Las preguntas más importantes que hacerte

Character Lab, used with permission

Hoy le hemos pedido a Kennon Sheldon que comparta su Consejo de la semana.

Cuando comencé la universidad, estaba convencido de que me convertiría en físico teórico. Había destacado en física en la preparatoria y estaba fascinado por la rareza de la relatividad y la teoría cuántica.

Pero en mi segundo año, tenía dificultades con las clases avanzadas de matemáticas requeridas. Empecé a preguntarme si, después de todo, la física era adecuada para mí. Aún así, sentí que me había comprometido con la especialidad (y había tomado tantos cursos en ella) que no quería acobardarme.

¿Qué deben hacer las personas cuando se sienten estancadas? ¿Necesitan simplemente esperar hasta que aparezcan nuevas opciones o pueden hacer algo al respecto?

Mi investigación encuentra que la mente no consciente proporcionará nuevas ideas poderosas y direcciones creativas si las personas tienen la valentía de activarla. Aquí se explica cómo hacerlo:

1. Nota tu insatisfacción. Las emociones proporcionan información, incluida la posibilidad de que tengas un problema. Antes de poder resolver un problema, primero hay que reconocerlo.

2. Hazte preguntas. Tu mente consciente está parcialmente aislada de las regiones más profundas del cerebro, pero puede controlar el sistema más amplio. Hacerse preguntas explícitas como “¿Qué es lo que realmente quiero?” Activa tu mente inconsciente para comenzar a agitarla bajo la superficie.

3. Reconoce las posibilidades. Cuando surjan nuevas ideas que “parezcan bien” y marquen muchas casillas, míralas tal como son: posibles caminos a seguir.

4. Elige una opción y establece una meta. Verbaliza (y mejor aún, escribe) una nueva meta deseada. Escribir algo lo hace sentir real y pone tu mente en un nuevo camino hacia la acción.

Estos cuatro pasos pueden ayudar a cualquiera a seguir adelante, ya sea un niño que no está seguro de querer seguir jugando fútbol o un adulto que está pensando en cambiar de carrera.

En mi caso, me pregunté por qué me sentía atraído por la física teórica. Me di cuenta de que estaba interesado en “preguntas muy importantes”, pero también reconocí que podía encontrarlas en otros campos de investigación. Esto me llevó a tomar clases de filosofía, psicología y teología. Un día tuve una idea: ¡la psicología era mejor para mí porque era la más científica! Escribí en mi diario: “La psicología parece ser la mejor idea. ¡Voy a cambiar de especialidad!” Entonces comencé este camino de vida que me ha resultado tan satisfactorio.

No te quedes en un camino sólo porque ya has invertido tiempo y esfuerzo.

Empieza a hacerte preguntas y luego mantén apertura ante lo que surja. Y ten paciencia. Puede que pase algún tiempo antes de que reconozcas las señales que indican una nueva dirección. Si los jóvenes en tu vida parecen estancados, ayúdales a prestar atención a cómo se sienten. Anímalos a que se hagan preguntas: ¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que realmente quiero? Y evita a responder por ellos. Sólo excavando por su cuenta descubrirán el tesoro de su verdadero yo.

Con gratitud y respeto,

Ken

Kennon Sheldon es profesor curador de ciencias psicológicas en la Universidad de Missouri y autor, más recientemente, de Freely Determined: What the New Science of the Self Teaches Us About How to Live.