Relaciones
7 Preguntas que sólo pueden manejar las parejas seguras
Estas preguntas te sacarán de tu zona romántica de confort para bien.
19 de junio de 2024 Revisado por Tyler Woods
"Siempre hay margen de mejora" es un dicho que se aplica a muchas áreas de la vida, pero especialmente a nuestras relaciones románticas. A menudo, nuestro amor incondicional por nuestra pareja nos hace pasar por alto hábitos y comportamientos, tanto los nuestros como los de ellos, que podrían no estar sirviéndonos. Sin embargo, identificar áreas en las que podríamos mejorar puede ser bastante desafiante, especialmente en una relación ya feliz en la que nos sentimos contentos y satisfechos.
Aquí es donde salir de la zona de confort de tu relación se vuelve crucial. El trabajo requerido para hacer esto puede ser incómodo, pero puede revelar potencial dentro de tu relación, tanto bueno como malo, que probablemente no hayas considerado antes. Al tomar estos pasos juntos, pueden aprender lo que se necesita para ser la mejor pareja que puedan ser, lo que se necesita para preservar las cosas buenas que tienen juntos, así como las áreas pasadas por alto de su relación que podrían necesitar reparación.
La importancia del mantenimiento de relaciones
Mantener una relación feliz implica mucho más que los gestos obvios que puedas imaginar, como decir "te amo", tener citas o comprar flores. Si bien estas acciones son importantes, la investigación muestra que el verdadero mantenimiento de las relaciones también requiere "mitigación interactiva de amenazas". Este proceso implica abordar de manera proactiva las amenazas potenciales a través de la gestión de conflictos y el perdón, lo cual no es tan fácil como comprar un ramo.
Aunque los comportamientos obvios de mantenimiento, como el afecto físico, el tiempo de calidad y los obsequios, pueden retrasar los problemas inmediatos, los autores explican que el mantenimiento de la relación también requiere una introspección y un esfuerzo más profundos para identificar y mitigar amenazas más significativas. Este proceso exige habilidades cruciales y la voluntad de enfrentar verdades incómodas sobre nosotros mismos y nuestras relaciones.
Este proceso puede resultar abrumador, ya que a menudo evitamos discutir posibles problemas en nuestras relaciones, ya sea por temor a hacerlos realidad o con la esperanza de que nunca sucedan. Al igual que con nuestra salud física, comer bien y beber agua son enfoques cómodos y simples para mantenernos saludables; es posible que los prefiramos al ejercicio, que puede ser agotador, o a las citas con el médico, que pueden resultar incómodas. Sin embargo, a pesar de la incomodidad que traen, son tan cruciales para nuestra salud como el agua y los nutrientes.
Lo mismo se aplica a las relaciones: un enfoque proactivo es clave para garantizar que nuestros peores temores de relación no se conviertan en realidad, al igual que un chequeo de salud puede prevenir enfermedades desde el principio. De esta manera, la resolución de conflictos y perdón proactivos desempeñan un papel vital en el mantenimiento de las relaciones; debemos abordar los problemas antes de que se agraven y perdonarnos a nosotros mismos y a nuestros parejas a medida que enfrentamos y comunicamos nuestros temores.
7 Preguntas incómodas para hacerle a tu pareja
Para que la proactividad sea la norma en tu relación, debes estar preparado para salir de tu zona de confort. Esto puede parecer contrario al instinto básico de evitar problemas, pero abordarlos con la mentalidad correcta en realidad puede prevenirlos en lugar de crearlos.
Las siguientes preguntas están diseñadas para abordar los aspectos difíciles e incómodos de las relaciones románticas, esos temas que a menudo pasamos por alto o evitamos pensar. Abordar estas preguntas con tu pareja no se trata de crear o prevenir conflictos, sino de mejorar su relación. Al buscar de manera proactiva esperanzas y aspiraciones para su relación y abordar áreas que necesitan atención, estimulas el crecimiento, lo que no se puede lograr haciendo la vista gorda ante posibles amenazas. Al tener estas conversaciones, se involucran en el arduo trabajo necesario para convertirse en mejores parejas y más solidarios el uno con el otro:
- ¿Cuál es un hábito mío con el que te resulta difícil lidiar pero que aún no has mencionado?
- ¿Sientes que hay un aspecto de tu identidad que has tenido que suprimir por el bien de nuestra relación?
- ¿Qué parte de nuestra relación crees que has dado por sentado recientemente?
- ¿Cuáles son los mejores y peores cambios que has notado en mí desde que estamos juntos?
- ¿Qué es algo que hago que te hace sentir inseguridad?
- ¿Hay una parte de tu vida anterior a nuestra relación que extrañas?
- ¿Qué es una cosa que haces por nuestra relación que crees que pasa desapercibida y desearías que reconociera más?
Debes estar preparado para respuestas que puedan ser incómodas o inesperadas; escucha con la mente abierta y recuerda que estas respuestas se comparten por amor y transparencia, no por malicia, rencor u honestidad tóxica. Su propósito es incitarlos a ambos a pensar en lo que los hace sentir amados y apreciados, lo que aman el uno del otro, lo que no quieren perder y las cosas que pueden haber pasado por alto durante su tiempo juntos.
Perdónate a ti mismo por cualquier incomodidad y perdona a tu pareja por no expresar estos pensamientos antes. Estas son verdades duras que a menudo permanecen en el fondo de nuestras mentes, que tal vez ni siquiera nos demos cuenta de que existen hasta que nos preguntan. Expresa tu gratitud por su honestidad y celebra su disposición mutua a hacer el trabajo duro e incómodo necesario para mantener una relación sana.
Una vez que todo haya sido dicho, redirige la conversación hacia lo que has aprendido y lo que se puede hacer en función de estas ideas. ¿Hay espacio para el cambio? ¿Hay aspectos de tu relación que se han desvanecido con el tiempo y necesitan revitalizarse? Estas preguntas deberían ser más fáciles de responder ahora que el arduo trabajo está hecho. Recuerda, incluso las relaciones más felices necesitan un ajuste fino de vez en cuando. Como dice el refrán, siempre hay margen de mejora.
Una versión de esta publicación también aparece en Forbes.com.
A version of this article originally appeared in English.