Dinámicas en el lugar de trabajo
Los 4 arquetipos de colaboradores y con cuál es mejor trabajar
La competencia y la humildad son rasgos vitales en el lugar de trabajo. Este es el por qué.
29 de junio de 2024 Revisado por Michelle Quirk
Los puntos clave
- Las “estrellas humildes” son accesibles y solidarias, convirtiéndolas en grandes líderes y jugadores de equipo
- La gente prefiere trabajar con personas agradables, incluso si no son tan competentes
- La experiencia de los “cretinos competentes” se valora, pero su comportamiento causa fricciones y conflictos
Un estudio de 2022 publicado en la International Journal of Environmental Research and Public Health introdujo el “modelo de humildad-competencia”, que consta de cuatro arquetipos de empleados en el lugar de trabajo.
Estas caracterizaciones se basan en las cualidades de humildad y competencia y en qué grado cada arquetipo las muestra. Los investigadores descubrieron que estos arquetipos tienen implicaciones importantes para las relaciones en el lugar de trabajo y la productividad.
Aquí hay cuatro tipos de personas que se pueden encontrar en el lugar de trabajo y cómo los ve la mayoría de la gente, según el estudio.
1. La estrella humilde
Las “estrellas humildes” son a la vez muy competentes y humildes. Suelen ser muy hábiles en su trabajo y al mismo tiempo ser modestos en cuanto a sus habilidades. Es probable que compartan el crédito con su equipo, estén abiertos a recibir comentarios y estén dispuestos a aprender y crecer personal y profesionalmente.
Como personalidades humildes, son accesibles y solidarios, lo que los convierte en grandes líderes y jugadores de equipo. Su combinación de competencia y humildad a menudo inspira confianza y respeto por parte de sus colegas.
Los investigadores descubrieron que las estrellas humildes eran las personalidades más agradables de los cuatro arquetipos, tanto personal como profesionalmente, y recibían la mayor cooperación de sus colegas en el trabajo.
“Debemos enfatizar la humildad para crear un ambiente de trabajo que facilite la comunicación. El humilde reconocimiento de las propias limitaciones hace que las estrellas humildes sean menos amenazantes para sus colegas”, escriben los investigadores.
2. El tonto humilde
Las personas que encarnan el arquetipo del “tonto humilde” poseen un alto nivel de humildad pero carecen de las habilidades o conocimientos necesarios para realizar su trabajo de manera efectiva. A menudo están ansiosos por aprender y mejorar y están dispuestos a recibir instrucciones y comentarios de los demás.
Los investigadores descubrieron que los tontos humildes son el segundo arquetipo más agradable de todos en las interacciones personales en el lugar de trabajo, pero no les va tan bien en contextos profesionales, ya que a menudo los colegas más competentes los pasan por alto.
Sin embargo, las investigaciones muestran que las personas prefieren trabajar con personas agradables, incluso si no son tan competentes. Si bien es posible que no contribuyan significativamente en términos de experiencia, su actitud positiva, su voluntad de apoyar a los demás y su capacidad única para unir a las personas aún pueden agregar valor a un equipo.
“Tener un carácter humilde puede compensar la falta de competencia en las interacciones interpersonales. Las personas humildes hacen que los miembros del equipo se sientan seguros para expresar ideas y sugerencias, sin preocuparse por recibir comentarios irrespetuosos. Tener un líder humilde genera más intercambio de información en el equipo y facilita un ambiente psicológicamente seguro, tanto interpersonalmente como dentro del equipo”, escriben los investigadores.
3. El cretino competente
Los “cretinos competentes” son muy capaces pero carecen de humildad. Suelen ser arrogantes y es difícil trabajar con ellos y, a menudo, desdeñan las ideas y contribuciones de los demás. Su experiencia puede ser valorada, pero su comportamiento abrasivo puede causar fricciones y conflictos dentro del equipo.
Los investigadores descubrieron que, si bien es comprensible que los cretinos competentes no fueran tan agradables como las estrellas humildes y los tontos humildes en sus relaciones personales con sus colegas, se los prefería a los tontos humildes en su capacidad profesional, lo que generaba una mayor colaboración y cooperación en el trabajo. En términos de desempeño, no eran diferentes de las estrellas humildes.
“Trabajar con personas que no son humildes puede resultar menos agradable. Sin embargo, cuando un colega arrogante tiene competencia que ofrecer, mejorará el rendimiento del equipo. Por lo tanto, la competencia puede compensar la falta de humildad, especialmente en un entorno laboral donde el desempeño y el logro de objetivos son muy apreciados”, explican los investigadores.
Los investigadores se dieron cuenta de que según el contexto, ya fuera interpersonal o profesional, se valoraban diferentes cualidades en diferentes momentos. Uno preferiría almorzar y socializar con un colega humilde que con uno arrogante, pero probablemente buscaría a la persona más competente en un entorno profesional para completar las tareas de manera eficiente, incluso si su comportamiento es muy desagradable.
4. El cretino incompetente
Como era de esperar, el arquetipo que menos gusta, tanto a nivel personal como profesional, son los “cretinos incompetentes”, que muestran niveles alarmantemente bajos tanto de competencia como de humildad. Por lo general, son ineficaces en sus funciones y, a menudo, no están dispuestos a reconocer estas deficiencias o buscar mejoras.
Su arrogancia e incapacidad para desempeñarse pueden generar desafíos importantes en el lugar de trabajo. Estas personas también tienden a resistirse a la retroalimentación y pueden ser una fuente de frustración para los colegas, lo que en última instancia afecta el desempeño y la moral del equipo.
Los investigadores también descubrieron que los colegas mayores tienen menos tolerancia hacia los jóvenes que son cretinos incompetentes que aquellos que son cretinos competentes. Este arquetipo también tiene menos probabilidades de recibir cooperación profesional de sus colegas.
“Tener un equipo diverso de miembros de los cuatro arquetipos podría proporcionar una dinámica equilibrada dentro de un equipo. Aunque los cretinos competentes pueden retener información de manera egoísta o producir conflictos, las estrellas humildes y los tontos humildes pueden amortiguar el conflicto creando un ambiente no hostil”, concluyen los investigadores.
Si bien las estrellas humildes son universalmente preferidas por su combinación de habilidad y modestia, los cretinos competentes aún pueden ser valorados por su experiencia a pesar de sus personalidades desafiantes. El modelo de humildad-competencia destaca la importancia de ambas cualidades.
Las organizaciones deben priorizar estos rasgos en sus prácticas de contratación y formación de equipos, reconociendo que una combinación de arquetipos aporta fortalezas únicas y desafíos potenciales a la dinámica del equipo. Este enfoque equilibrado puede crear un lugar de trabajo más productivo, respetuoso y colaborativo.
A version of this article originally appeared in English.