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Verificado por Psychology Today

Relaciones

3 Mentalidades que habilitan las relaciones tóxicas y cómo superarlas

Irse no siempre es fácil, pero hay formas en que puedes ayudarte a ti mismo.

Los puntos clave

  • Pensamos que las personas están motivadas por la ganancia, pero el impulso de evitar la pérdida es mucho más fuerte, incluso en las relaciones.
  • La capacidad de dejar una relación es afectada por la falacia del costo hundido, el refuerzo intermitente y el hábito de cuestionarse a uno mismo
  • Existen estrategias específicas que se pueden utilizar para motivarse y empoderarse para dejar una relación insatisfactoria o incluso tóxica.
Source: Einar Storsul/Unsplash
Source: Einar Storsul/Unsplash

A pesar de todos los discursos sobre ir a pastos más verdes y cómo la hierba siempre es más verde en el otro lado, la verdad es que los humanos son, psicológicamente hablando, un grupo conservador y es mucho más probable que nos quedemos en lugar de seguir adelante, incluso cuando es perjudicial para nuestra salud psicológica y emocional. Muchos de nosotros, de hecho, pasaremos más tiempo preocupándonos de que si nos vamos de donde estamos ahora, la hierba estará seca o será completamente inexistente. Tengamos en cuenta que señalar el poder de la aversión a las pérdidas le ganó al psicólogo Daniel Kahneman un premio Nobel de Economía.

Si te sientes inclinado a no estar de acuerdo, solo piensa en cada historia que hayas escuchado sobre una mala relación y observa cuántos adultos confesaron que la terminaron demasiado pronto; mi suposición es que es difícil siquiera pensar en uno.

No es de extrañar que si la relación de la que estás intentando desconectarte constantemente te pone en riesgo, si hay abusos verbales activos como marginalización, ley del hielo, gaslighting o socava tu sentido del ser, puede resultar más difícil cruzar la puerta para siempre. La triste realidad es que estas relaciones están fundadas en un desequilibrio de poder y te ponen en la posición de estar tratando de arrebatarle algo a la otra persona que no está dispuesta o es incapaz de darte.

En realidad, existen razones psicológicas por las que tendemos a quedarnos más tiempo incluso cuando las banderas rojas están ondeando en el viento, y sabemos racionalmente que la mejor y única estrategia es dirigirse hacia la salida pronto. Entonces, ¿qué, precisamente, nos mantiene estancados?

En busca del súper pegamento que nos retiene

Aquí hay tres mentalidades de las que quizás ni siquiera seas consciente, aunque las puedas reconocer mejor en momentos de claridad o en el silencio de la oficina de tu terapeuta.

1. Presentando la falacia del costo hundido

Sí, el indicador principal aquí es la palabra "falacia", y la realidad es que los humanos hacemos esto todo el tiempo, ya sea que estén preocupados por el dinero que invirtieron en algo o por el tiempo o la energía que han invertido en una relación. El proceso de pensamiento se ve así: si me voy ahora, perderé todo el tiempo o el dinero que ya he invertido.

La dolorosa verdad es que la inversión, ya sea en tiempo, dinero o energía, ya se gastó hace mucho, y no hay forma de recuperarla, y quedarse solo aumentará la inversión que ya se ha realizado. Entonces, básicamente, tienes que asumir la pérdida de frente, sí, los 5 o 10 años que pasaste tratando de hacer que esta relación funcionara podrían haberse gastado mejor, lo mismo que el dinero que invertiste en alguna empresa. Es momento de pensar en una nueva inversión, sin perder el tiempo en lamentarte por la inversión fallida que estás dejando atrás.

2. El poder del refuerzo intermitente

Fue B.F. Skinner quien nos dio esta idea con su estudio de tres ratas hambrientas, y sí, también se aplica a los humanos. La primera rata estaba en una jaula con una palanca que entregaba gránulos de comida cada vez que se empujaba, y esa rata se dedicaba a sus asuntos, sabiendo que cuando tenía hambre, podía comer. La segunda rata estaba en una jaula donde empujar la palanca no producía nada, y al descubrir eso, se olvidó de la palanca. Pero la tercera rata se enganchó por completo porque la palanca entregaba comida de forma intermitente y, básicamente, no podía dejar de empujarla. El ciclo de recompensas ocasionales es embriagador, y sí, ese es también el atractivo de las máquinas tragamonedas.

