¿Te sientes atrapado en una relación infeliz?

Fuente: Claudia Soraya on Unsplash

¿Te sientes atrapado en una relación que no puedes dejar? Por supuesto, sentirse atrapado es un estado de ánimo; nadie necesita consentimiento para dejar una relación. Y sin embargo, millones de personas permanecen en relaciones infelices que van desde vacías a abusivas, por muchas razones. Sin embargo, la sensación de estar sofocado o de no tener opciones proviene del miedo que a menudo es inconsciente.

La gente da muchas explicaciones para quedarse, que van desde el cuidado de niños pequeños hasta el cuidado de una pareja enferma. Un hombre tenía demasiado miedo y sentía culpa de dejar a su esposa enferma (11 años mayor que él). Su ambivalencia lo hizo tan angustiado que murió antes que ella. El dinero también une a las parejas, especialmente en una mala economía. Aún así, parejas con más medios pueden aferrarse a un estilo de vida cómodo, mientras que su matrimonio se convierte en un acuerdo de negocios. Las amas de casa temen ser autosuficientes o madres solteras, y los proveedores de la familia temen pagar pensiones y ver sus activos divididos. A menudo, los cónyuges temen sentirse avergonzados de dejar un matrimonio "fallido". Algunos incluso se preocupan de que su cónyuge pueda dañarse. Las mujeres maltratadas emocionalmente o físicamente pueden quedarse por temor al abuso y la venganza en caso de que se vayan. Su autoestima y confianza se han erosionado en la relación, y la amenaza de abuso aumenta cerca de las separaciones.

Muchas personas se dicen a sí mismas, "la hierba no es más verde", creen que son demasiado viejas para volver a encontrar el amor y / o imaginan escenarios de citas en línea de pesadilla. Aunque menos hoy en día, algunas culturas todavía estigmatizan el divorcio.

Pero también hay miedos más profundos.

El miedo inconsciente

Hay razones más profundas e inconscientes que mantienen a las personas atrapadas, generalmente temen la separación y la soledad que quieren evitar. A menudo, en relaciones largas, los cónyuges no desarrollan actividades individuales o redes de apoyo fuera de su pareja. En el pasado, una familia extendida solía servir esa función. Mientras que las mujeres tienden a tener amigas en las que confían y suelen estar más cerca de sus padres, los hombres se enfocan tradicionalmente en el trabajo, sin tener en cuenta sus necesidades emocionales y dependen exclusivamente de su esposa para el apoyo. Sin embargo, tanto hombres como mujeres a menudo descuidan el desarrollo de intereses individuales. Algunas mujeres codependientes renuncian a sus amigos, aficiones, actividades y adoptan las de su compañero masculino. El efecto combinado de esto se suma a los temores de soledad y aislamiento cuando prevén estar solas.

Para los cónyuges casados un cierto número de años, su identidad y papel puede ser el de “marido” o “esposa” - “proveedor” o “ama de casa”. La soledad experimentada después del divorcio está teñida de sentirse perdido. Es una crisis de identidad. Esto también puede ser significativo para un padre sin custodia, para quien la crianza de los hijos ha sido una fuente importante de autoestima.

Algunas personas nunca han vivido solas. Se fueron de casa o dejaron a su compañero de piso de la universidad por un matrimonio o pareja romántica. La relación les ayudó a salir de casa (físicamente). Sin embargo, nunca han completado el hito del desarrollo de "salir de casa" psicológicamente, lo que significa convertirse en un adulto autónomo. Están tan atados a su pareja como lo estuvieron una vez a sus padres. Pasar por un divorcio o ruptura trae consigo todo el trabajo inacabado de convertirse en un adulto independiente. Los temores de dejar a su cónyuge e hijos pueden ser reiteraciones de los temores y la culpa que habrían tenido al separarse de sus padres, que fueron evitados al entrar rápidamente en una relación o matrimonio. La culpa por dejar a un cónyuge puede deberse al hecho de que sus padres no fomentaron adecuadamente la separación emocional. Aunque el impacto negativo del divorcio en los niños es real, sus preocupaciones también pueden ser proyecciones de temores por ellos mismos. Esto se agrava si sufrieron el divorcio de sus padres.

Negación

Negar los problemas, incluido la adicción, es otra razón por la cual las personas pueden quedarse atrapadas en una relación. Pueden racionalizar, minimizar o excusar el comportamiento de su pareja y aferrarse a la esperanza o a los ocasionales "buenos momentos" o expresiones de amor. Creen en las promesas rotas y esperan que las cosas mejoren... "si solo". A menudo, niegan su propio dolor, que de lo contrario podría motivarlos a obtener ayuda y cambiar.

Falta de autonomía

La autonomía implica ser una persona emocionalmente segura, separada e independiente. La falta de autonomía no solo hace que la separación sea difícil, naturalmente, también hace que las personas dependan más de su pareja. La consecuencia es que las personas se sienten atrapadas o "contra las cuerdas" y atormentadas de ambivalencia. Por un lado, anhelan la libertad y la independencia; por otra parte, quieren la seguridad de una relación, incluso una mala. La autonomía no significa que no necesites a otros, pero de hecho te permite experimentar una dependencia saludable de los demás sin temor a la asfixia. Ejemplos de autonomía psicológica incluyen:

1. No te sientes perdido y vacío cuando estás solo.

2. No te sientes responsable de los sentimientos y acciones de otros.

3. No tomas las cosas personalmente.

4. Puedes tomar decisiones por tu cuenta.

5. Tienes tus propias opiniones y valores y no son fácilmente sugestionables.

6. Puedes iniciar y hacer cosas por tu cuenta.

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7. Puedes decir que no y pedir espacio.

8. Tienes tus propios amigos.

A menudo, es esta falta de autonomía la que hace a las personas infelices en las relaciones o incapaces de comprometerse. Debido a que no pueden irse, temen acercarse. Tienen miedo de aún más dependencia, de perderse por completo. Pueden ser personas que complacen a otros o sacrificar sus necesidades, intereses, y amigos, y luego generar resentimientos hacia su pareja.

Fuente: fizkes/Shutterstock

Una salida

La salida puede no requerir abandonar la relación. La libertad es un trabajo interno. Desarrolla un sistema de apoyo, y sé más independiente y asertivo. Asume la responsabilidad de tu felicidad mediante el desarrollo de tus pasiones, en lugar de centrarte en la relación. Tal vez no estés seguro y necesitas ayuda para pedir los cambios que quieres. Irse es decir un gran "no." Practica establecer límites más pequeños para desarrollar tu confianza, especialmente si estás con alguien abusivo.

© Darlene Lancer 2013