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Verificado por Psychology Today

Relaciones

7 Conductas que arruinan una relación

¿Cómo puedes evitar los patrones que destruyen una relación amorosa?

Dragon Images/Shutterstock
Fuente: Dragon Images/Shutterstock

Por qué el amor se desvanece y las personas en una relación se separan es uno de los grandes misterios de la vida. ¿Qué nos impide mantener la pasión, la atracción, la admiración y la cercanía que una vez sentimos por nuestra pareja? Lo que he aprendido, a través de mi trabajo, y a través de un estudio longitudinal de 30 años de parejas e individuos, es que podemos contrastar los patrones de comportamiento entre parejas que resultan en amor romántico a largo plazo con aquellos que significan que la pareja ha formado un “vínculo de fantasía”. Un vínculo de fantasía es una ilusión de unidad con una pareja, un concepto dilucidado por mi padre el Dr. Robert Firestone. Cuando las parejas entran en este tipo de vínculo, sustituyen con una fantasía de estar conectados un relacionamiento real. Anteponen la forma sobre la sustancia y la relación comienza a deteriorarse.

El grado en que un individuo con pareja entra en un vínculo de fantasía existe dentro de un continuo. Al principio, las personas generalmente se abren el uno al otro. Pero en algún momento se asustan y comienzan a protegerse al sentirse vulnerables cerrándose y alejándose de un comportamiento amoroso. Reemplazan el amor real con una fantasía de estar enamorado, que apoyan insistiendo en los marcadores convencionales de una relación. La situación puede deteriorarse aún más hasta que la pareja ya no manifiesta ningún comportamiento amoroso observable y, a menudo expresan mucha animosidad entre sí.

La buena noticia es que si nos damos cuenta de los comportamientos asociados con un vínculo de fantasía, un tema del que hablo más en un seminario web gratuito "Amor Real Vs. Fantasía: Cómo mantener vivo el amor romántico", podemos comenzar a desafiar esta defensa y crear una relación más satisfactoria. Para cambiar realmente nuestras relaciones para mejor, es importante mirar de cerca estos comportamientos dañinos y compararlos con las formas más favorables de relacionarse que caracterizan a una relación saludable. Cuando interrumpimos estos patrones y participamos activamente en formas más saludables de interacción con nuestra pareja, sentimos más cercanía, satisfacción y podemos mantener viva la chispa en nuestras relaciones.

Aquí están las conductas que debemos buscar:

1. Reaccionar con enojo a la retroalimentación en lugar de estar abiertos a ella.

La comunicación es clave para una relación cercana. Sin embargo, cuando establecemos un vínculo de fantasía, tendemos a cerrarnos cada vez más al diálogo real o a una forma amable y compasiva de intercambiar impresiones e ideas. En lugar de ello, tendemos a estar a la defensiva y tener reacciones excesivas de enojo o intimidantes a la retroalimentación de nuestra pareja; esto anula a nuestra pareja. Ya sea que castiguemos a nuestra pareja reaccionando emocionalmente, dándole el tratamiento del silencio o gritándole, le estamos diciendo que no queremos escuchar lo que tiene qué decir. Podemos provocar distancia emocional diciendo cosas que sabemos perturbarán más a nuestra pareja.

Con el fin de cambiar este patrón, hay que tratar de buscar un núcleo de verdad en lo que nuestra pareja dice, en lugar de escoger los fallos en la retroalimentación. Si él o ella dice, “me siento mal cuando solo ves la televisión toda la noche. Pareces distraído. Me siento ignorada y como si no estuvieras interesado en mí", considera qué partes de eso resuenan en lugar de perder el tiempo con lo que no. Quizá sientas la tentación de explotar de regreso diciendo: "No seas ridícula y dramática. ¡Solo estoy cansado!” Puede haber algo de verdad en eso, pero podrías hacer una pausa para considerar: "He estado cansado últimamente, pero ¿está pasando algo más conmigo que eso? ¿Me he distraído hasta el punto de ignorar mi relación?” Tu respuesta más empática sería entonces, "Lamento que te hayas sentido mal. Últimamente he estado distraído por el trabajo y llego cansado a casa. Puedo ver cómo mi evasión te lastima, a pesar de que no quería hacerte daño”.

Siempre podemos hacer que sea nuestro objetivo escuchar todo. Esto no significa que tengamos que estar de acuerdo con lo que la otra persona está diciendo. Sin embargo, podemos esforzarnos por ser abiertos y buscar comentarios de las personas que nos importan y en las que confiamos, para que se sientan cómodas al hablar con nosotros sobre los temas más difíciles.

