Olfato
Oler lágrimas femeninas reduce la agresión en hombres
Las lágrimas femeninas emiten una señal que reduce la agresión masculina.
18 de enero de 2024 Revisado por Gary Drevitch
Los puntos clave
- Las lágrimas emiten señal química social captada por el sistema olfativo de los hombres reduciendo su agresión
- Señales químicas de las lágrimas refuerzan la conexión entre la agresión y las partes olfativas del cerebro.
- Este estudio sugiere que las lágrimas son un medio químico de protección contra agresión entre los mamíferos.
Los humanos tenemos un sentido del olfato mucho más inteligente de lo que comúnmente se cree. El sistema olfativo humano capta señales químicas, o quimioseñales, emitidas por otros mamíferos que no tienen un olor perceptible, incluidas las lágrimas. Un estudio reciente ha descubierto que las lágrimas emocionales emiten una quimioseñal social que reduce la agresión masculina y fortalece la conexión entre las regiones del cerebro responsables del olfato y la agresión. Estos hallazgos aportan nuevos conocimientos sobre la compleja interacción entre señales químicas, respuestas neuronales y comportamiento social en humanos con el potencial de influir en las interacciones emocionales y sociales.
Estudios anteriores han establecido el impacto visual de las lágrimas como señales claras de angustia en los adultos, provocando simpatía y disminuyendo la irritación entre los observadores. Lo que se comprende menos es el impacto imperceptible de las señales quimio en las lágrimas emocionales que son captadas por el sistema olfativo. El estudio, publicado el mes pasado por los Dres. Shani Agron y Claire A. de March en PLOS Biology, se suman a este conjunto de investigaciones, aclarando aún más el impacto social y conductual de las quimioseñales en las lágrimas y sugiriendo que las lágrimas protegen contra la agresión.
¿Cuáles son las quimioseñales sociales?
Las quimioseñales sociales son las señales químicas transferidas por diferentes especies e identificadas a través de los sentidos, incluido el olfato u olofacción. Esas señales tienen un impacto fuerte pero indetectable en las emociones humanas y el comportamiento social. Por ejemplo, un estudio encontró que los humanos intercambian quimioseñales durante los apretones de manos y, a menudo, olfatean abiertamente su mano después de un apretón de manos, buscando subliminalmente quimioseñales que proporcionen información sobre la persona con la que interactúan.
Otro estudio encontró que las quimioseñales emitidas por el sudor del miedo mejoraron el rendimiento cognitivo, lo que sugiere que los humanos actúan con mayor precaución cuando se exponen a las quimioseñales del miedo. Las quimioseñales sociales desempeñan un papel importante a la hora de mediar e influir en el comportamiento, trascendiendo las normas o expectativas culturales y de comportamiento.
Una nueva investigación descubre quimioseñales en las lágrimas humanas
Investigaciones anteriores identificaron quimioseñales en lágrimas de roedores que disminuyen la agresión en los roedores machos. Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel preguntaron si las lágrimas humanas contienen las mismas quimioseñales. Para su reciente estudio, los Dres. Agron y de March midieron la agresión de los participantes masculinos que jugaban un juego en línea mientras olían lágrimas o solución salina, que se usaba como sustancia de control. Después de la exposición a las lágrimas, hubo una disminución del 43.7% en la agresión, lo que sugiere que hay una señal de “detener la agresión” en las lágrimas humanas, como se ha encontrado anteriormente en roedores.
En su segundo experimento, los investigadores se preguntaron si el sistema olfativo humano puede procesar las quimioseñales de las lágrimas. Expusieron 62 receptores olfativos (OR) humanos en las células a lágrimas o solución salina. Descubrieron que cuatro de los 62 quirófanos se activaban con las lágrimas y no con la solución salina, lo que demuestra que, a pesar de ser perceptualmente inodoras, las lágrimas emocionales humanas envían una señal que genera una respuesta cerebral a través del principal sistema olfativo humano.
El experimento final tuvo como objetivo comprender la respuesta del cerebro al oler lágrimas en el contexto de una agresión. Al utilizar fMRI en participantes mientras estaban expuestos a lágrimas o solución salina mientras jugaban el juego de agresión, los investigadores encontraron que dos regiones previamente implicadas en la agresión experimentaron disminuciones significativas en la actividad al oler lágrimas. Luego, los investigadores observaron fuertes conexiones entre las redes cerebrales asociadas con la agresión y el olfato, y concluyeron que las lágrimas disminuyen la actividad en las regiones del cerebro responsables de la agresión y aumentan las conexiones entre las regiones del cerebro responsables de la agresión y el olfato.
La investigación actual se ha centrado en las quimioseñales encontradas en las lágrimas femeninas; no se ha estudiado la composición química específica de las lágrimas masculinas. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si las lágrimas emocionales masculinas tienen los mismos efectos que las femeninas. Las lágrimas no emocionales, como las causadas por las cebollas o los gases lacrimógenos, no contienen la misma composición química que las lágrimas emocionales y no están asociadas con las mismas señales emocionales. Las lágrimas no emocionales son el resultado de partículas o sustancias extrañas que irritan el ojo y no son una forma de comunicación emocional.
Relevancia e impacto futuro de las quimioseñales en las lágrimas
Si bien este estudio simplemente buscó determinar la presencia de quimioseñales en las lágrimas humanas en lugar de explorar por qué los humanos pueden tenerlas, los autores especulan que como el llanto a menudo ocurre en interacciones próximas, la quimiosensación en las lágrimas puede servir como un mensaje de protección subliminal. También señalan la relevancia de las quimioseñales en las lágrimas infantiles, ya que pueden servir como mecanismo defensivo para los bebés que no tienen otros medios para protegerse.
La identificación de quimioseñales en lágrimas podría tener diversas aplicaciones futuras. Las versiones sintetizadas de la señal química identificada podrían reducir la agresión en entornos de resolución de conflictos y promover un discurso más tranquilo. También podría incluirse en diversas intervenciones terapéuticas relacionadas con el manejo de la ira o el asesoramiento sobre relaciones. También existe la posibilidad de manipular el conocimiento de las quimioseñales para el marketing y el desarrollo de productos, tal vez creando productos y servicios para reducir la agresión.
Este estudio añade nuevos e interesantes hallazgos al creciente cuerpo de investigaciones que exploran la quimioseñalización en humanos, proporcionando información interesante sobre cómo el comportamiento humano puede verse influenciado por mensajes químicos subconscientes.
A version of this article originally appeared in English.