas por el rechazo y la falta de respuesta

“Creo que literalmente añoraba amor y atención de niña. Mientras más se alejaba mi madre, más frenética me volvía. Me volví problemática porque sabía que así me prestaría atención, aunque significara recibir castigos. Suena raro, pero eso era lo que hacía. Ya que no podía obtener su amor, me conformaba con su enojo. Al menos en esos momentos estaba ahí."

Esta es la historia de Natalia, una que conté en mi libro, Hijas desintoxicadas, y su descripción de añoranza es bastante precisa; otras mujeres han descrito estar "hambrientas" por el amor de su madre y hacer lo que podían para lograr que estuvieran emocionalmente presentes. A veces, eso involucraba fingir enfermedades o estar enfermas:

“Era bastante joven cuando me di cuenta de que mi madre disfrutaba hacer de enfermera; la hacía sentir valiosa de una manera en la que supongo que la maternidad diaria no lo hacía. Algunos de mis momentos más felices de la infancia están vinculados con las ocasiones en que enfermé de bronquitis, creánlo o no. Pero cuando no estaba enferma, yo era otra casilla que mi mamá tenía que cruzar en su lista de tareas interminables sobre las que se quejaba constantemente. La mayor parte del tiempo me ignoraba."

Photograph by Priscilla DuPreez. Copyright free. Unsplash.
Fuente: Fotografía por Priscilla DuPreez. Libre de derechos. Unsplash.

Reconociendo a una madre emocionalmente distante

Los hijos de este tipo de madres son descuidados emocionalmente, aunque puede ser difícil para ellas reconocerlo debido a que las necesidades externas de sus hijos no solo sí se cumplen, sino que se cumplen con mucho cuidado: estas madres atienden sus vidas cuidadosamente, con hogares hermosamente conservados y niños muy bien vestidos. Mientras que tienen arbustos de rosas fabulosos y son activas en sus comunidades, no le prestan nada de atención a las necesidades emocionales de sus hijos, o, para el caso, a su parte emocional. Estas madres pueden formar lazos afectivos evitativos o simplemente puede que no les gusten las demandas de la maternidad; así es como Alexis percibía a su propia madre:

"A mi madre le desagradaban las necesidades, cuanto más necesitado estuvieras, menos atención te prestaba. Consideraba que llorar era una señal de debilidad y se encendía en tu contra por eso. Aprendí de muy joven a pedir poco porque en realidad era mucho más amable si no le pedías cosas. Mi hermano y yo respondíamos a ella de la misma manera y solo me di cuenta en mi adolescencia que mi madre era muy fría al ver cómo actuaban las madres de mis amigas. He pasado por años de terapia y sigue siendo difícil para mí pedir ayuda o afecto o cualquier otra cosa. Tengo 45 y estoy tan metida en mi armadura como siempre."

Cómo te afecta una madre emocionalmente distante

A diferencia de las madres controladoras o las que tienen características altamente narcisistas y deliberadamente ponen a sus hijos en posiciones satelitales respecto a ellas, las madres emocionalmente distantes no lo hacen intencionalmente; la realidad es que quieren tener muy poco que ver con sus hijos, excepto a un nivel superficial. Añorar por el amor y atención de su madre es la marca de este tipo de hija y lidia con ella ya sea cortando sus propias emociones y necesidades emocionales tanto consciente como inconscientemente o siendo consumida por la añoranza. Aquellas que se ponen una armadura sufren de problemas de confianza, una incapacidad de mantener la conexión y problemas para identificar sentimientos; muestran un estilo de enlazamiento afectivo evitativo/desdeñoso o temeroso/evitativo. Aquellas que son consumidas por su añoranza no dejan de intentar obtener la atención de sus madres, a veces incluso buscan reemplazos poco saludables para llenar el vacío en sus corazones.