2. Estar cerrado a nuevas experiencias en lugar de abiertos a cosas nuevas.

En toda relación, es importante mantener un sentido de nosotros mismos como una persona única. Cuando nos involucramos con alguien nuevo, debería expandir nuestro mundo, no reducirlo. Cuando nos enamoramos al inicio, tendemos a estar abiertos a cosas nuevas. Sin embargo, cuando comenzamos a participar en un vínculo de fantasía, tendemos a adoptar roles y rutinas que nos limitan y nos cierran a nuevas experiencias. Podemos volvernos más rígidos y automáticos en nuestras respuestas. "Sabes que no me gusta ese restaurante" o "siempre vemos una película el sábado por la noche”. En realidad, perjudica la relación cuando dejamos de ser libres y de estar abiertos al desarrollo de nuevos intereses compartidos. Puede fomentar el resentimiento real en la pareja. Si bien nadie debe obligarse a hacer cosas que realmente no quiere hacer, cerrar la parte de nosotros mismos que busca nuevas experiencias y responde a una chispa en nuestra pareja, puede drenarnos de nuestra vitalidad y espontaneidad.

Siempre debemos estar abiertos a explorar cosas que expandan nuestro mundo y tener cuidado de no limitar nuestras experiencias o las de nuestra pareja. Intenten actividades que cada uno de ustedes disfrute y vean si se suman a las cosas que pueden hacer juntos y compartir de una manera animada. Esto no significa que tengan que compartir todos sus intereses o satisfacer las necesidades de cada uno. De hecho, es esencial mantener su independencia e individualidad. No necesitamos una persona para la realización, pero sí necesitamos actividades compartidas. Una relación no existe en el vacío; estar abierto a nuevas experiencias la mantiene viva.

3. Usar el engaño y la duplicidad en lugar de la honestidad e integridad.

La mayoría de nosotros sabemos por experiencia que podemos volvernos locos cuando nuestras palabras y acciones no coinciden. Desafortunadamente, el engaño y la duplicidad son comunes en las relaciones. Hay muchos mensajes mixtos basados en las personas que dicen una cosa y hacen otra. Los ejemplos incluyen:

  • Decir “realmente te amo”, pero actuar como si no tuvieras tiempo para pasar con tu pareja.
  • Decir “quiero estar cerca de ti” y luego criticar constantemente a tu pareja cuando está alrededor.
  • Decir “no estoy interesado en otras personas”, pero coquetear con todo mundo en el bar.

Las acciones que contradicen estas palabras no parecen amor. Representan una fantasía de estar cerca pero sin relacionarse realmente, esencialmente poniendo la forma sobre la sustancia. Mensajes dobles como estos se entrometen con la realidad de otra persona, lo que puede considerarse una violación básica de los derechos humanos, sin mencionar una gran amenaza para las relaciones duraderas y amorosas.

Cierto es que, la honestidad en una relación puede ser complicada porque no significa decirle a nuestra pareja cada pequeña cosa crítica que aparece en nuestra cabeza. Tenemos que conocer nuestras verdaderas intenciones y cuál es nuestra verdad. Esto significa que tenemos que conocernos a nosotros mismos. Tenemos que preguntarnos constantemente: "¿Estoy siendo honesto? ¿Cuál es mi motivación? ¿Mis palabras y acciones realmente coinciden?” Si decimos que realmente amamos a alguien, debería haber acciones que tomemos que, ante un observador externo, serían vistas como amorosas. Cuando nuestras acciones son honestas, podemos crear una verdadera cercanía.

4. Sobrepasar los límites en lugar de mostrar respeto por ellos.

En un vínculo de fantasía, las parejas tienden a sobrepasar los límites del otro y formar una identidad fusionada. Empiezan a verse a sí mismos como un nosotros, en lugar de un tú y yo. "Nos gusta ir allí”. “No queremos ir a esa fiesta". "Nos gusta ese tipo de comida”. Muchos de nosotros sin querer perdemos la línea donde terminamos y donde nuestra pareja inicia. Sin darnos cuenta, podemos ser intrusivos o controlar a nuestra pareja, actuando de una manera que sea degradante a la otra persona. Cuando esto sucede, no solo perjudica a nuestra pareja y sus sentimientos por nosotros, sino que socava nuestra fuerza y sentimientos hacia nuestra pareja. Muchas parejas hacen responsable a su pareja de su felicidad, lo que conduce a exigencias, quejas y a una sensación de impotencia.

Con el fin de ser una pareja amorosa y mantener tus propios sentimientos de interés y atracción, deberías tener en cuenta lo que le gusta a tu pareja y le importa a él o ella. Deberías ver a tu pareja como una persona separada que te importa, independiente de tus propias necesidades e intereses. Pueden alentarse mutuamente para participar en actividades que expresen quiénes son como individuos realmente. Ya sea aprender un idioma, escalar una montaña o escribir un libro, pueden verse el uno al otro por quienes son realmente y apoyar los objetivos y capacidades únicos del otro. Cuando le damos a otra persona este espacio, cuidado y respeto, en realidad atraemos a esa persona más cerca de nosotros.

