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Verificado por Psychology Today

Psicopatía

3 rasgos que podrían indicar psicopatía

1 de cada 100 personas son psicópatas. Así puedes saber si hay una en tu vida.

SheikoDim/Shutterstock
Fuente: SheikoDim/Shutterstock

Cuando pensamos en la palabra “psicópata” lo que usualmente se nos viene a la mente son las representaciones de los medios de asesinos enloquecidos, el tipo que vemos en las películas como El Silencio de los Inocentes, La Matanza de Columbine y Psicosis. Pero estas representaciones están muy lejos de los psicópatas de verdad. Primero que nada, la mayoría de los psicópatas no son asesinos. Esas son las buenas noticias.

Las malas noticias son que esta verdad dificulta que identifiquemos a los psicópatas en una multitud. (Pista: probablemente no es el tipo de ojos locos, vistiendo gabardina, caminando por una calle abandonada). Las investigaciones sugieren que 1 por ciento de la población cumple con los criterios de psicopatía. Puede que no suene como mucho, pero significa que 1 de cada 100 personas que conoces es un psicópata. Eso podría incluir a tu vecino, tu colaborador, tu amigo o incluso tu influencer favorito. Tal vez haya uno sentado junto a ti leyendo esto. Para empeorar las cosas, el porcentaje se duplica o incluso cuadruplica cuando hablamos de las personas en altas posiciones de poder como líderes empresariales, abogados y cirujanos.

Con todos estos psicópatas corriendo por ahí, ¿cómo reconoces uno? Después de todo, mientras más rápido puedas identificar a un psicópata, es menos probable que te conviertas en su víctima. Afortunadamente, los psicólogos han estado llevando a cabo investigaciones sobre rasgos psicopáticos por años, y a pesar de que las teorías varían, la mayoría de los investigadores tienden a estar de acuerdo con que los psicópatas del mundo real demuestranun grupo de tres características de personalidad. Este grupo se conoce como la Tríada Oscura porque las personas que poseen esos rasgos suelen exhibir comportamientos malévolos (por ejemplo, crimen, violaciones éticas, etc).

1. Maquiavelismo

Las personas con un alto nivel de maquiavelismo son arteras, hábiles y manipuladoras. Le dan una mayor prioridad que la mayoría al poder, al dinero y a ganar. Descartan fácilmente las reglas sociales y morales y, como resultado, mienten y manipulan a los demás sin sentir culpa. Como Gordon Gecko en Wall Street o Frank y Claire Underwood en House of Cards.

Las personas con un índice alto de este rasgo tienen un impulso de manipular a otros, como el impulso de los alcohólicos por beber. A veces esta manipulación se hace para obtener una ganancia personal (por ejemplo, un mejor puesto), pero en otras ocasiones solo se hace por diversión o porque no pueden evitarlo (como los trolls de internet). Dependiendo del tipo, las herramientas de estas personas en el arte del engaño son la culpa, el acoso, la debilidad fingida o las alabanzas. Cualquiera que sea su herramienta, regularmente la usan con el fin de alterar las emociones y comportamientos de aquellos a su alrededor.

Debido a que estas personas son manipuladoras expertas, con frecuencia son encantadoras y agradables, al menos a nivel superficial. Tal vez fingen interés y compasión por un breve periodo de tiempo, pero la fachada se agota rápidamente y se vuelve claro que solamente seimportan ellos mismos.

Un ejemplo perfecto de este rasgo es Amy Dune de Perdida, quien (alerta de spoilers) llega a extremos para victimizar a los hombres en su vida, incluso cuando su único crimen haya sido no darle la atención que ella creía que merecía. Sus herramientas particulares de manipulación son el sexo, las mentiras, la culpa, la fama y su bien realizado diario. Incluso los lectores de la novela son engañados por Amy, y solo hasta la mitad del libro descubrimos quién es en realidad: una manipuladora experta.

2. Falta de consciencia o empatía

¿Conoces esa pequeña voz en tu cabeza que te dice que regreses la billetera que encontraste o que trates a los demás como quieres que te traten? Las personas con un alto nivel de psicopatía no tienen esa voz, o, si la tienen, su volumen está muy bajo. Como resultado, carecen de muchas emociones sociales que otras personas dan por sentado, como culpa, remordimiento, simpatía o vergüenza.