“Cuando escuchaba las palabras 'negligencia emocional' inmediatamente pensaba en alguien pobre y viviendo en una choza porque pensaba que la negligencia emocional era parte de no tener suficientes cosas. Pero ahora me doy completa cuenta de que puedes ser emocionalmente pobre viviendo en una casa hermosa con una alberca y una cancha de tenis. Mi madre nunca me ofrecía palabras de aliento o validación y me tomó veinte años darme cuenta de que lo que sentía sobre mi infancia era real y verdadero. Puedes estar muriendo de hambre con comida en el refrigerador y olvidado con un clóset lleno de ropa y una universidad pagada. Me tomó mucho tiempo creerme a mí misma."

Encontrándole el sentido

Uno de los acertijos para las hijas de madres emocionalmente distantes es entender cómo su madre puede estar físicamente presente y emocionalmente ausente al mismo tiempo. Para las niñas pequeñas esto es emocionalmente confuso y, conforme van madurando, podría permanecer de la misma manera y crear un pozo de autocuestionamiento. Tal vez se pregunten si hay algo de malo en ellas, ¿es demasiado demandante o tiene demasiadas necesidades? ¿Está pidiendo demasiado? O podría preguntarse si solo lo está inventando. Estas preguntas pueden demonizar a la hija hasta la edad adulta, como explica Laura:

“Una parte de mí deseaba que mi madre fuera abusiva de maneras perceptibles, que gritara o incluso me pegara, pero eso nunca pasó. En la superficie, parecía una gran madre, y, créanme, el mundo lo creía. Pero ella nunca me escuchaba realmente o se preocupaba por mí de alguna manera real. Siempre estaba detrás de una pared, no respondía, yo batallé por años pensando que de alguna manera era mi culpa. Cuando me casé, entré en shock cuando conocí a la familia de mi esposo por primera vez, honestamente pensé que su mamá estaba actuando. Pero, con el tiempo me di cuenta que lo que estaba viendo era al amor en acción, una genuina manera de querer. Me di cuenta de que no estaba loca después de todo."

Caminar hacia la curación

Como explico en mi libro, Hijas desintoxicadas, el descubrimiento es el primer paso que involucra reconocer cómo te trató tu madre y luego empezar a ver cómo te adaptaste ese trato. Los comportamientos que siempre consideraste como rasgos de nacimiento con frecuencia resultan ser producto de tus esfuerzos por lidiar con o sobrevivir al ambiente emocional de tu familia de origen. Dependiendo de si respondías a la ausencia emocional de tu madre intentando tomar la ciudadela (y teniendo un estilo de apego ansioso-preocupado) o decidiendo que no la necesitabas ni a ella ni a nadie (desarrollando un estilo de apego desdeñoso-evitativo), te resultará útil observar:

  • Cómo confiar en los demás es un problema en tu vida
  • El grado en el que añoras o desdeñas las conexiones cercanas
  • Si tiendes a autoaislarte y minimizar la importancia de las relaciones
  • Si siempre estás alerta y temerosa en una relación y tienes problemas con los límites saludables
  • El grado al que eres emocionalmente inteligente y puedes identificar y actuar con base en tus sentimientos
  • Si estás repitiendo el patrón al sentirte atraída hacia amigos y parejas románticas emocionalmente distantes

Es posible lograr recuperarse, aunque toma tiempo y esfuerzo; la mejor manera de lograrlo es trabajar con un buen terapeuta, pero la autoayuda también puede apoyar tus esfuerzos. La buena noticia es que no tienes que seguir siendo esa niña pequeña que añoraba que ese distante sol la iluminara un poco. Hay una manera de escapar de tu habitación de la infancia. Puedes encontrar a un terapeuta cerca de ti en el directorio de Psychology Today.

Agradezco a todas aquellas que compartieron sus historias conmigo a través de los años y que siguen ayudándome a comprender mejor esta situación.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Peg Streep

Peg Streep es autora del libro Daughter Detox: Recovering from an Unloving Mother and Reclaiming Your Life (Île D’Éspoir Press) y ha escrito o ha sido coautora de 12 libros.

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