5. Mostrar falta de afecto, o una sexualidad rutinaria inadecuada, impersonal, en lugar de afecto físico y la sexualidad personal.

En un vínculo de fantasía, a menudo hay una falta de relacionamiento personal y afecto. La sexualidad puede comenzar a sentirse inadecuada e impersonal o apenas existente. Algunas parejas describen su vida sexual como mecánica o altamente rutinizada. Esto se lleva gran parte de la emoción de su atracción. Obviamente, hay circunstancias externas reales que pueden afectar o cambiar la relación física. Sin embargo, a menudo hay una gran cantidad de diálogo interno negativo o "voces internas críticas" que nos desalientan de perseguir nuestra sexualidad. Es importante filtrar los mensajes negativos y mantenerse en contacto con esta parte vital de nosotros mismos y nuestra pareja. Idealmente, nos esforzamos por mantenernos en contacto con nuestros propios sentimientos y con los de nuestra pareja. Habría un dar y recibir, con un contacto real, que despierta sentimientos íntimos y amorosos. Cuanto más libre y espontáneas nuestras expresiones de amor puedan ser, menos probable es que tú y tu pareja se alejen.

6. La incomprensión en lugar de la comprensión.

En un vínculo de fantasía, tendemos a ver a nuestras parejas por lo que necesitamos que sean en lugar de lo que son. Podemos distorsionarlos idealizándolos o colocándolos en un pedestal. Podemos lastimarlos, denigrándolos proyectando cualidades negativas sobre ellos. Incluso podemos verlos como más críticos e intrusivos de lo que son, porque crecimos con personas que tenían estas cualidades. Cuando no respetamos el límite entre nosotros y nuestra pareja, es más probable que la veamos como una extensión de nosotros mismos, y podemos maltratarla o criticarla en la forma en que nos maltratamos o criticamos a nosotros mismos.

En una relación ideal, vemos a nuestra pareja de manera realista, tanto sus fortalezas como sus debilidades, y la aceptamos por lo que es. No nos permitimos crear una caricatura negativa, lo que significa no centrarnos en sus defectos y complacernos en pensamientos críticos. Sin embargo, también significa no crear una imagen grandiosa de ella. Nadie realmente puede sentirse amado a menos que sientan que es visto de manera realista. Cuando una pareja nos engrandece o minimiza, podemos sentir que estamos en terreno arenoso, no siendo amados realmente por quienes somos. Es por eso que es tan importante no distorsionar a la otra persona.

7. Ser manipuladores, dominantes o sumisos.

Debido a las defensas de las personas y el deseo de protegerse, puede ser fácil para las parejas jugar juegos y ser indirectos sobre sus deseos y necesidades. Pueden participar en maniobras de manipulación para obtener lo que quieren, como intentar controlar una situación llorando y desmoronándose o explotando y siendo intimidantes. Pueden adoptar roles que los lesionan o limitan en su relación. Por ejemplo, las parejas a menudo se polarizan entre sí, y una persona se vuelve dominante y controladora, mientras que la otra actúa pasiva y sumisa. Esto puede tomar diferentes formas en diferentes aspectos de la relación. Un miembro puede ser visto como el "jefe" de las finanzas; otro puede ser el que controla la sexualidad entre ellos. Pueden tender a asumir ciertos roles por la familiaridad o como una manera de sentirse seguros, pero esto mina su capacidad de relacionarse como dos individuos iguales.

En una relación igualitaria, es importante preguntar directamente qué queremos y necesitamos de nuestra pareja, para que tenga la oportunidad de responder y satisfacer nuestras necesidades. Muchos de nosotros cometemos el error de esperar que nuestra pareja lea nuestra mente y sepa lo que queremos, lo que solo conduce a la decepción. Es importante decir lo que queremos sin tratar de dominar o controlar una situación. Por lo general, nos sentimos vulnerables cuando estamos abiertos sobre quiénes somos, lo que queremos y cómo nos sentimos realmente. Pero esta franqueza es la mejor manera de mantener una manera honesta y auténtica de relacionarnos que nos consigue lo que queremos en la vida.

Al ser conscientes de todos los patrones de comportamiento que contribuyen a la angustia en la relación, podemos mantenernos a un nivel de permanecer tanto fieles a lo que somos y sensibles a otra persona. Podemos fomentar una atmósfera de amor y apoyo, manteniendo al mismo tiempo las cualidades únicas e individuales que nos atrajeron el uno al otro en primer lugar. Podemos evitar las trampas de un vínculo de fantasía y disfrutar de la aventura cruda y real que es una relación amorosa.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Lisa Firestone Ph.D.

La Dra. Lisa Firestone, es psicóloga clínica, autora y Directora de Investigación y Educación para la Glendon Association.

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