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Veo este problema con bastante frecuencia en mi consultorio y en mi podcast, Foreplay: Radio Sex Therapy(Juego previo: Terapia sexual en radio): cerca del 20 por ciento de las parejas que aconsejo están en situaciones como la de Jenny y su esposo. Y aunque la pérdida de la atracción puede ser la primera explicación que le venga a la mente a la pareja femenina, como le pasó a Jenny, hay muchas otras posibles razones por las que un hombre no está iniciando el sexo:
1. Baja testosterona.
La mayoría de los hombres tienen un gran suministro de testosterona, la hormona del “apetito sexual”, durante toda su vida. Cuando el deseo disminuye y la experiencia del hombre es diferente a la que tenía anteriormente en su relación, es hora de consultar a un médico. A veces hay problemas de salud graves que causan niveles bajos de testosterona, pero a menudo los niveles de un hombre caen por razones desconocidas, lo que causa un menor deseo y a menudo erecciones más pobres.
2. No hay atracción.
A veces un hombre pierde atracción por su pareja y ya no quiere tener relaciones sexuales con ella, esto es cierto. Pero es importante recordar que en una relación duradera, la atracción es una emoción compleja. Es una mezcla de placer visual y química sexual, así como de sentimientos acerca de la relación, como llevarse bien, relajarse juntos y respetarse.
La pérdida de atracción también puede ser una defensa psicológica. Si un hombre se siente asfixiado en la relación, puede experimentar una pérdida de atracción como una manera de crear un poco de espacio y evitar la cercanía que el sexo conlleva. El narcisismo también puede ser un factor: puede hacer que un hombre se sienta profundamente decepcionado por los cambios físicos normales e inevitables en su pareja, que amenazan su propio sentido de la mortalidad.
3. Ansiedad por el desempeño sexual.
Muchos hombres creen que su condición de amante está determinada por su capacidad para conseguir y mantener una erección firme. Independientemente de si siente deseo, si un hombre tiene problemas para conseguir o mantener una erección, o si tiene problemas para durar un tiempo considerable durante el coito, puede dudar en iniciarlo. Desafortunadamente, las mujeres pueden malinterpretar esto como problemas de atracción y volverse criticonas o reactivas, lo que complica aún más la dinámica.
4. Autosuficiencia.
Ya sea para escapar de la vulnerabilidad de ser el iniciador o simplemente para dejar de depender de la otra persona para satisfacer sus necesidades sexuales, algunos hombres prefieren masturbarse a tener sexo en pareja. A menudo usan porno porque es simple, es emocionante y es eficiente. Y les ahorra la negociación sexual con su pareja, que puede convertirse en algo agotador. Incluso cuando su pareja quiere tener sexo más que ellos, un hombre podría abstenerse ante una necesidad inconsciente de la autonomía de la soledad sexual.
5. Aburrimiento.
Mientras que las mujeres suelen responder mejor a un acercamiento sexual lento, la verdad es que a veces los hombres quieren simplemente “cazarlo” cuando sienten el impulso. Con un cuerpo lleno de testosterona, son una antorcha sexual ante los estímulos sexuales que los rodean y puede resultar desalentador cuando tienen una pareja femenina que no puede entender qué se siente encenderse al instante. Y cuando un hombre escucha a su pareja quejarse y decir “todo lo que quieres es sexo”, puede sentirse como un ataque a su masculinidad, cuando la verdad es esta: mientras quiere desesperadamente sexo y está fisiológicamente programado para desearlo, ansía que el sexo con ella, específicamente su pareja, exprese tanto deseo como amor. Ocasionalmente, los hombres necesitan reciprocidad de lujuria pura: “Tú lo deseas, así que yo también” Les encantaría una pareja agresiva, un momento animal, un encuentro desinhibido salvaje y libre.
6. Aventuras amorosas.
Especialmente cuando hay un cambio en el deseo de un hombre sin razón aparente, podría estar teniendo una aventura. Ciertamente, las aventuras pueden comenzar debido a la frustración sexual, pero a menudo son una solución complicada a problemas aparentemente irresolubles dentro de la relación principal. Dentro de una relación comprometida con la fidelidad, las expresiones sexuales pueden tomar diversas formas, incluyendo una aventura, un amorío de una noche, chat en línea, sexteo, acompañantes, etc., y puede causar que el hombre no quiera tener sexo con su pareja, ya sea por culpa o por saciedad. Si bien una aventura puede destruir una relación, es posible que las parejas en la relación principal puedan examinar qué significa esa aventura, por qué comenzó, y hallar una relación más fuerte juntos.
Para comprender cuál de estas razones se aplica a una situación en particular (y para mejorarla), es necesario hablar con la otra persona sobre lo que está experimentando (o no experimenta) y sus sentimientos al respecto. Se puede comenzar con conversaciones cara a cara. Si hay problemas en la comunicación o no se notan progresos, un consejero o terapeuta puede ayudar.
A version of this article originally appeared in English.