También sucede en una mala relación cuando de vez en cuando vislumbramos lo que queremos de nuestra pareja; como la rata, nos enfocamos en lo positivo, no en las muchas veces que nos negaron lo que queríamos. Esto estimula todo tipo de ilusiones: "¡mira, hemos superado ese problema!" o “¡éll/ella está cambiando ante mis propios ojos!” Y nos encontramos nuevamente energizados por una esperanza que, por desgracia, no se basa en nada en absoluto. (Sí, eres como esa rata, paseando frente a esa palanca, ¡con la esperanza de que este empujón sea un gran éxito!) Esa esperanza, especialmente cuando se combina con el abuso verbal activo, aumenta el volumen de otra mentalidad inútil.

3. La espiral de dudar de uno mismo

Sí, este es el carrusel de "quizás esta relación no sea tan mala porque todas las relaciones tienen problemas", o "quizás él/ella tiene razón y soy demasiado sensible" o "quizás no lo hizo con mala intención" o "las cosas podrían ser mucho peores, tal vez tengo suerte". En estos momentos de duda en cascada, el grado en que tu yo interior ha sido derribado flota a la superficie, aunque es posible que ni siquiera veas la causa y el efecto.

Es en este momento que debes tocar el botón de reinicio.

Cómo contrarrestar estas mentalidades y reiniciar

Mucho de lo que hay que hacer tiene que ver con tomar conciencia de por qué estás volviendo a estas formas de pensar y con combatirlas activamente.

1. Enfréntate a los patrones de pensamiento.

Esto requiere ser bastante literal y responder a los pensamientos que tienes en la cabeza, recordándote que quedarte no te ayuda a recuperar el tiempo ni nada de lo que ya invertiste, y sí, las cosas están tan mal como crees. Trabajar con un terapeuta talentoso es la mejor opción, pero el diálogo interno ayuda. Preguntándote qué parte de ti está apareciendo en este momento, ¿es este tu yo empoderado o el que tiene miedo de estar solo? ¿El que puede tener confianza o el que está aterrorizado de cometer un error? Debe ser parte de tu estrategia.

Literalmente responder, sí, en voz alta, suena tonto, pero aumenta tus posibilidades de recuperar tu voz. Si estás repitiendo algo negativo que te han dicho, dilo en voz alta también.

2. Haz un plan de salida (y escríbelo).

Los estudios demuestran que establecer una meta y escribirla, junto con los pasos planeados para lograrla, motiva a las personas mucho más que simplemente pensar en una meta que quieren lograr. Obviamente, si estás en una relación donde esto podría terminar en un conflicto, debes hacer todo lo posible para mantener tus planes en privado. Pero si no has podido hacer un movimiento durante un período de tiempo considerable, este puede ser el empujón que necesitas. Abordar algunos de tus procesos de pensamiento más negativos por escrito también puede ser de gran ayuda.

3. Practica hablar contigo mismo.

Convertirte en la animadora que llevas dentro no se trata de ser implacablemente optimista; es un antídoto contra el hábito de la autoculpa y la autocrítica. ¿Qué es la autocrítica? Es el hábito mental que atribuye cada error, cada revés, cada falla a un defecto de carácter fijo, y generalmente es un eco de algo que se te dijo alguna vez y que internalizaste como verdad. Aunque no lo es.

Aprender a aceptar un revés sin despellejarte viva es parte integral de seguir adelante, y el diálogo interno puede convertirse en parte de ese proceso. Una vez más, el diálogo interno no se trata de decirte a ti misma lo maravillosa que eres, sino de apreciar tus esfuerzos y las cualidades personales que los impulsaron, incluso cuando esos esfuerzos fueron insuficientes. Supongamos que tuviste una confrontación con tu pareja que no terminó bien, pero, al menos esta vez, te mantuviste firme y expresaste tu opinión. Sí, puedes criticarte a ti misma por doblarte al final, pero al mismo tiempo, aprecias el progreso que hiciste al decir tu verdad.

Dejar donde hemos estado, incluso cuando nos hace infelices, puede ser complicado. Pero puede hacerse.

Derechos de autor © Peg Streep 2021

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Peg Streep

Peg Streep es autora del libro Daughter Detox: Recovering from an Unloving Mother and Reclaiming Your Life (Île D’Éspoir Press) y ha escrito o ha sido coautora de 12 libros.

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