¿Cómo afecta tu personalidad las cosas sobre las que fantaseas?

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Si realmente deseas comprender el papel desempeñado por las fantasías en la vida de las personas, debes tener en cuenta no solo su contexto sino también las características de la persona que las experimenta. Considera las siguientes dos fantasías:

• "Me encuentro con una extraña en un pub. Nos emborrachamos y terminamos en su habitación de motel cercana. Sin decir mucho, me desvisto y luego le quito el vestido. Tenemos sexo salvaje y animal. Me recuesto allí, desnudo durante varios minutos. No puedo imaginarme despertándome en esta cama por la mañana, así que llamo a un taxi y me voy”.
• "Estoy viendo un episodio de 'Juego de Tronos' en mi habitación de hotel, y una ama de llaves sexy entra en mi habitación, comenzando a limpiarla dándome la espalda. Sin girar la cabeza, me pregunta seductoramente: "¿te gustaría que cuidara de ti también?" Capto la indirecta, me levanto del sofá, la agarro y la tiro a la cama. La ato al poste de la cama y tenemos sexo. Entonces, la libero de sus grilletes, hago un gesto hacia la puerta, y continúo viendo 'Juego de Tronos.’"

Algunas fantasías parecen diferentes en la superficie, pero comparten un significado similar. En el ejemplo anterior, la misma persona reportó ambas fantasías, reflejando su tendencia a mantener distancia en sus relaciones. En ambas fantasías, lees sobre un escenario que implica sexo sin emociones con un extraño. El foco es un acto sexual aislado. No hay descripción del contexto relacional. No hay pasado, no hay futuro. El fantaseador objetiviza y deshumaniza a sus parejas, ignorando sus deseos como si no existieran o no fueran importantes. De esta manera, lo que es considerado por muchas personas como el acto más íntimo se presenta como técnico y frío. El fantaseador desea la liberación sexual y pierde todo interés en sus parejas tan pronto como consigue lo que quiere.

Igualmente posible es que una fantasía similar tenga un significado diferente para diferentes personas, dependiendo de quién es el fantaseador y qué motiva a esa persona. La siguiente fantasía de sumisión frecuente ilustra este punto:

"Ella me vendaba los ojos y me ataba con cuerdas a la cama, dejándome completamente indefenso. Ella estaba totalmente a cargo y me hacía esclavo de sus deseos”.

Para aquellos que sufren de ansiedad de rendimiento, esta fantasía puede reflejar el deseo de perder el control y ser aliviado de la presión para rendir durante la actividad sexual. Al mismo tiempo, para aquellos que tienden a ser pegajosos en sus relaciones más cercanas, esta fantasía puede manifestar la necesidad de ser atendidos por alguien que es "más fuerte y más sabio". Saber qué rasgos de personalidad van de la mano con temas de fantasía específicos ayuda a dilucidar el significado de las fantasías, arrojando luz sobre por qué las personas fantasean con frecuencia sobre ciertos temas mientras que rara vez fantasean sobre otros.

Los rasgos de personalidad afectan la forma en que interactuamos con los que nos rodean y, por lo tanto, también pueden influir en nuestras interacciones imaginarias. Las personas con rasgos de personalidad específicos son de hecho más propensas a fantasear sobre temas que se ajustan a las necesidades que vienen con su personalidad y son menos propensas a fantasear sobre temas que no sirven a estas necesidades. Por ejemplo, las personas neuróticas tienen una tendencia a experimentar fácilmente sentimientos negativos como la ansiedad y la ira. Por lo tanto, utilizan sus fantasías como una fuente de consuelo, fantaseando sobre temas de romance que les permiten relajarse. Debido a que reaccionan al estrés más negativamente que la mayoría de las personas, también son menos propensos a perseguir en sus fantasías sexo aventurero que implica orgías o probar cosas nuevas. Aparentemente, la incertidumbre inherente a la experimentación es más estresante que agradable para ellos.

