Falsos Recuerdos
La desinformación en línea produce recuerdos falsos
No toda la desinformación es igual en su efecto dañino.
9 de abril de 2024 Revisado por Ray Parker
Los puntos clave
- La desinformación en línea es perjudicial para la memoria.
- Las personas son más susceptibles a la desinformación en línea periférica a un evento.
- Los detalles centrales de un evento son menos susceptibles a la desinformación en línea.
La desinformación se ha convertido en una epidemia en la era de Internet. Socava la confianza interpersonal, agudiza la polarización política, amenaza el orden social y crea miedo e incertidumbre. Los efectos dañinos son inmensos para los individuos, las comunidades y la sociedad en su conjunto.
Hasta cierto punto, para que la desinformación "nos llegue", tenemos que "asimilarla". Sin embargo, no toda la desinformación es igualmente persuasiva y, por lo tanto, efectiva para producir creencias falsas y recuerdos falsos. La investigación ha demostrado que muchos factores, como el tono emocional y la coherencia lógica de un informe de noticias, influyen en cómo las personas perciben la veracidad de su información.
En un estudio reciente de mi laboratorio, analizamos el papel de la centralidad de la información en la creación de falsos recuerdos. La información central se refiere a los elementos clave de un evento, como quiénes fueron los protagonistas y qué les sucedió (por ejemplo, Angie le dio dinero a un guitarrista callejero). La información periférica, por el contrario, se refiere a los detalles contextuales circundantes fuera del curso principal del evento (por ejemplo, había gente caminando por la calle). Dado que la información central define directamente el significado del evento, es menos probable que la información que se desvíe de ella, es decir, la desinformación central (por ejemplo, el tipo estaba tocando el violín en la calle), sea más aceptada como veraz que la desinformación periférica (por ejemplo, había un grupo de corredores cerca).
Examinamos cómo la exposición a la desinformación en línea, ya sea central o periférica al evento original, afectaría la memoria. Permitimos que nuestros participantes vean GIFs de eventos de la vida diaria (p. ej., una mujer da propina a un músico callejero). Luego les presentamos tweets simulados que contenían información central o periférica que era verdadera o falsa para los eventos del GIF. Posteriormente, los participantes fueron evaluados por sus recuerdos de los eventos del GIF: leyeron declaraciones que contenían información que habían visto previamente en tweets o información no incluida en tweets y juzgaron cada declaración como verdadera o falsa relacionada con los eventos del GIF.
Descubrimos que era más probable que los participantes reconocieran falsamente que la información errónea era cierta si la información errónea había aparecido previamente en tweets que si no. Además, mostraron una mayor susceptibilidad a la desinformación periférica que a la desinformación central expuesta a través de tweets: la desinformación periférica en tweets fue falsamente reconocida más y aceptada con menos resistencia que la desinformación central.
Por lo tanto, después de que las personas experimentaron o presenciaron un evento de la vida real, la exposición posterior a la desinformación en línea aumenta en gran medida los recuerdos falsos. Este es particularmente el caso cuando la desinformación se refiere a los aspectos periféricos en lugar de centrales del evento. Curiosamente, los participantes asiáticos y estadounidenses blancos en nuestro estudio mostraron el mismo patrón de recuerdos falsos después de estar expuestos a información errónea a través de tweets, aunque en un experimento, los asiáticos estaban menos influenciados por la información errónea que los blancos.
Internet y las redes sociales han amplificado enormemente la difusión de información errónea. Esto, junto con la falta de verificación efectiva de los hechos en las plataformas, ha resultado en una calamidad que requiere investigación e intervención. Comprender los factores asociados con el impacto negativo de la desinformación es fundamental para ayudarnos a combatir la desinformación de manera más efectiva.
A version of this article originally appeared in English.