Es esa falta de consciencia lo que le permite a los psicópatas participar en comportamientos que para otros podrían ser solo fantasías que jamás ejecutan. Cuando alguien nos lastima o nos hace enojar, podríamos pensar, “¡quisiera golpearlo!” o “¡podría matarlo!” pero nunca lo haríamos. Los psicópatas no tienen ese freno de mano: si quieren hacerlo, podrían hacerlo en verdad.

Esto también indica otra cualidad asociada con la psicopatía: bajo control de los impulsos. Las personas con una alta psicopatía podrían ceder a la violencia y la agresión fácil y rápidamente; probablemente tienen parejas sexuales casuales y tienden a participar en comportamientos más arriesgados o peligrosos que los demás. Uno de sus mantras es “actúa primero, piensa después”.

De nuevo, el personaje de Amy Dunne es una excelente representación de este rasgo. Amy es fría y calculadora, casi reptiliana en su falta de compasión. Parece carecer de cualquier sentido de lo correcto y lo incorrecto, o empatía hacia lo que provoca en los demás. En su lugar, tiene una naturaleza calculadora y pragmática, ya sea mintiéndole a la policía o deshaciéndose de un obstáculo humano. A través de sus acciones y falta de emociones, el lector finalmente percibe a Amy como una belleza glacial que carece de cualquier indicio de calidez o humanidad bajo la superficie.

3. Narcisismo

Las personas con un alto nivel de narcisismo son egocéntricas y tienen un sentido exagerado de sus cualidades y logros. Se niegan a ver en ellos mismos cualquier defecto que pudieran tener y en su lugar lo proyectan alrededor de ellos. Por ejemplo, un narcisista que se preocupa secretamente de no ser lo suficientemente inteligente acusará a aquellos a su alrededor de ser tontos para impulsar su propio ego.

Los narcisistas aman los cumplidos y alaban en abundancia a cualquiera que los admire o los afirme. La otra cara de esta moneda significa que son extremadamente sensibles a los insultos y con frecuencia responden a las críticas con una ira hirviente y venganza. Tienen lo que los psicólogos refieren como “autoestima inestable”. Esto significa que se ponen a sí mismos en un pedestal muy alto. Lo que otros podrían percibir como crítica constructiva, los narcisistas lo ven como una declaración de guerra.

Debido a su autoenfoque, no se llevan bien con los demás. Tienen problemas para sostener relaciones satisfactorias y saludables, así que tienden a buscar posiciones de autoridad en las que puedan trabajar por encima, en lugar de lado a lado de sus colegas. Esa autoridad también ayuda porque los narcisistas nunca se culpan a sí mismos por sus problemas. Siempre es culpa de alguien más.

Hay muchos ejemplos de narcisistas en la literatura popular (y en la literatura histórica), pero en mi opinión, uno que se mantiene fiel a esta descripción en una manera no obvia y no estereotípica es el personaje de Annie Wikes de Miseria. Annie no se presenta inmediatamente como arrogante o presumida (a pesar de que su declaración de ser la “fan número uno” de Paul Sheldon es una pista de su sentido inflado de sí misma). Pero conforme se desarrolla la trama, presenciamos sus quejas constantes acerca del mundo y aquellos ahí. Esas quejas demuestran que sí se percibe a sí misma como superior. Todos los demás son “un pajarito mentiroso”, y cualquiera que caiga en esta categoría no es digno de simpatía o incluso dignidad humana básica. Annie es un excelente ejemplo de cómo incorporar narcisismo (o cualquiera de estos rasgos) en un personaje de una manera sutil y única, pero aún así claramente presente.

Ten en cuenta: tener una alto índice de estos rasgos no significa que una persona sea una psicópata. Las personas pueden ser arrogantes o adictas al riesgo y no llevar a cabo comportamientos malévolos. De hecho, algunas investigaciones sugieren que los héroes del mundo real comparten algunas, aunque no todas, de estas características. Lo que importa es la combinación de las tres: los psicópatas del mundo real son la tormenta perfecta entre egoísmo, manipulación y una falta de consciencia.

[Para aprender más sobre los psicópatas, considera este excelente libro del Dr. Robert]

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Melissa Burkley Ph.D.

Dr. Melissa Burkley, es psicóloga y autora tanto de ficción como de no-ficción.

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