Las personas agradables, en comparación, se centran en expresar su cuidado por los demás. Incluso en sus fantasías, se aseguran de que el encuentro sexual sea consensual y que sus parejas se diviertan. Por esta razón, es menos probable que fantaseen con escenarios como el sexo sin emociones y el BDSM, en los que no pueden asegurarse de que sus parejas se deleiten con la actividad. A diferencia de las personas agradables, aquellos con tendencias psicopáticas se involucran en fantasías sexuales sobre temas impersonales y sadomasoquistas que reflejan su naturaleza oportunista y antisocial.

Autorretrato fantasmagórico

Source: Samarel/Gurit Birnbaum's album

Estilos de apego y fantasías sexuales

Otro rasgo que es especialmente relevante en el ámbito de las fantasías sexuales es el grado en que las personas se sienten inseguras en sus relaciones cercanas. Sentirse inseguro acerca de ser amado puede ser alimentado por preocupaciones sobre el abandono (tener un estilo de apego altamente ansioso) o por incomodidad con la cercanía emocional (tener un estilo de apego altamente evasivo). Independientemente de su origen, las inseguridades determinan los niveles deseados de intimidad e interdependencia con las parejas románticas. Por lo tanto, es probable que estas inseguridades moldeen lo que las personas quieren de los encuentros sexuales y cómo satisfacen sus necesidades.

Las personas con ansiedad de apego se preocupan de que su pareja los abandone y, por lo tanto, necesitan mucha seguridad de que son amados. Para reducir su ansiedad, a menudo usan el sexo como una ruta para buscar cercanía con las parejas. Por la misma razón, piensan en el sexo con más frecuencia que otros. Pero, ¿en qué piensan exactamente? Como es de esperar, fantasean con el romance, lo que les ayuda a sentirse seguros de ser deseados. También tienden a experimentar fantasías de sumisión en las que son pasivos e indefensos. En estas fantasías, otros no pueden resistirse a tenerlos, haciéndolos sentir extremadamente deseables.

El siguiente escenario ilustra una fantasía típica de una persona con apego ansioso:

"Llego a casa del gimnasio. John me sonríe, diciendo: '¡Aquí está la mujer más sexy de la Tierra!" Sin más preámbulos, me levanta, me arroja a la cama y me ata a los postes de la cama. Me siento completamente poseída e indefensa contra su fuerza. Tenemos sexo alucinante. Me dice que soy el amor de su vida y nos dormimos en los brazos del otro".

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En esta fantasía, la fantaseadora desea sentir el poder de su pareja sobre ella, lo que paradójicamente demuestra su propio poder sobre él. La fantaseadora se siente lo suficientemente segura como para permitirse perder el control y estar completamente en sus manos. Al mismo tiempo, se siente irresistiblemente deseada por su pareja que no puede controlar sus impulsos, sucumbiendo a sus encantos. De tal manera, esta fantasía cumple con las necesidades más profundas de las personas con apego ansioso de ser contenidas y nutridas por un cuidador fuerte, adorador y amoroso con quien puedan experimentar la fusión final.

Las personas que evitan el apego persiguen la distancia emocional y la autosuficiencia en relaciones cercanas. Esta postura desapegada se extiende a su vida de fantasía, en la que experimentan distancia interpersonal, agresividad y temas de conquista que refuerzan su autoestima. Como se puede ver en la fantasía ilustrativa a continuación, tales fantasías están desprovistas de intimidad emocional y a menudo giran en torno a la sensación de: "Yo controlo el mundo y puedo hacer lo que quiera".

"Estoy sentada junto a la piscina rodeado de un montón de hombres. Los controlo a todos, y escuchan mis instrucciones. Les digo qué hacer y con quién estar. Dos chicos y una chica me miman, dándome un masaje múltiple. Esto me inspira a dejarme llegar al clímax tantas veces como sea posible y decidir a cuál de estas personas se le permitirá llegar al clímax y a cuál no".