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Verificado por Psychology Today

Fantasías

Algunas fantasías sexuales “inusuales” no son tan inusuales después de todo

El voyerismo, el exhibicionismo y el sadomasoquismo son más populares de lo que cree.

Parafilia es el término que la comunidad de la salud mental ha utilizado durante mucho tiempo para referirse a los intereses sexuales inusuales o “no normativos”. La cantidad de fantasías sexuales consideradas parafílicas ha crecido bastante en el transcurso de los años hasta el punto en que cientos de cosas se han clasificado como excitaciones inusuales. Sin embargo, resulta que muchas de estas fantasías no son tan raras después de todo.

Aquí hay tres fantasías sexuales que, normalmente, los psicólogos consideran parafílicas, pero en realidad son bastante comunes en términos de la cantidad de personas que alguna vez han fantaseado con ellas.

123RF/Artem Popov
Fuente: 123RF/Artem Popov

En primer lugar, lejos de ser raro, el BDSM (que significa sometimiento, disciplina, dominio, sumisión, sadismo y masoquismo) es algo sobre lo que la mayoría de la gente parece haber tenido fantasías sexuales. Sin embargo, algunos aspectos de BDSM parecen ser un poco más populares que otros.

Recolecté datos sobre las fantasías sexuales de más de 4.000 estadounidenses para mi libro “Dime lo que quieres” y descubrí que la mayoría de las mujeres (93 por ciento) y los hombres (81 por ciento) habían fantaseado con ser dominados sexualmente. De la misma manera, la mayoría de los hombres (85 por ciento) y las mujeres (76 por ciento) habían fantaseado con dominar sexualmente a otra persona. Además, la mayoría de las mujeres (85 por ciento) y los hombres (73 por ciento) habían fantaseado con estar atados durante las relaciones sexuales o atar a otra persona.

Del mismo modo, el deseo de mezclar placer y dolor fue común, con el 56 por ciento de los hombres y el 60 por ciento de las mujeres reportando fantasías que involucraban el sadismo (como nalgadas o azotes a una pareja durante el sexo) y el 79 por ciento de las mujeres y el 49 por ciento de los hombres reportó fantasías masoquistas (como recibir nalgadas o azotes).

Como se puede ver, el BDSM es una actividad bastante común para obtener excitación sexual, especialmente los aspectos de dominio-sumisión y sometimiento del mismo. Quizás eso explica por qué Cincuenta sobras de Grey se convirtió en un fenómeno inmensamente popular.

Tener sexo en público también es otra fantasía que la mayoría de los hombres y las mujeres parecen haber tenido. Según mi encuesta de Dime lo que quieres, el 81 por ciento de los hombres y el 84 por ciento de las mujeres se han excitado por pensar en el sexo público. Este interés en “montar un espectáculo” se conoce a menudo como exhibicionismo. Sin embargo, esto difiera de la estricta definición clínica del exhibicionismo, que implica el uso de la desnudez o la actividad sexual para ofender o acosar a otros. Ese interés es mucho menos común, aunque no necesariamente raro: Alrededor del 7 por ciento de las mujeres y el 13 por ciento de los hombres informaron tener fantasías sobre la desnudez no consensuada. Como se puede ver en estos números, actuar frente a un público dispuesto es claramente mucho más popular.

Otra fantasía que parece ser muy popular, particularmente entre los hombres, es el voyerismo, o el acto de ver a una persona,quitarse la ropa o tener relaciones sexuales sin que la persona lo sepa. Mi encuesta reveló que el 72 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres han fantaseado con el voyerismo antes.

Cuando se toman juntos, estos números nos dicen que los profesionales de la salud mental deben tener cuidado al clasificar una fantasía sexual dada como “inusual” porque muchas fantasías que se han clasificado como parafílicas son, en realidad, temas de fantasía bastante comunes.

Sería negligente si no mencionara que solo porque alguien ha fantaseado con algo anteriormente no significa necesariamente que quiera hacerlo. En otras palabras, no todas las fantasías sexuales son deseos sexuales. Además, tengamos en cuenta que los números presentados arriba simplemente reflejan si la gente ha tenido alguna vez una fantasía, no si es su fantasía favorita o algo en lo que piensan con frecuencia (podría haber sido algo de una sola vez en algunos casos).

Dicho esto, si una fantasía dada se clasifica como común o poco común no debería tener ninguna relación con si esa fantasía se considera saludable o no, esa es una pregunta completamente diferente. Caso concreto: El hecho de que una fantasía sea común, como el voyerismo, no significa que se tenga que animar a la gente para que lo haga. Del mismo modo, el hecho de que una fantasía sea rara no significa necesariamente que sea perjudicial para alguien si decide hacerla realidad.

JJ-stockstudio/Shutterstock
Fuente: JJ-stockstudio/Shutterstock

Si un interés sexual es saludable o no en última instancia tiene poco que ver con cuántas personas se exciten por este y tiene mucho más que ver con sus efectos, especialmente si el comportamiento es consensuado o no.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Justin J. Lehmiller Ph.D.

El Dr. Justin J. Lehmiller, es investigador en el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana.

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